Dolmen Editorial publica el segundo tomo de la actual andadura del Príncipe Valiente, allí donde lo dejó el coleccionable de Planeta de Agostini. Incluye íntegro el año 2013, con Mark Schultz a los guiones y Tom Yeates dibujando. Y la historia continúa fluyendo sin altibajos.
Príncipe Valiente 2013
Edición original: Prince Valiant USA
Guión: Mark Schultz
Dibujo: Tom Yeates
Color: A color
Formato: Libro cartoné, 56 págs. a color.
Precio: 14 euros
La vieja leyenda de una espada. Val cabalga. De la mano prodigiosa de su creador, HAROLD FOSTER, hemos seguido las aventuras del Príncipe Valiente desde su infancia en el exilio británico, y lo hemos conocido adolescente, joven caballero, hombre casado, padre de una inmensa prole. Lo hemos visto enamorarse y sufrir crisis románticas, perder amigos, deambular por la civilización clásica en descomposición, servir al rey Arturo y viajar de un lado a otro del mundo conocido en esa Edad Media imposible donde Foster, pese a su realismo estético, alterna diversos siglos sin que chirríen las armaduras romanas con los arreos neorrománticos de los caballeros andantes. Val, Aleta y sus hijos, al contrario que casi todos los demás personajes de la historieta, acusan el paso de los años y crecen, maduran y envejecen. Hay una historia asumida. El tiempo mismo es un personaje más de las historias. Ochenta años después de su creación, la serie sigue más viva y emocionante que nunca. Con los guiones de MARK SCHULTZ y los dibujos de TOM YEATES. Un Príncipe Valiente que es nuevo y a la vez es clásico, respetuoso con su historia, y moderno: emocionante, trepidante, con alguna incursión en lo fantástico, como fue el intento primero de su creador al principio de la saga
Mark Schultz comentó sobre esta obra maestra de Harold Foster:
“Es genial como ninguna, innovodara e influyente”.
Continuar al guión es un reto absoluto. Heredó la obra de Cullen Murphy, que había sido colaborador directo de Harold Foster desde 1970. Con Gianni a los dibujos, Schultz trazó la trayectoria del personaje con la limpieza narrativa habitual. Los hijos crecen, más que los protagonistas, que mantienen el brío y la juventud física de siempre, pero ven reforzada su sabiduría con el paso de los años. Thomas Yeates sustituyó a Gianni en el anterior tomo, y poco a poco va haciendo suya la parte gráfica y nos regala planchas como la 3988, de una belleza absoluta. Su influencia de Foster es más que notable en su nueva andadura, sobre todo en algunos rostros. Pero completar una página semanal de esta catadura no es tarea sencilla y en alguna de las planchas se nota alguna pequeña carencia en el dibujo, como por ejemplo en la 4010. Con todo, el trabajo de Yeates sigue siendo una maravilla para la vista y se nota su esfuerzo por hacer un gran trabajo.
En la parte de guión, Schultz continúa con el viejo truco de colocar historias más simples o cotidianas, como el viaje en barco familiar, tras sucesos más graves o belicosos, como la refriega de Lockbramble. Los elementos fantásticos están casi ausentes en este tomo, aunque la parte final a lo Jason y los argonautas auguran un próximo volumen plagado de de ellos.
Otros temas de más actualidad que descolocan al mismo Príncipe Valiente, como la creación de una democracia en Lockbramble, están tratados muy sutilmente. O el divorcio de una de las gemelas, por temas relacionados con la magia. Encaja perfectamente en la historia y es consecuente con los personajes. Schultz trae de vuelta a secundarios habituales, un gran acierto por su parte.
Además, Schultz consigue perfectamente dejar expectante al lector página tras página, haciendo uso del cliffhanger de la última viñeta. De hecho, para el siguiente año, la historia ha quedado interesantísima. No puedo esperar a tener el integral del 2014 entre mis manos.
La edición de Dolmen incluye el artículo de rigor de Rafael Marín, traductor y corrector del volumen. En esta ocasión he detectado tres erratas en los textos (hemos mejorado respecto al anterior volumen). Lo que me hace aconsejar que se debería buscar un segundo corrector para dejar la cosa más niquelada.
Por lo demás, un tomo impecable, y no me cansaré de repetir que colocar el título de la última viñeta ha sido una mejora considerable respecto a la edición del coleccionable. ¡Dolmen se ha matriculado cum laude con este título!
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…