Insólita propuesta de suspense acorde a las nuevas y prometedoras líneas argumentales del cine español, que arranca fuerte manteniéndote en vilo y va perdiendo fuerza conforme pasamos de lo costumbrista a lo fantástico.

 

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País: España.
Duración: 90 min.
Género: Drama, ciencia-ficción.
Reparto: Maribel Verdú (Maribel), Daniel Grao (Félix), Clara Lago (Eva), Blanca Romero (Cova), Carmen Ruiz (Sara), Miquel Fernández (Sergio), Antonio Garrido (Rafa), Andrés Velencoso (Hugo), Eugenio Mira (el profeta).
Guión: Jorge Guerricaechevarría y Sergio G. Sánchez; basado en la novela “Fin”, de David Monteagudo.
Producción: Fernando Bovaira, Enrique L. Lavigne, Mercedes Gamero, Belén Atienza y Mikel Lejarza.
Música: Lucio Godoy.
Fotografía: José David Montero.
Montaje: Carolina Martínez Urbina.
Dirección artística: Isabel Viñuales.
Vestuario: Irene Orts y Manolo Bonillo.
Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.
Estreno en España: 23 Noviembre 2012.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años.


Un grupo de amigos se reúne veinte años después de su último encuentro para rememorar la noche que vivieron entonces en un refugio de montaña, pero de pronto comienzan a ocurrir sucesos sin explicación….
Resulta irónico que en una película que se titula “Fin” lo peor sea precisamente su final, y es que da la sensación de que metidos en un berenjenal de proporciones cósmicas los guionistas no hubieran sabido por donde tirar para atar todos los cabos sueltos con una conclusión a la altura. Digo los guionistas porque los considero responsables del acabado del argumento aunque la película se basa en una novela de David Monteagudo y quizás lo único que han hecho es trasladar lo que en ella acontece, no lo sé, la verdad.
Dos aciertos a tener en cuenta en cualquier caso. Por un lado el hecho de que el director, Jorge Torregrossa, que hasta ahora había filmado capítulos de series de televisión como “Herederos”, “La señora” o “Tierra de lobos”, parece moverse como pez en el agua para resolver escenas relativamente complejas de filmar (como la de las cabras, la del lago o la de los perros) y por otro lado ese buen pulso que parece tener gestionando el suspense.
Hay una cosa indudable y es que cuando ves la película vas penetrando con sumo interés en ese pequeño mundillo que forma el grupo de amigos, consciente de que hay muchas cosas que no te han contado y que esperas que explosionen dramáticamente. Y también te atrapa ese fondo “sobrenatural” que les acecha y que es una amenaza constante a lo largo de todo el metraje.
La decepción llega cuando las expectativas que se han creado no se ven cumplidas. No sólo ello, es que la resolución está muy por debajo de lo que uno se espera, con lo que sale del cine hasta con cierto cabreo tras comprobar que no hay nada más allá de esa última escena y si quieres que lo haya te lo vas a tener que imaginar tú. He comprobado que el mosqueo es tanto mayor cuanto más joven es el espectador. En el cine había chicas jóvenes echando pestes y maldiciendo porque se habían quedado sin sus explicaciones.
En este caso no es que el final sea abierto, es que la película no cumple con lo que parecía prometer en una especie de coitus interruptus argumental y, vamos, el final parece hasta una tomadura de pelo porque el suceso con el que concluye resulta absurdo. ¿Basta el pasar la película en permanente tensión y permanente espera? Quizás a algunos os baste, me temo que a la mayoría no lo hará…..el que avisa no es traidor.