Emitida por Netflix en dos partes de cuatro y seis episodios respectivamente cuenta todo lo acontecido a la corona británica entre 1997 y 2005, con Tony Blair como primer ministro, se centra especialmente en la muerte de Lady Di y posteriormente de la princesa Margarita y la reina madre, en la relación incipiente de Guillermo con Kate Middleton y en la boda de Carlos y Camila Parker. La serie se cierra con interés creciente por los sucesos que cuenta y manteniendo las señas de identidad que le son propias, destacando como en ocasiones anteriores una puesta en escena fastuosa y una gran capacidad para recrear cada época y cada uno de los personajes. Eso sí, me parece una lástima, que muertos ya Eduardo de Inglaterra y la reina Isabel, no se lanzaran a una séptima tanda, pero la conclusión, a mi juicio, es más que digna. El balance final de los 60 episodios es sobresaliente puesto que se trata de una serie en la que todos los aspectos de la producción se han cuidado al máximo y que, por sus hechuras clásicas, es idónea para cualquier espectador con interés en la Corona británica y la historia de los siglos XX y XXI.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…