Anoche terminé de leer “JLA: Requiém por la Justicia“, una miniserie de James Robinson y Mauro Cascioli, en la que se pretendía crear una nueva serie de la JLA y que, sin embargo, ha terminado siendo un “quiero y no puedo” que decepciona por cómo maneja la situación Robinson y es que quizás mi nivel de exigencia esté muy alto, pero esperaba mucho más.

 

JLA Nº 01: Réquiem por la justicia
Edición original: Justice League Cry for Justice # 1-7 USA
Fecha de edición: septiembre de 2010
Guión: James Robinson
Dibujo: Mauro Cascioli
Tinta: Scott Clark
Color: Giovanni Kosoki
Formato: Libro rústica, 224 págs., color.
20 €

La Liga de la Justicia vivió su peor momento en Crisis Final y ahora ha llegado la hora de actuar. Green Lantern y Green Arrow deciden crear su propio grupo, una  ueva Liga de la Justicia mucho más dura de lo habitual. Sin embargo, es muy posible que nuestros héroes no sobrevivan a su primera misión. No te pierdas esta emocionante aventura ideada por James Robinson y bellamente ilustrada en su mayoría por Mauro Cascioli.

La miniserie comienza con la JLA reunida en el satélite sobre la Tierra y con un Green Lantern que reclama justicia por todos los miembros asesinados. Green Arrow se une a él, por amistad, y se marchan en busca de justicia… sin más. Esto es intencionado por parte del guionista que en los extras del final dice que sí, que quería crear esa confusón y que se fuese así, a la brava, en busca de aventuras (¿una especie de homenaje a Denny O’Neil? porque de ser así le ha salido el tiro por la culata). Total que en las primeras páginas vemos cómo se van sumando más héroes a esta llamada a la justicia que, siendo sinceros, queda en agua de borrajas.

Poco a poco se van dando cuenta de que han sido manipulados por un villano, Prometeo (nunca entendí el diseño del personaje, ¿un casco con luces? espero que sean LED porque sino, la de batería que consumirán… y eso por no hablar de su origen “antiBatman”, una fumada de Grant Morrison de proporciones colosales) y, poco a poco, son duros de mollera, les entra en la cabeza que Prometeo tiene un Plan que requiere de una serie de artefactos capturados a lo largo del mundo ( y, parece, seleccionados de manera que irriten a la mayor cantidad posible de héroes que, cómo no, reclamarán justicia).

Pronto queda claro que lo que los héroes entienden por justicia pasa por un Tribunal… claro, ha funcionado taaaan bien a lo largo de los años de los títulos deceeros… y aunque se les va un poquito la mano torturando prisioneros (con un Green Arrow que tarda 5 ó 6 torturas en decirle a Green Lantern “calma, tio, se te está yendo la pinza”) pues al final todos deciden que la Justicia pasa por un tribunal… ¡por Dios! si ni siquiera Daredevil confía en los tribunales… ups, universo equivocado.

Total que Prometeo se infiltra en el satélite de la JLA de la manera más tonta posible… y sólo la chica rubia se da cuenta de un error de bulto del villano “antiBatman” (para que luego digan de ella y de lo listo que es Prometeo, claro) y, bueno, aunque se da cuenta deja que le pateen el culo… como toda la JLA suplente que han ido reclutando… Así que, a pesar de que finalmente…

En fin, mejor no continúo porque la verdad es que me da pena ver cómo se emocionaba James Robinson en los extras finales hablando de lo que pretendía hacer y de cómo iba a cambiar la percepción de la JLA y de cómo Grant Morrison era Dios y su Batman: R.I.P. una obra maestra (sí, sí, ¡que no bromea!) y claro, comienzas a darte cuenta de que si se ha inspirado en Morrison… pues, claro, ahora se entiende el follón y las pajas mentales que se ha hecho intentando crear una obra morrisiana que ni está a la altura de las fumadas de Morrison ni a la altura de la genial carrera de un James Robinson que ha perdido el rumbo al buscar esa inspiración.

Por suerte tenemos un dibujante, Mauro Cascioli, que si bien resulta demasiado pin-upero nos ofrece un trabajo francamente bueno. No lo conocía, pero la verdad es que su estilo es bastante realista, le queda francamente genial el coloreado y sólo hay que lamentar que su lentitud retrasase todo el proyecto.

La edición de Planeta de Agostini es la misma que viene siendo para este tipo de tomos en rústica. Muy buena, eso sí, porque además de incluir el cómic se incluyen los extras (no ha debido de ser barato traducir tanta idea descabellada de Robinson) y hay un par de artículos que nos ponen en canción. Eso sí, tanto hablarnos de la JLA y se les olvida comentarnos que hay un par de especiales más (por si a alguien le quedan ganas de seguir con este follón) y que deberíamos leer la serie regular de Green Arrow  #31/32 para continuar viendo las consecuencias de Requiém por la justicia (no me gusta la traducción, “Llanto por la justicia” me gusta más), así como el one-shot, Justice League: The Rise & Fall o la miniserie de 4 números Justice League: The Rise of Arsenal. Que posiblemente resulten ser lo más interesante de este proyecto.

En definitiva, si os gusta Morrison, Prometeo y las historias en la que los héroes parecen tontos y reciben una buena paliza (lo que le hacen a Arsenal no tiene nombre) ante un villano mucho más listo que ellos… este es vuestro cómic. Estoy seguro de que habrá repercusiones para algunos personajes… yo me he quedado con ganas de saber más del nuevo Shazam! y por saber cómo recuperan a Arsenal. Ah, sí, no olvidemos que me muero de ganas de ver publicado de una vez Starman para recordar por qué me gustaba tanto James Robinson, porque este de aquí no lo es. Una lástima porque podría haber salido mucho más de este proyecto y una historia que, de no haber tenido pretensiones, quizás hubiese sido más interesante.