El pasado viernes 24 de septiembre Apple TV + comenzó con la esperada emisión de su adaptación de la mítica saga de la Fundación de Isaac Asimov con el streaming de los dos primeros episodios, de diez, que compondrán la primera temporada.
Los orígenes
Fundación, la serie de televisión creada por Josh Friedman y David S. Goyer, está basada en los libros del Gran Maestro de la Ciencia-Ficción Isaav Asimov y nos habla sobre un futuro Imperio Galáctico que domina más de un millón de planetas pero que, como todo Imperio, está empezando a desmigarse, a deshacerse, y si en la Tierra la desaparición de la mitad del Imperio Romano supuso un periodo de 1.000 años de barbarie (aunque en realidad no fue así, la ciencia y el conocimiento se siguieron desarrollando a lo largo de esos siglos, pero no con la brillantez de la época anterior) aunque, y de acuerdo con los datos obtenidos gracias a la ciencia de la psicohistoria creada por Hari Sheldon, éste interregno será de 30.000 años antes de que surja un Segundo Imperio que reúna todos los mundos de nuevo bajo su liderazgo. Pero Hari Sheldon, el creador de la psicohistoria, una ciencia que permite predecir porcentualmente el futuro de grandes masas de personas, ha desarrollado un plan para que este período tan sólo sea de 1.000 años, ahora sólo le queda convencer al Gobierno del Emperador para poder llevar a cabo su plan estableciendo dos fundaciones a ambos extremos de la galaxia.
En líneas generales este podría ser el resumido argumento de Fundación de Isaac Asimov que nos voló la cabeza a todos y cada uno de sus lectores, una serie de relatos y novelas cortas publicadas en la revista Astounding Science Fiction a lo largo algo menos de una década (1942 a 1950) y recopilados en los libros Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación que tres décadas después se ampliaría con nuevos libros: Preludio a la Fundación, Hacia la Fundación, Los límites de la Fundación, Fundación y Tierra, que se publicarían entre 1982 y 1993. A esta saga se uniría también la conocida como Saga de los Robots y, décadas después, se ampliaría con libros de grandes autores de la ciencia-ficción (y que, mayormente, eran libros infumables, creo recordar que los leí todos y que tan sólo disfruté con uno).
La característica primaria de Fundación es que no se busca definir a los personajes, al menos en la primera trilogía, Asimov tira adelante con arquetipos (básicamente siempre es del tipo aventurero, más listo que el hambre y que se encuentra en el momento y sitio oportunos para triunfar) porque lo interesante es ver cómo se desarrolla la historia futura de la imperial empresa de Hari Sheldon y (cómo en la amplia mayoría de relatos e historias de los años 40) la mujer apenas tiene participación (al menos en el primer libro, considero que en los dos siguientes Asimov colocó a dos mujeres, abuela y nieta, en momentos clave en dos tiempos distintos), lo que cuenta es ver el desarrollo de la Fundación, cómo van avanzando según el plan de Sheldon, cómo se va construyendo un imperio cimentado sobre la ciencia… hasta que llega el Mulo, un mutante con poderes mentales que pone patas arriba la galaxia y que derrota y conquista a la Fundación… lo que desvelará la existencia de la Segunda Fundación y hará que ésta se lance en su búsqueda una vez se hayan superado los problemas que durante una década causó el Mulo.
Es una saga realmente interesante, con un claro reflejo de nuestra Historia con un Imperio Romano moribundo con los bárbaros llamando a sus puertas y con una época oscura, llamada Edad Media, que duró 1.000 años y retrasó considerablemente a la Humanidad. Esa visión pesimista del futuro es la que Asimov explota para Hari Sheldon sea capaz de crear la psicohistoria y así preparar la llegada de un Segundo Imperio milenios antes de cuando llegaría si se dejase al futuro campar a sus anchas. Lo atrevido del plan de Sheldon es que pondrá a todos sus seguidores en un planeta encargados de crear la Enciclopedia Galáctica, una suerte de depositario de todo el conocimiento e historia del saber humano, algo que les vendrá muy bien 35 años después, cuando llegará la primera Crisis de Sheldon, donde el futuro de Terminus se pondrá por primera vez en entre dicho cuando lo amenace el vecino reino de Anacreonte ansioso de conquistas y tierras.
