“Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez” relata el caso de unos hermanos condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menendez. Mientras que la acusación sostenía que el móvil del crimen fue heredar la fortuna familiar, los hermanos aseveraban —y siguen haciéndolo en la actualidad, mientras cumplen cadena perpetua sin posibilidad de condicional— que sus actos fueron la consecuencia de toda una vida de terror y abusos físicos, emocionales y sexuales.