A lo largo de los años en ViaNews hemos reseñado numerosos libros y ensayos dedicados al maestro Hayao Miyazaki pero nos hemos dado cuenta que la mayoría de ellas se centran exclusivamente en su obra, en las once películas de su filmografía desde 1978 hasta 2013, y profundizan muy poco, o nada, en el hombre detrás de la cámara, en su vida, su historia y su personalidad. En “Mundo Miyazaki. Una vida dedicada al arte” la experta en animación japonesa norteamericana Susan Napier nos desvela estos aspectos más personales del genio que, para muchos de nosotros, eran desconocidos.
Tras el éxito de ventas de El mundo Invisible de Hayao Miyazaki, Dolmen continúa su línea de ensayos con esta obra escrita por Susan Napier, una reconocida estudiosa y experta en cultura y animación japonesa. En este libro, su autora explora la vida y el arte de este extraordinario cineasta japonés para proporcionar un relato definitivo sobre su obra. Napier abarca de manera perspicaz los múltiples temas que se entrelazan en su trabajo, desde mujeres empoderadas hasta pesadillas ambientales y sueños utópicos, creando un retrato inolvidable de un hombre cuyo arte desafió el dominio de Hollywood y marcó el comienzo de un nuevo capítulo de la cultura popular global.
Estoy convencido que no hay nadie que no sepa quien es el director japonés Hayao Miyazaki. Tampoco tengo la menor duda que todos pensamos que el maestro Miyazaki es un genio, y que tanto “La Princesa Mononoke“, como “El castillo en el cielo“, “El viaje de Chihiro“, “Porco Rosso“, “El Castillo Ambulante” o “Mi Vecino Totoro” son joyas sin par del cine de animación tradicional. A día de hoy estamos esperando la nueva película del maestro (al parecer sería una adaptación a la gran pantalla del cortometraje “Kemushi no Boro” que Hayao Miyazaki había hecho en exclusiva para el Museo Ghibli de Tokio), pero durante unos años llegamos a pensar que nunca más íbamos a disfrutar de su talento. Y es que el 1 de septiembre de 2013, tras el estreno de “El viento se levanta“, Hayao Miyazaki anunció en rueda de prensa que iba a abandonar las labores creativas en el Studio Ghibli y a ocupar un lugar secundario en el desarrollo de producciones animadas de la productora japonesa. No se retiraba por problemas de salud, sinó que estaba cansado. Cansado de crear sin descanso. No era la primera vez que una noticia como ésta salía publicada en los periódicos de todo el mundo, pues en el año 2004, tras el estreno de “El Castillo Ambulante“, también se comentó que Hayao Miyazaki había dado un paso al lado, un hecho que pareció ganar fuerza con el estreno de la adaptación cinematográfica de “Los Cuentos de Terramar” por parte de su hijo Goro, cuyo talento está a años luz del de su padre. Afortunadamente el maestro cambió de opinión y siguió trabajando durante diez años más, en cuatro películas como director o guionista (“Ponyo en el acantilado”, “Arrietty y el mundo de los diminutos”, “La colina de las amapolas” y “El viento se levanta”).
Numerosos autores en todo el mundo han explorado el universo mágico de las películas de Studio Ghibli, y en nuestro país esto no ha sido una excepción. Laura Montero Plata, Juan Manuel Corral, Manu Robles, Marta García Villar, Sebastián Hirr o Álvaro López Martín son algunos de los que, juntos y por separado, han analizado con detalle este mundo animado que forma parte del patrimonio cultural y espiritual del País del Sol Naciente, en libros divulgativos publicados por Dolmen Editorial y Diábolo Ediciones en la mayoría de los casos. En ViaNews, fieles seguidores de la obra de Hayao Miyazaki, hemos leído y reseñado la mayoría de ellos: “En busca de Totoro. Apuntes de un paseo por el bosque“, “El Castillo Ambulante. Un corazón es una pesada carga“, “El viaje de Chihiro. Nada de lo que sucede se olvida jamás“, “Mi vecino Miyazaki“, “Antes de Mi vecino Miyazaki. El origen de Studio Ghibli“, “Studio Ghibli, la animación japonesa que lo cambió todo“, “Antología del Studio Ghibli“, “El mundo invisible de Hayao Miyazaki“, “Hayao Miyazaki e Isao Takahata: Vida y obra de los cerebros de Studio Ghibli“, “Miyazaki en Europa: La influencia de la cultura europea en el genio japonés“, “Mujeres de Ghibli“,…
El libro “Mundo Miyazaki. Una vida dedicada al arte” (“Miyazakiworld: A Life in Art“) de Susan Napier, a diferencia de los títulos anteriormente nombrados, decide explorar al autor en lugar de profundizar exclusivamente en su obra. Esa es la gran diferencia del trabajo de esta investigadora de la animación y cultura japonesa sobre la que ha publicado varios libros, que nos ofrece un recorrido cronológico por la vida y obra de Hayao Miyazaki y su Studio Ghibli empezando desde las ruinas (“hametsu“) de Japón, un país que en el año 1945 estaba devastado moral y físicamente tras los catastróficos aconteciminentos de la Segunda Guerra Mundial. Nacido en Tokio el 5 de enero de 1941, entre las cenizas de un país hundido creció Miyazaki, y ésto definió su personalidad antibelicista y ecologista militante que en sus películas contrapone al mundo real industrial, sucio y oscuro. Los que lo conocen, a los que Napier ha preguntado, dicen de él que bajo su apariencia amable hay un hombre complejo, huidizo y apasionado, exigente y muy trabajador, algo inevitable para el responsable de un estudio de animación como Studio Ghibli que, para una única película, llega tener a centenares de personas, profesionales y artistas pendientes de sus indicaciones y sus órdenes. Sin orden, mucha energía y un carácter fuerte sería imposible controlar algo de esta magnitud. Una cita recogida en el primer capítulo explica las bases sobre las que se asienta la vida y la obra de Miyazaki: “Te dicen que te enfrentes a la realidad, pero al menos para mi el poder de la fantasía me proporcionaba un espacio en el que ser un héroe“.
