Panini Cómics publica “A vicious circle #2“, la segunda entrega de una serie de cómics que explora viajes en el tiempo con un estilo visual impactante. En este volumen sigue la locura argumental, los personajes Thacker y Ferris viajan desde el Copenhague del 2090 hasta la Alemania nazi en 1938, enfrentándose a dilemas morales y cuestionando su enemistad. ¡Y también hay dinosaurios!
Llena de principio a fin con algunas de las ilustraciones más rompedoras del cómic actual, la segunda entrega de esta apasionante serie ve a Thacker y Ferris saltar del Copenhague de 2090 a la Alemania nazi de 1938. A medida que la historia retrocede hacia el asombroso final… ¿seguirán siendo enemigos acérrimos o hay algo más en su relación asesina que trasciende el tiempo? ¡El esperadísimo segundo volumen de la obra maestra moderna de viajes en el tiempo del artista Lee Bermejo y el escritor Mattson Tomlin dejará a los lectores sin aliento!
El segundo tomo de “A vicious circle” de Mattson Tomlin y Lee Bermejo finalmente ha llegado, y lo ha hecho tras una espera considerable de ocho meses en los Estados Unidos. Por suerte, en España no hemos tenido que esperar tanto desde el primer tomo que salió en abril. El tercer y último tomo está anunciado para noviembre, que está a la vuelta de la esquina. Esta entrega sigue la historia de los personajes Thacker y Ferris, llevándolos a través de diferentes épocas en su eterno conflicto. Sin embargo, en esta ocasión, la trama se adentra en los trasfondos de los personajes más que en avanzar la narrativa principal, lo que podría ser un punto de crítica para algunos lectores.
Lo primero que llama la atención es el arte de Lee Bermejo. Es innegable que su estilo es absolutamente deslumbrante, casi como si un alienígena con técnicas artísticas imposibles se hubiera infiltrado en la industria del cómic. Cada página es una obra maestra que captura la atención del lector, incluso cuando la historia en sí se detiene para explorar los orígenes y motivaciones de sus protagonistas. Bermejo utiliza su maestría para llevar a cabo escenas tan detalladas y atmosféricas que podrías quedarte mirando sus páginas durante horas, independientemente de lo que esté ocurriendo en la trama.
Sin embargo, aquí es donde surge uno de los primeros puntos de crítica. Aunque el arte es indiscutiblemente impresionante, este segundo tomo se siente más como un capítulo de relleno. La historia avanza muy poco, y aunque el trasfondo de los personajes es interesante, el ritmo se ralentiza considerablemente. Para una serie que promete tanto en su premisa, es un poco decepcionante que este número no avance de manera significativa la narrativa central. Parece como si a Lee Bermejo le apeteciera dibujar varios escenarios y elementos inconexos, solo para desarrollar técnicas pictóricas diferentes entre sí. Vemos dinosaurios, nazis, guerreros medievales, ciudades futuristas… ¡Es un cóctel que abruma gráficamente! Y que alucina. La splash con Hitler deja bizco. El dibujante está en su punto álgido y pocos hay como él (con perdón de Alex Ross).
Otro aspecto que merece mención es la estructura de la serie. Con solo tres números en total, uno esperaría que cada tomo estuviera cargado de desarrollo de la trama y giros argumentales que mantengan a los lectores en vilo. Sin embargo, al dedicar este segundo número a la exploración de personajes, parece que la historia general podría quedar comprimida y apresurada en el tercer y último tomo. Es una lástima que una serie con tanto potencial no tenga más espacio para respirar y desarrollarse. Aquí es donde surge la crítica más severa: “A vicious circle” se siente como un proyecto que debería haber sido mucho más largo. Imaginar una serie de diez o doce números, donde Tomlin y Bermejo pudieran realmente expandir su mundo y personajes, no parece descabellado. Una serie más extensa podría haber permitido un equilibrio más efectivo entre el desarrollo de la trama y la exploración de los personajes, algo que aquí se siente desigual.
Dicho esto, no se puede negar que Mattson Tomlin está tejiendo una historia intrigante. Su visión de un conflicto a través del tiempo, donde cada era presenta nuevos desafíos y dilemas morales, es fascinante. Pero esta fascinación podría verse frustrada por la estructura limitada de la serie. El guionista logra mantener el interés con diálogos afilados y situaciones llenas de tensión, pero uno no puede evitar desear que la historia tuviera más espacio para desplegarse. En fin, esta es una impresión personal, que no quita para decir que es fascinante. Seguramente, cuando panini la saque en un tomo integral, “A vicious circle” sea un superventas (si no lo es ya).
En resumen y para ir acabando, el segundo tomo de “A vicious circle” es un festín visual gracias al arte de Lee Bermejo, pero sufre en términos de avance de la trama y desarrollo de la serie en general. Es un número que parece detenerse demasiado en el trasfondo de los personajes cuando debería estar impulsando la historia hacia adelante. Con solo un número restante, queda la preocupación de si la serie podrá ofrecer una conclusión satisfactoria o si quedará como una oportunidad desaprovechada. Sin embargo, a pesar de estas críticas, sigue siendo una lectura obligada para los fans del cómic, gracias al deslumbrante trabajo artístico y a la intriga que Tomlin logra mantener, aunque de manera tenue, a lo largo de las páginas.
A vicious circle #2
Autores: Mattson Tomlin y Lee Bermejo
Fecha de publicación: Agosto de 2024
ISBN: 9788410513143
Formato: 24.5×31.5cm. Rústica. Color
Páginas: 56
Precio: 20,00 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…