Posteriormente llegarán varias Crisis Sheldon más hasta que el Mulo desbarate todo el plan con su irrupción.
A lo largo de todas estas historias Asimov no se preocupó demasiado de los personajes, incluso el de Hari Sheldon era un arquetipo de libro, por no hablar de Salvor Hardin, quizás tan recordado como el primero e igualmente mencionado cuando cada personaje ponga en sus palabras alguna frase supuestamente dicha por Hardin que justificará las acciones del personaje en cuestión, pero visualmente… sale en dos períodos.
La serie de Televisión de Apple TV +
Y ahora hablemos de Fundación, de Apple TV +, una serie en la que se nota que la casa de la manzanita ha metido MUCHO dinero, no hay más que ver la miríada de FX, los diseños o el vestuario de los personajes, puede que con cierta deuda hacia las películas de Star Wars (lo que es irónico dado que la trilogía original de Fundación precedió a las películas de Lucas por unos casi 30 años y hay mucho de la primera en las películas de George Lucas) pero no puede haber queja en este apartado porque es sencillamente espectacular.
Además se ha tomado buena nota de la ausencia de personajes femeninos a lo largo de las primeras historias de la saga y se ha optado por cambiar el género de varios personajes, como el de Gaal Dornick o el de Salvor Hardin, por nombra a algunos, esto es algo que no me molesta en lo más mínimo, siempre y cuando cumplan con su papel me es indistinto qué género tenga y me parece que es un detalle.
El problema viene a la hora de adaptar las novelas, no existe un solo personaje que esté presente físicamente en demasiados momentos, es decir, Hari Sheldon reaparecerá y tendremos el gustazo de ver la interpretación de Jared Harris en varias ocasiones en distintos momentos temporales, pero aparte de él tan sólo Salvor Hardin debería aparecer dos veces en un período de unos 30 años (si no lo recuerdo mal, la primera crisis es a los 50 años de la llegada a Terminus y la siguiente 30 años después) y Asimov no escribió NADA de lo sucedido entre ambos momentos, al igual que entre la decisión de exiliarse en Terminus y la Primera Crisis, pasan 50 años de los que no sabemos nada y los personajes de esos primeros años no reaparecen en los libros como tampoco lo hará Hardin, que aparece a los 50 años de la creación de Terminus y 30 años después, lo que obligaría a tener dos actores para el mismo papel y que la audiencia no sintonizase del todo con los personajes que deberían estar apareciendo y desapareciendo cada 4 capítulos.
Así que parece que Josh Friedman y David S. Goyer, creadores del concepto de esta serie, han optado por rellenar huecos (el parcialmente lamentable segundo episodio es uno de los de relleno) y por darnos unos cuantos protagonistas, por un lado tenemos a una muy poco expresiva Lou Llobell como Gaal Dornick que apenas transmite nada y de la que te cansas ya en el segundo episodio, a Jared Harris como Hari Seldon (genial elección), a Laura Birn como Demerzel (otro cambio importante de género), a Leah Harvey como Salvor Hardin y a la figura del Emperador, que tras las primeras páginas de la trilogía original desaparecía y no se volvía a saber de él pero que aquí se convierten en una Dinastía Genética que lleva gobernando el Imperio durante cuatro siglos (¿alguien aparte del primer emperador pudo pensar que tener a la misma persona al mando durante 400 años era una buena idea?) y que siempre es trina, es decir, tenemos a un joven Emperador (aquí un niño pequeño), a un Emperador en la media edad (un excelente psicópata interpretado por Lee Pace) y un Emperador anciano (Terrence Mann genial en su papel de viejo Emperador). Cada uno recibe el nombre que corresponde a su edad; Amanecer, Día y Anochecer (no recuerdo exactamente la traducción en castellano, en inglés son Brother Dawn, Brother Day y Brother Dusk) y la inspiración de Dune… en fin, que no me gusta que se inspiren en libros o películas dos o tres décadas posteriores a Fundación. Ya podemos acostumbrarnos a todos estos personajes porque van a permanecer a lo largo de los 10 episodios de la primera temporada, por lo que nos queda bastante claro que los acontecimientos se van a dilatar y se va a ir metiendo relleno “original” con el que poder dar más empaque a la trama y lograr que las Crisis Sheldon sean más impactantes (o al menos eso imagino yo).
