“The Walking Dead” (11a temporada) (AMC, 2022)

Aunque la idea que se barajaba inicialmente era la de hacer 12 temporadas y una película, a alguien los despachos se le ocurrió en 2020 cambiar el proyecto y cancelar con la temporada 11 dejando el universo abierto para varios spin off que están actualmente en preparación (como mínimo uno con Daryl, otro con Maggie y Negan y un tercero con Rick y Michonne). La temporada 11 supone por ello un final un tanto abrupto que consta de dos entregas de 8 episodios cada una con su propio arco argumental más una tercera tanda de otros 8 episodios con los que se finaliza la serie dejando las últimas tramas generales cerradas, pero con el futuro de la mayoría de personajes en el aire y con posibilidad de continuación. De nuevo una temporada con altibajos, con momentos buenos y otros flojos y con la sensación que ha dejado muchas veces esta serie de haber tenido mimbres suficientes para algo mejor. En esta temporada final, y a pesar de que la ambientación nunca defrauda, lo más interesante para el fan (porque quien no lo es no llega a estas alturas) es conocer el devenir de los personajes y, reconozcámoslo, hay un puñado de ellos que son la razón de que hayamos llegado a 177 episodios independientemente de que los guiones hayan sido mejores o peores, que algunos han flojeado bastante. Para mi gusto todo lo sucedido en la Commonwealth habría podido dar mucho más juego por el trasfondo político y social de haber sido más valientes en la elaboración de los guiones y todo lo relacionado con acción y terror no acaba de funcionar del todo quedando todo supeditado a lo dramático y emotivo, pero al final hay que dar por bueno un desenlace que mantiene un nivel aceptable de entretenimiento y que cierra correctamente lo esencial en una fórmula ya agotada.