Publicado originalmente en inglés en 2019 por la editorial de la Universidad de Yale, el libro de Susan Napier prescinde de ilustraciones, dibujos e imágenes, salvo una docena de páginas intercaladas en la mitad de la edición, y aunque eso hace que sea menos amable es una obra ideal para los aficionados a la obra de Hayao Miyazaki y Studio Ghibli, repleto de datos, curiosidades, reflexiones y conclusiones de la autora acerca de la figura del responsable de varios hitos de la animación contemporánea, un artesano ganador de dos Oscar, uno de ellos honorífico, del Oso de oro de Berlín y del León de Oro a toda su carrera en Venecia, y cofundador del Studio Ghibli, un imperio del entretenimiento japonés que poco tiene que envidiar a la todopoderosa Disney. Y eso que, como ella misma reconoce, solamente ha coincidido con Miyazaki en tres ocasiones a lo largo de su vida. Y la primera, de forma breve durante una visita a las oficinas de Studio Ghibli para documentarse. La traducción del libro es Alfons Moliné y el prólogo lo firma Laura Montero Plata, autora de “El mundo invisible de Hayao Miyazaki“.
Las doscientas setenta y dos páginas de “Mundo Miyazaki. Una vida dedicada al arte” ordenan los acontecimientos de la vida de Miyazaki de forma cronológica, entrelazandolos con los de la autora, sus experiencias como docente o sus visitas a Japón. De hecho Susan Napier comienza el libro compartiendo con el lector su visita a la reproducción de la casa de Sasuki y Mei de “Mi vecino Totoro” en Nagoya, y a partir de aquí dedica un capítulo a cada uno de los largometrajes del sensei Miyazki. Como la misma autora reconoce, y pese a la ingente bibliografía que hay acerca de Hayao Miyazaki, no hay biografías sobre él. Es un icono nacional japonés, pero la sociedad japonesa es muy respetuosa con la vida personal de sus figuras públicas importantes. Por fortuna, él mismo es su mejor portavoz, pues hay numerosas entrevistas en las que ha expresado su opinión sobre todo lo que se le ha preguntado y donde se ha mostrado elocuente y exhaustivo. Desde su nacimiento durante el conflicto bélico, su infancia en la posguerra y los años escolares complicados (cambió de escuela en varias ocasiones), su afición por la lectura, la relación con su hermano mayor Arata, su resentimiento e incluso hostilidad contra sus padres, la inclinación de Miyazaki por las políticas de izquierdas, sus primeros escarceos con el dibujo y la animación, hasta su ingreso en Toei Animation en 1963 donde estuvo hasta 1971, sus viajes de documentación por Europa y América, o su sociedad artística y empresarial con Isao Takahata y Toshio Suzuki, amigos y también rivales. A partir de aquí, todo ya es Studio Ghibli, empezando por el capítulo 4 (“Altibajos. El castillo de Cagliostro”) y cerrando en el capítulo 15 (“Un viento terrible. El viento se levanta”) y una breve conclusión de cuatro páginas de la autora.
En resumen, “Mundo Miyazaki. Una vida dedicada al arte” es un nuevo libro dedicado a un artista mayúsculo sobre el que se ha escrito ya mucho pero, a diferencia de la mayoría de las obras anteriores que se han publicado en nuestro país acerca de la figura de Hayao Miyazaki y su filmografía, la norteamericana Susan Napier nos consigue acercar un poco más al hombre. Hay una persona con un pasado que ha forjado su personalidad, una familia, una infancia, una educación y una cultura que han fertilizado sus influencias, y todo eso forma parte inherente del genio que nos ha regalado historias mágicas con personajes femeninos complejos, ambientadas en mundos maravillosos donde la naturaleza salvaje se enfrenta en inferioridad de condiciones al mundo industrial que impone el hombre, películas excepcionales que han fascinado a audiencias de adultos y de niños, tanto en Oriente como en Occidente. Ahora, gracias a este libro, el maestro ya nos será algo más cercano y algo menos desconocido.
Mundo Miyazaki: una vida dedicada al arte
Autora: Susan Napier
Traducción: Alfons Moliné
Fecha de publicación: Mayo de 2021
ISBN: 978–84–18510–54–0
Formato: 17×24cm. Tapa dura. Color y blanco y negro.
Páginas: 272 páginas en blanco y negro, 16 en color
Precio; 21,90 euros
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…