Muchos de nosotros, y me incluyo entre los ignorantes, pensábamos que la aprendiz de bruja Nicky era una creación del director Hayao Miyazaki para la deliciosa película de animación del año 1989, producida por Studio Ghibli, pero la película está basada en la novela que tiene el mismo nombre, de la escritora japonesa de literatura infantil Eiko Kadono. Y el libro es una pequeña maravilla que merece la pena descubrir.
Como dicta la tradición, todas las brujas adolescentes deben pasar un año fuera de casa para aprender a valerse por sí mismas. Nicky, de madre bruja y padre humano, tiene una única habilidad destacable: la de volar.
Cuando llega el momento de marcharse por su cuenta, ella y su sarcástico gato parlante parten en su escoba para buscar alguna ciudad sin bruja propia donde puedan ofrecer sus servicios mágicos.
Nicky es una joven aprendiz de bruja que acaba de cumplir trece años, hija de una bruja con larga trayectoria y de un hombre corriente, que deja atrás su pequeño pueblo entre bosques y a su familia para independizarse e iniciar el proceso que la convertirá definitivamente en bruja. Una noche de luna llena, acompañada de su gato negro Jiji, emprenderá un viaje que la llevará hasta Koriko, una bulliciosa ciudad costera donde encontrará trabajo en la panadería de Osono. Allí emprenderá un negocio de entregas a domicilio e iniciará un periplo vital que le hará descubrir sus virtudes y sus puntos débiles, la responsabilidad, la independencia y la amistad, y lo que significa ser una bruja.
Esta preciosa novela de Eiko Kadono, publicada originalmente en Japón en 1985 como “Majo no Takkyubin“, inédita hasta ahora en castellano, es hoy un clásico contemporáneo de la literatura infantil y fantástica del archipiélago de las seis mil ochocientas islas. Esta edición, traducida directamente del japonés por Rumi Sato para Nocturna Ediciones, incluye las ilustraciones originales de Akiko Hayashi aunque los editores siguen insistiendo en mantener la modificación del nombre del personaje, Nicky en lugar de Kiki, porqué hay quién considera que la palabra es cacofónica. Que es fea, vamos.
La novela recibió numerosos premios en Japón, lo que llevó en 1989 a que Studio Ghibli se fijara en ella y realizara una película de animación basada en esta historia. Lamentablemente, Miyazaki realizó cambios significativos para adaptar este libro al cine, incluyendo el accidente del dirigible del final, lo que disgustó mucho a su autora. En 2014 la novela también se adaptó a la gran pantalla, en esta ocasión a una película de imagen real dirigida por Takashi Shimizu, más fiel con la obra original y que adaptaba los dos primeros volúmenes. En 2018, Eiko Kadono ganó el prestigioso premio internacional Hans Christian Andersen en reconocimiento a toda su obra, prolífica como autora (ha publicado alrededor de 200 novelas, en su mayoría para niños y jóvenes) y como traductora (ha traducido al japonés aproximadamente 100 libros ilustrados extranjeros). Ha sido la tercera escritora japonesa que recibe este premio tras Mado Michio y Uehashi Nahoko.
De lectura sencilla y amena, breve (apenas 200 páginas), ideal para los jóvenes lectores, “Nicky, la aprendiz de bruja” cuenta con hasta seis entregas (“Kiki to Atarashii Maho”, “Kiki to mo Hitori no Majo”, “Kiki no Koi”, “Maho no Tomarigi” y “Sorezore no Tabidachi”), publicadas en Japón entre 1993 y 2009, aunque de momento tendremos que empezar con ésta, un regalo de Nocturna Ediciones, y cruzar los dedos para que el resto vayan llegando en nuestro idioma poco a poco.
Nicky, la aprendiz de bruja.
Autora: Eiko Kadono
Ilustraciones: Akiko Hayashi
Traducción: Rumi Sato
Colección: Literatura Mágica núm. 85
Fecha de publicación: Noviembre 2019
ISBN: 978-84-17834-33-3
Formato: Rústica con solapas. Dibujos en blanco y negro
Páginas: 208
Precio: 15,00 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…