Planeta Cómic ha recopilado en un volumen los seis números de la grapa de “We stand on guard” y que firman dos talentos de la altura de Brian K.Vaughan y Steve Skroce. Ojalá la historia se hubiese alargado más, pero aún así queda un tomo bastante interesante.

We stand on guard (tomo)
Edición original: We stand on guard nº 01 a 06 USA
Guión: Brian K Vaughan
Dibujo: Steve Skroce
Color: A color
Formato: Comic-book, 40 págs. a color.
17,9€

Dentro de 100 años, una heróica banda de civiles canadienses deben defender sus hogares después de que los Estados Unidos los invadan. Una batalla superdetallada entre fantásticos luchadores por la libertad y unos robots condenadamente gigantes.

*El dibujante es Steve Skroce, autor estrella en los años 90 de Spiderman. Tan bueno en su nivel de detalle y narrativa que dejó el mundo del cómic porque Hollywood llamó a su puerta. Se encargó, de entre otros storyboards, de la trilogía Matrix. Ha vuelto al mundo del cómic sólo para colaborar con Vaughan y sólo para esta miniserie.

Soy un gran fan del trabajo de Brian K.Vaughan a lo largo de obras como Dr. Extraño: El Juramento, Runaways, Ex Machina, Y: El último hombre o Saga me ha ido enamorando con su prosa e ideas y convirtiéndome en un (casi) fiel fan de todo lo que llevase su firma. We stand on guard me había pasado algo desapercibido porque Vaughan se suele desarrollar mejor a lo largo de una buena cantidad de números y una miniserie de 6 números no me terminaba de convencer y porque, bueno, no tengo excusa, prefiero leerlo en tomos y pensé en esperar a que Planeta Cómic lo sacase así. Algo que ya ha hecho, así que por fin he podido disfrutar con él y sorprenderme con el notable trabajo de Steve Skroce.

We stand on guard se ambienta en el futuro, 2112, cuando la crisis por las reservas de agua empujará a los Estados Unidos a invadir Cánada para robarles el agua comportándose, además, como una fuerza de conquista NADA amigable que encarcela en campos de concentración a los disidentes o a cualquiera sospechoso. Sólo unos pocos valientes resisten, entre ellos, Amber, una huérfana de guerra (a través de sus inocentes ojos de niña conoceremos cómo fue la invasión de Cánada) que se une al Pack 24, aparentemente de los últimos de la Resistencia, para golpear a unos Estados Unidos con problemas de abastecimiento de agua y de levantamientos que ha basado su recuperación en el agua robada al país vecino, al que no han dudado en someter por completo con su brutalidad habitual alegando que fueron ellos los que atentaron contra los USA (¿os suena? Pues id repasando un poco la historia de los USA a finales del XIX, todo el siglo XX y comienzos del XXI). Amber y el Pack 24 serán atacados con fuerza por los Estados Unidos en una batalla suicidada para los canadienses.

Ya sabréis que leer a Brian K Vaughan es deslumbrarse con su talento y encontrar dobles lecturas, en We stand on guard no es necesario investigar mucho para darse cuenta de que es una crítica a la (sucia) política exterior de los Estados Unidos (mucho más actual ahora que cuando fue escrito) y desde luego no me duelen prendas en reconocer que quizás la crítica se haya comido gran parte de la historia, pero me ha encantado leer la historia del tirón, cuando creo que es más disfrutable.

Hacía mucho que no me encontraba con un trabajo de Steve Skroce, autor de títulos como X-Man, El Asombroso Spiderman o Youngblood, aunque lo conoceréis más, quizás, por haber hecho los storyboards de películas como Yo, robot, V for Vendetta, Speed Racer o Jupiter Ascending, vuelve a recordarnos lo buen dibujante que es y cómo sabe narrar. Personalmente me encanta su trabajo, siempre, y lo mismo sucede con su trabajo en We stand on guard.

Siempre suelo lamentarme de que las ediciones TPB de Planeta Cómic no suelen acompañarse de material extra, pero este volumen recoge los correos de lectores de la grapa, diseños de personajes… es una edición superior a la grapa, por formato y contenidos.

En definitiva, puede que We stand on guard sea una historia menor de Brian K Vaughan, pero es una historia menor de Vaughan dibujara por Steve Skroce, y eso es un extra importantísimo.