Fe de etarras es una película que Netflix España ha producido y que comenzó a promocionar hace unos días para levantar una polvareda mediática por su arriesgada apuesta al mostrar el cartel publicitario que acompaña estas líneas en el barrio de Gros (San Sebastián), una de las ciudades más castigadas por ETA. Para el resto de España esta campaña fue considerada como de muy mal gusto, llegando incluso a recibir una denuncia por parte de una asociación de Guardia Civiles que no tenían nada mejor de lo que preocuparse, olvidando que en el País Vasco están más que acostumbrados al humor negro de “Vaya Semanita” y de sus posteriores copias o sucesores.
Fe de etarras es una película que se comprende a la perfección si se ha disfrutado con los episodios de Vaya Semanita, entendiendo que el humor es también un vehículo perfectamente apropiado para hablar de problemas de tanta importancia como el de ETA. Así que no me sorprendería en exceso si descubriese que hay una campaña de boicot contra Netflix por atreverse a darle luz verde a Fe de etarras y, aún peor, PROMOCIONARLA. Para alguien que intenta hacernos reir tenemos que ir a macharlos, denunciarlos y, supuestamente, darnos de baja de su servicio por hacer su trabajo: entretener. En fin, no contéis con que yo me baje de Netflix, por lo menos en lo que queda de 2017.
Personalmente estoy deseando ver Fe de etarras, me parece que la premisa de cuatro etarras encerrados en un piso franco, mientras España juega el Mundial de Sudáfrica, obligados a celebrar las victorias españolas mientras esperan su oportunidad, es de una gran comicidad, y más aún viendo el tráiler que acompaña esta noticia. El hecho de que Borja Cobeaga dirija el guión de Borja Cobeagay que a su vez cuente con un plantel como el de Javier Cámara, Julián López, Miren Ibarguren y Gorka Otxoa no es sino una promesa de diversión, si sabemos disfrutar del humor negro de Fe de Etarras.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…