“Los señores de la muerte” (Olivie Blake, Umbriel)

No voy a negar que lo primero que me llamó la atención de Los señores de la muerte fue esa portada y la premisa de utilizar a la Muerte, humanizándola, con su ahijado como protagonista. Una mezcla con el romance, la mitología y unas bien escogidas dosis de humor que demuestran el talento de Olivie Blake.

Los señores de la muerte
Olivie Blake
Traducción: Natalia Navarro Díaz
448 páginas
15 x 2.9 x 23 cm
Previo
Precio: 19,9€

EXISTE UN JUEGO AL QUE JUEGAN LOS INMORTALES.

SOLO HAY UNA REGLA: NO PUEDES PERDER.

Viola Marek es una agente inmobiliaria en apuros, además de vampira. Pero, en estos momentos, su mayor problema es que la casa que tiene que vender está encantada. El fantasma que la habita murió asesinado y se niega a abandonarla hasta que resuelva el misterio de cómo falleció.

Fox D’Mora es médium y, aunque es un auténtico fraude, no es del todo inútil teniendo en cuenta que es el ahijado de la Muerte.

Cuando Viola recurre a Fox para pedirle ayuda con el fantasma de la mansión, este se ve inevitablemente envuelto en una misión que ni Viola ni él esperan (ni desean). Pero con la ayuda de un poltergeist rebelde, una entrenadora personal demoníaca, un ángel mordaz, un segador enamorado y varias criaturas adeptas al mindfulness, Vi y Fox descubren que la diferencia entre un misterioso amor perdido y un cadáver molesto no es tan evidente como pensaban.

Umbriel Editores nos ha sorprendido con la edición de Los señores de la Muerte, el cuarto libro de Olivie Blake que publican en España, y es que debería haber especificado que la sorpresa viene por el buen trabajo realizado por Blake en este libro en el que no evita, ni parece querer evitarlo, homenajear a Terry Pratchett, posiblemente el autor que más ha utilizado a la Muerte como personaje en la literatura anglosajona.

Los señores de la Muerte nos habla de Fox D’Mora, un humano que evadió su destino porque su padre fue tan sagaz como para nombrar a la propia Muerte como padrino de su hijo recién nacido. 200 años después la propia Muerte nos presenta a Fox como “un mierda”, un ser humano que está dispuesto a hacerse pasar por médium para aprovecharse de ser el ahijado de la muerte y dar algo de consuelo a sus clientes que quieren saber de seres recientemente fallecidos. Y así lo conocemos, precisamente en una sesión que acaba demostrando que Fox no es la mejor de las personas.

Por el contrario Viola Marek es una pobre mujer a la que convirtieron en vampira, técnicamente es una aswang, un vampiro de ascendencia filipina que se convierte en… gato, desde su no solicitada conversión Viola ha procurado ser un ser humano decente, tan sólo una vez su sed de sangre la llevó a devorar el corazón de un humano, y actualmente trabaja en una inmobiliaria pero está teniendo dificultares para vender una preciosa mansión por culpa de Thomas Edward Parker IV que no parece darse cuenta de que ha muerto y que debería dejar que la vida siga y su mansión pase a otras manos. Viola deduce que aún tiene asuntos pendientes por lo que acabará pidiendo la ayuda de Fox D’Mora quien acepta ayudarle hasta que las cosas se complican extraordinariamente. La muerte ha sido capturada. Los muertos no pueden seguir adelante. Los ángeles quieren que Fox lo arregle todo. ¿Y no es ese Brandt, mi antiguo amante al que no he visto en dos siglos?

Vamos a dejarlos claro. Los señores de la Muerte no es una obra maestra de la literatura ni pretende serlo, pero es una lectura muy entretenida, Olivie Blake no se conforma con tener dos o tres personajes sino que nos invita a conocer a un grupo de personajes que intentarán resolver el problemilla de la Muerte, que tiene que ver con un juego al que sólo juegan los inmortales. En el trayecto tendremos misterio y conflicto a partes iguales, con un desarrollo de personajes y un Fox D’Mora que se apodera de la historia, a fin de cuentas es el ahijado de la Muerte, y que luchará por mantener su cordura con tantos personajes alrededor suyo y con Brandt tan cerca suyo de nuevo.

Hace unos años que no es raro encontrar personajes LGTBQ en los libros de fantasía y en los que éstos no están tan delicadamente integrados, Blake nos hace disfrutar con la locura de la vida de Fox y de sus sentimientos tanto que es difícil no imaginar que veremos alguna continuación de este libro, aunque sus tramas están cerradas.

La edición de Umbriel es perfecta, con una portada que llama poderosísimamente la atención y que nos obliga a leer la sinopsis y para entonces ya es tarde, el libro te ha atrapado.

En definitiva, voy a tener que leer el resto de libros de Olivie Blake porque he disfrutado mucho con Los señores de la Muerte, quizás no abuse del humor como Pratchett (y entiéndase que adoro cada palabra escrita por el escritor inglés) pero a cambio nos atrapa también con un enigma y varias relaciones personales bien enrevesadas.