Ahora hablemos de The Emperor’s Peace y Preparing to Live, los dos primeros episodios que Apple TV + estrenó el pasado viernes 24 de septiembre (para los que no lo sepáis Apple TV + vale 5 euritos al mes y además de esta serie podéis encontrar joyas como Ted Lasso, The Morning Show, For All Mankind o Banquete de Cuervos, sacan pocas cosas pero la mayoría son una delicia y desde hace unos meses ya tenéis la app en Android). Lo cierto es que The Emperor’s Pace es una maravilla, aunque puedas ver las inspiraciones de otras sagas de ci-fi, da gusto ver en vivo a los personajes de Fundación, la saga que las inspiró a todas (o casi todas). El episodio es realmente espectacular y no logras apartar los ojos de la pantalla. Todo está de lujo y estamos, a grandes rasgos, ante una más que aceptable adaptación del libro en la que se añaden cosas, como cierta acción violenta, que aportan a la trama.
Y después llega Preparing to Live que, por algún motivo aleatorio, nos traslada a la nave espacial que traslada a los futuros miembros de la Fundación a Terminus en una leeeentaaaaa nave (bueno, en realidad es porque al Emperador de Día le gusta hacer el mal por el mal y en vez de mandarlos en una rápida nos tortura, a los espectadores, con este episodio) en la que e personaje de Gaal Dornick es el que más sufre y hace sufrir, la escena que no está follando con su nuevo novio (al que ya le habla de tener hijos) está nadando o paseando por la nave con su traje de baño. Se me hizo insufrible a los pocos minutos, aunque ver como maquinaba el Emperador de Día y lo que acababa por hacer me mantuvo concentrando, el cliffhanger del final fue uno de esos WTF!! que hará que me abalance sobre el tercer episodio el próximo viernes por mucho que me haya aburrido con la primera mitad de este episodio.
Conclusión
El problema está, al menos para mi, en que la adaptación de los libros es compleja, se ha optado por hacer que los personajes permanezcan más en pantalla de lo que dictan los libros porque, a fin de cuentas, es a través de sus ojos que conocemos la historia, pero por desgracia el material que suple la carencia del original debería estar a la altura y en Preparing to Live… no han estado a la altura en absoluto. Buscaban crear algo de tensión, implicarnos con Gaal (lo siento por la actriz pero no me convence su actuación y encima las líneas que le han dado en este capítulo) y asustarnos con las acciones del Emperador, y tan sólo aciertan con lo último. Y eso después de darnos el maravilloso The Emperor’s Peace causa una complicada mezcla de sentimientos en el espectador, habrá que ver cómo siguen rellenando la trama porque al menos la historia original de Asimov garantizaba mucha épica y drama.
Aún con todo seguiré viendo Fundación (la razón por la que me aboné a Apple TV + hace 2 años, gracias a dios que también han sacado otras series muy buenas durante estos dos años) y es que me gustan muchos detalles de la serie, de lo visto hasta ahora, aunque me preocupa el relleno que nos van a ofrecer, pero espero que la serie remonte cuando comiencen las primeras Crisis Sheldon.
Yo me quedé a falta de 2 libros, creo, así que en algún momento tendré que ponerme al día. No…