Creo que una de las cosas más difíciles que se pueden hacer es reescribir un mito. Las leyendas están tan firmemente establecidas en el imaginario popular que cualquiera que quiera alterar el status quo de la mitología se suele encontrar con un muro sólido ante él. Hay reticencias, y muchas, a que vengan a contarte nuevas perspectivas, siendo prudentes, o nuevas historias, siendo ambiciosos, de personajes legendarios.

Tras robar el oro del príncipe Juan, el grupo formado por Lady Marianne y el shérif de Nottingham está decidido a ayudar a la gente más pobre de su alrededor para que lleven una vida mejor, pero la aparición de nuevos personajes va a poner en jaque el equilibrio al que parecían haber llegado.

Hace ahora casi tres años, a finales del año 2021, nos llegó la primera entrega de la trilogía dedicada a Robin Hood, el arquero del bosque de Sherwood que robaba el dinero a los ricos para entregárselo a los pobres durante el oscuro reinado del príncipe Juan I de Inglaterra y su secuaz, el Sheriff de Nottingham. En ella Benoît Dellac, Vincent Brugeas y Emmanuale Herzet nos presentaron una versión realmente nueva de este personaje legendario, muy alejada de las que podamos tener todos en mente. Y aunque la historia de Robin Hood y sus secuaces ya había sido contada mil veces antes y que, en general, suele ser mal recibida cualquier propuesta que reinterpreta la mitología de un personaje y reconstruye la leyenda de forma diferente a como siempre ha sido contada, “Nottingham” nos convenció.

La historia de Robin Hood y su contexto histórico de la trilogía de “Nottingham” de Benoît Dellac, Vincent Brugeas y Emmanuale Herzet es el mismo que nos han contado siempre: en el año 1192, y el rey de Inglaterra, Ricardo Corazón de León, ha sido hecho prisionero a su regreso de la tercera cruzada por Leopoldo de Babenberg, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. El reino queda en manos del hermano del rey, el taimado Juan Sin Tierra. Pero los guionistas franceses Vincent Brugeas y Emmanuale Herzet decidieron que querían contar de nuevo la historia de Robin Hood, pero en su versión nos iban a presentar una imagen del arquero de Sherwood alejada de los tópicos habituales, devolviendo al personaje la frescura perdida sin eludir sus aspectos más oscuros. Original y sorprendente, la propuesta de “Nottingham” era tan sencilla como potente: ¿y si Robin Hood y el Sheriff de Nottingham fuesen la misma persona?

Tras los hechos narrados en la primera (“El rescate del rey“) y la segunda entrega (“La persecución“), el sheriff de Nottingham ha conseguido mantener su anonimato y sigue liderando a los Merry Man de los bosques de Sherwood desde las sombras. Pero la llegada de un juez, el más incorruptible del reino, para poner fin a las correrías del bandido de Sherwood conocido como La Capucha va a complicar las cosas al sheriff, y el equilibrio precario de ser un héroe con una identidad secreta. Además, una banda de rufianes de la ciudad, los Trogloditas de Nottingham, han descubierto que el oro del príncipe Juan está en manos de los Merry Men y han decidido apoderarse del botín. En una jugada quizás algo demasiado arriesgada William, el sheriff de Nottingham, intentará deshacerse de los dos problemas de un solo golpe.

Con “Nottingham #3: Robin” finaliza la reconstrucción del mito imaginada por los guionistas Vincent Brugeas y Emmanuale Herzet, el dibujante Benoît Dellac y el colorista Denis Bechú. En realidad es más bien una historia de orígenes, pues el final de esta obra repleta de acción serviría perfectamente de prólogo para cualquier otra aventura de Robin Hood que se quiera contar. De hecho, aunque se presenta como la última entrega de la trilogía, el final es abierto. Dramático, llevando el lector por caminos ya transitados, pero abierto a explorar nuevos senderos. En resumen tanto la trilogía, como este tercer tomo en concreto, es excelente, y cuenta con unos artistas minuciosos de gran talento, tanto del guion como del dibujo, que trabajan con seriedad y están atentos al más mínimo detalle. Y hay que destacar por encima de todo el dibujo de Benoît Dellac que es espectacular, cosa que no debería sorprender a quienes han seguido sus trabajos anteriores, algunos de los cuales hemos visto publicados en castellano (“El quinto evangelio”, algunos números de los “Elfos”, “Enanos” y “Orcos y Goblins”, y las dos entregas de “El Dios Serpiente”).

Robin Hood y sus ‘Merry Men‘, el sheriff de Nottingham, Juan sin Tierra, el rey Ricardo Corazón de León, la bella Lady Marian,… A medio camino entre la historia y la leyenda, el bandido de los bosques de Sherwood que robaba a los ricos para entregar el botín a los pobres ha trascendido más allá del folclore medieval de las islas británicas y se ha convertido en una leyenda. Y es un hecho que el personaje no solamente no ha perdido vigencia sino que Robin Hood merece ser más reivindicado que nunca hoy, cuando la desigualdad entre ricos y pobres es más acentuada que nunca. Ojalá un forajido que equilibrase la balanza.

Nottingham #3: Robin
Guion: Vincent Brugeas y Emmanuale Herzet
Dibujo: Benoît Dellac
ISBN: 978-84-19986-34-4
Formato: 22,3×31,2cm. Cartoné. Color
Páginas: 56
Precio: 18,00 euros