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Varias películas malas de los años ochenta intentaron mezclar sin mucho éxito el mundo real con mundos imaginarios de espada y brujería (por ejemplo, “Masters del Universo” o “El Señor de las Bestias 2: La puerta del tiempo“), pero otras que han intentado la misma fórmula posteriormente han tenido mejor éxito (“Las crónicas de Spiderwick“, “John Carter” o “Bright“). Y es que, en general, no es fácil hacer creíble una historia donde elfos y dragones aparecen en mitad de las calles de la populosa Nueva York o se enfrentan a policías con pistola sin que nos coja la risa floja.

El caso de “Bright” es, para empezar, singular: en el incipiente mundo de las plataformas de streaming, allá por el año 2017 fue de las primeras en apuntarse al modelo del estreno exclusivo. En concreto en Netflix, y contó con el nada despreciable presupuesto de 90 millones de dólares. Dirigida por David Ayer, con un guión de Max Landis y protagonizada por Will Smith, Joel Edgerton (bajo bastantes capas de maquillaje), Noomi Rapace, Lucy Fry, Edgar Ramirez, Ike Barinholtz, Enrique Murciano, Jay Hernandez, Andrea Navedo, Verónica Ngo, Alex Meraz, Margaret Cho, Brad William Henke, Dawn Olivieri y Kenneth Choi, entre otros, nos contaba como en un mundo donde conviven criaturas fantásticas y humanos, Ward es un policía de Los Ángeles obligado a trabajar con Jakoby, el primer orco que entra en el cuerpo de policía. Mientras intentan superar sus diferencias personales en un mundo donde las tensiones entre especies abundan, se encargan de investigar un caso y descubren un peligroso objeto: una varita mágica que es capaz de conceder deseos, pero también es considerada un arma asesina. Una reliquia perdida que, de caer en las manos equivocadas, podría alterar el mundo tal y como lo concen.

Tras formar tándem en la frustrada, prescindible y olvidable “Escuadrón Suicida“, Will Smith y David Ayer volvieron a trabajar juntos en “Bright“, una cinta policíaca al más puro estilo “Bad Boys“, una ‘buddy movie‘ en la que hay criminales normales y policías normales, pero también hay orcos, hadas, brujas y otras criaturas de fantasía con los que nos cuentan que hemos convivido desde el inicio de los tiempos. Para su alivio, tras haber visto machacada su “Escuadrón Suicida” sin piedad (se lo merecía), la recepción de “Bright” fue correcta (la plataforma contó que más de 11 millones de personas habían visto la película en los primero tres días sólo en los EE.UU.), hasta el punto que en varias ocasiones se ha comentado la posibilidad de hacer una secuela, con el mismo dúo protagonista. Se habló de Louis Leterrier como director y de Evan Spiliotopoulos como guionista, pero a día de hoy no hay nada de nada.

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