La serie afronta su quinta temporada rizando una vez más el rizo con un cambio de actores tremendamente arriesgado y de nuevo sale victoriosa con una Elizabeth Debicki que se mimetiza como princesa Diana a unos niveles sorprendentes y una Imelda Staunton que cumple con el papel de reina Isabel. Eso sí, advierto que cuesta un poco asimilar los cambios. De nuevo 10 episodios que cuentan lo acontecido en torno a la familia real británica más o menos en los años 90’s entre la llegada al poder de John Major como primer ministro hasta Tony Blair. Más cercana en el tiempo al espectador medio tiene el atractivo de contar sucesos más o menos conocidos, casi todos ellos con bastante interés porque explica los problemas de Lady Di con la corona, su divorcio con Carlos y la aparición en escena de Mohamed y Dodi Al-Fayed. La reina Isabel pierde algo de su protagonismo siendo el foco narrativo más coral, pero la serie mantiene su calidad a todos los niveles, desde la esmeradísima ambientación a el gusto por escenas dialogadas cargadas de profundidad dramática y sutileza.
Yo me quedé a falta de 2 libros, creo, así que en algún momento tendré que ponerme al día. No…