Un día que podía ser hoy, Madrid, un librero y un escritor aceptan el encargo de leer unas fotocopias en 24 horas. A pesar de las primeras reticencias, la pasta manda… “Más o menos”, así comienza “El origen del mal“.

El origen del mal
José Carlos Somoza
Páginas: 400 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: S.A. EDICIONES B
Precio 19,90 euros

José Carlos Somoza regresa al género del thriller literario de sus mayores éxitos con una historia real de un espía español en el Norte de África en los años 50.

Un conocido escritor recibe de manos de un amigo librero un misterioso manuscrito. Son más de doscientas páginas, escritas a máquina y fechadas en 1957. El encargo es muy preciso: debe leerlo en menos de 24 horas.

Intrigado, el novelista comienza a leer y se encuentra con una historia de secretos y traiciones contada por Ángel Carvajal, un militar español de la Falange que actuó como espía en el Norte de África.

Presente y pasado, realidad y ficción se entremezclarán con el manuscrito que relata en primera persona la vida de un agente español en El Magreb de los años 50. Historia, ficción y realidad son los componentes de esta novela, además de amistad, traición y redención.

Como el escritor de la novela, yo también tuve mis dudas al principio: título hollywoodiense, franquismo, colonialismo…, después me fue enganchando y terminé por disfrutar del libro. No sólo por el desarrollo narrativo, más bien por ciertos temas escabrosos que subyacen en el texto y nos sirven para entender nuestra propia contemporaneidad. “Más o menos”.

¿Es el desprecio por otras culturas demostrado durante siglos por occidente factor clave del actual yihadismo? ¿Quién tiene el poder: el pueblo, los gobiernos, las empresas, los lobbies? ¿Todo está permitido en nombre de…?

            “Años después me enfrasqué en la lectura de la historia con voracidad, como quien ha llegado demasiado tarde a una reunión y desea conocer todo lo que se ha dicho durante su ausencia. Me dio por pensar que los signos ya estaban ahí, diáfanos, en las líneas de la mano de España, y solo debíamos descifrarlos. Tomé conciencia de la situación. En efecto, las cosas iban a ir mal, pero el pasado reciente contenía todas las semillas de aquel oscuro brote. La catastrófica guerra con Marruecos, donde mi abuelo paterno y mi padre apostaron sus vidas y solo este último regresó para contarlo. El aberrante fin de la monarquía y la llegada de una República que, desplomada sobre nuestro país, se hizo pedazos nada más caer, finalizando en escombros no menos aberrantes. El Mal cobró forma, signo, mayúsculas. Como el augurio misterioso de Sonia Masomenos, la vida de mi país podía leerse en las huellas de su devenir. Era como si la historia fuese la profecía de lo ya sucedido. O por lo menos eso creía en mi juventud, a la edad en que las cosas se creen con exageración.”

Ángel Carvajal. Pág. 30

A mediados del siglo XX, el Estado español franquista era el apestado de occidente, aislado por todos, sin capacidad para influir en la toma de decisiones, se vio envuelto en el proceso descolonizador iniciado tras la II Guerra Mundial. Marruecos obtuvo la independencia, lo que supuso el fin del Protectorado (ocupación española de parte de Marruecos 1913-1956).  El capitán Carvajal deberá lidiar con este mundo nuevo, en el que nada es lo que parece, en el que los idealista son usados como peones en una partida a gran escala que no acaban de comprender.

Se recoge lo que se siembra, podría haber vaticinado Sonia Masomenos en la Plaza de Zocodover… Pero este no es un libro de respuestas, cada lector debe encontrar las suyas propias.