“Robocop 2” (Irvin Kershner, 1990)

“Robocop 2” fue la primera secuela del film que había dirigido Paul Verhoeven en el año 1987 y que había sido un gran éxito de taquilla. Esta segunda película contó con dos nombres destacados para repetir la fórmula de la primera entrega: el director Irvin Kershner y el guionista Frank Miller. El primero fue quién dirigió “El Imperio Contraataca“, la mejor película de “Star Wars”, y el segundo era uno de los autores de cómic más populares de la época, responsable de obras maestras como “Sin City“, “Batman: Año Uno“, “Ronin“, “300“, “Batman: El regreso del Caballero Oscuro” o “Daredevil: Born Again“. La apuesta no podía salir mal, pero no salió tan bien como uno hubiese pensado.

Hay que recordar que la primera “Robocop“, protagonizada por Peter Weller, Nancy Allen, Dan O’Herlihy, Kurtwood Smith, Miguel Ferrer, Ronny Cox y Paul McCrane, entre otros, nos trasladaba hasta la ciudad de Detroit, en un futuro distópico cercano y nos presentaba a un policía mecanizado, prácticamente indestructible, de reflejos ultrarrápidos y memoria computerizada, creado a partir de los restos del policía Alex Murphy, muerto en acto de servicio. En la segunda, en la que repetían Peter Weller, Nancy Allen y Dan O’Herlihy, a los que se sumaban Belinda Bauer, Felton Perry y Robert DoQui, nos contaron como la policía está en huelga, y los delincuentes aprovechan la ocasión para dominar la ciudad a su antojo. Además, la aparición de Nuke, una poderosa y nueva droga, hace que Detroit esté ahogada en el caos. La megacorporación OCP, en un intento de reforzar su implacable imperio, pretende apoderarse de la ciudad, para su propia explotación privada y para ello reprograman a Robocop, dejándolo incapaz de luchar contra el crimen.

Aunque Irvin Kershner sea artífice de la mejor secuela de la historia del cine, la mejor segunda parte jamás filmada, su propuesta para la segunda parte de “Robocop” es el clásico ejemplo de aquello que se dice que las segundas partes nunca fueron buenas. La historia cuenta que el guión original de Miller no fue bien recibido por la productora, que encargó una reescritura al guionista Wallon Grenn. La historia original de “Robocop 2” tal y como Frank Miller la había escrito fue adaptada a un cómic bajo el título de “Frank Miller’s Robocop“, con dibujo de Steven Grant, y fue publicada en castellano por Aleta Ediciones.

Lamentablemente “Robocop 2” no fue el éxito previsto. Consiguió beneficios (costó 35 millones de dólares y recaudó 45), pero en Hollywood ya se sabe que si los ingresos no multiplican por diez los gastos no están satisfechos. Pero como la película funcionó bastante bien en el mercado doméstico los productores se animaron con una secuela más, la olvidable “Robocop 3“, estrenada en 1993.