Allá por el año 2014 la editorial madrileña de cómics Dib·buks acababa de cumplir su primera década de vida y, para celebrar su cumpleaños, nos sorprendieron con una noticia tan inesperada como deseada: iban a incorporar a Spirou y sus amigos a su selecto catálogo. El primer lanzamiento fue toda una declaración de intenciones: “El botones de verde caqui” de Yann y Schwartz, que formaba parte de una colección especial de álbumes ‘one-shot‘ titulada “Una aventura de Spirou y Fantasio por…“.

En los albores de la segunda guerra mundial, Fantasio se ha alistado y está convencido de que los franceses y sus aliados aplastarán a los alemanes. Mientras tanto, Spirou sigue son su trabajo de botones. Su encuentro con un pintor censurado por los nazis le volverá consciente de la complejidad de la situación de los judíos.

Las aventuras de Spirou y Fantasio fueron creadas originalmente por Robert Velter ‘Rob-Vel’ para la revista de Jean Dupuis “Le Journal de Spirou” en 1938, y es uno de los clásicos eternos e imprescindibles del cómic europeo.
Grandes guionistas y dibujantes han asumido el reto de dar forma a las aventuras de Spirou a lo largo de su longeva vida, y algunos de ellos lo han puesto al día cuando ha sido necesario, modernizando al personaje al ritmo que marcaba el tic-tac del reloj, adaptando sus historias a los tiempos, manteniendo personajes e historias tan modernos como el primer día, aunque sin desvirtuar el alma de los diseños y las ideas originales creadas originalmente por Robert Velter ‘Rob-Vel’ para la revista de Jean Dupuis. Sí, Spirou tiene varios padres, cada uno con su estilo y muchos de ellos han dejado su huella en el personaje y hoy son referentes ineludibles del BD francobelga: Jijé (creador de Fantasio), Franquin (creador de Zorglub), Janry y Tome (creadores de la versión infantil del personaje, el pequeño Spirou), Fournier, Émile Bravo, Olivier Schwartz, Yves Chaland, José Luis Munuera, Morvan, Yoann, Fabien Velhman,… Un relevo generacional ininterrumpido de autores de gran nivel que han trabajado en sus aventuras, así como en los spin-off o hors-série, hasta sumar un total de más de sesenta álbumes publicados realizados por casi treinta autores distintos, entre dibujantes y guionistas, que han mantenido a Spirou tan joven como el primer día. Álbumes que, en su mayoría y afortunadamente, han ido llegando a nuestro país y en nuestro idioma. Hoy en día, de la mano de Dib·buks.

La esperanza pese a todo” de Émile Bravo, continuación cronológica de “Diario de un ingenuo” y publicada en castellano la editorial madrileña Dib·buks, forma parte de una serie que se desarrolla al margen de la serie principal del personaje, una colección especial de álbumes ‘one-shot‘ titulada “Una aventura de Spirou y Fantasio por…“, con volúmenes autoconclusivos creados por artistas invitados como Yoann y Vehlmann (“Les géants pétrifiés”), Frank leGall (“Les marais du temps”), Tarrin y Yann (“La tumba de los Champignac”), Fabrice Parme, Lewis Trondheim y Véronique Dreher (“Pánico en el Atlántico”), Tehem, Makyo y Toldac (“La mascarada”), Benoît Feroumont (“Fantasio se marie”), Frank Pé y Zidrou (“La luz de Borneo”), Sente y Verron (“Il s’appelait Ptirou”), Filippi y Lebeault (“Fondation Z”), Olivier Schwartz y Yann (“Un botones de verde caqui”, “La mujer leopardo” y “Le Maître des Hosties Noires”) y el autor que hoy nos ocupa, Émile Bravo (“La esperanza pese a todo” y “Diario de un ingenuo”). A día de hoy, un total de catorce álbums publicados en francés por Dupuis de esta colección de relatos alternativos e independientes de Spirou, y éste es justamente el décimocuarto y último volumen de la numeración francesa, publicado originalmente en el año 2018 en nuestro país vecino.

El autor de “La esperanza pese a todo” (“L’espoir malgré tout“) es Émile Bravo, parisino de padre español y madre francesa que a principios de los años noventa fundó el estudio colectivo de dibujantes de cómic franceses Atelier Nawak, junto a Lewis Trondheim, Christophe Blain, Joann Sfar o Fabrice Tarrin, y después Atelier des Vosges, al que se incorporaron Frédéric Boilet, Marjane Satrapi y Marc Boutavant. Todos ellos, autores del nueva ‘bande dessinée‘ que emergió a finales del siglo XX. Premiado en varias ocasiones en el festival de Angoulême, en 2008 realizó su primera incursión en el universo de Spirou con “El diario de un ingenuo“, que ubicaba al personaje en un contexto previo a la Segunda Guerra Mundial, como botones de un hotel, el Moustique, frecuentado por estrellas, famosos y por los alemanes y polacos que intentan evitar la invasión.
Repleto de guiños y cameos, desde Tintín hasta Krazy Kat, con el contrapunto humorístico de Fantasio, “La esperanza pese a todo” es una obra agridulce pues está ambientada en el año 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, antes y durante la invasión alemana de Bélgica, y refleja, a través del joven botones del Moustique cómo vivió la población belga el conflicto bélico más grande y sangriento de la historia de la humanidad. No en el frente de batalla sino en la piel de los civiles. La ingenuidad de las aventuras de Spirou dan aquí un paso adelante, para ofrecernos el álbum más maduro del popular personaje de cómic.
La historia cuenta que a principios de los años cuarenta las calles de Bruselas ya estaban ocupadas por las tropas alemanas que se extendían por Europa sin que nadie pareciera capaz de detener su avance. Los ejércitos ‘boche‘ dominaban Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia desde 1940, y los belgas habían capitulado tras sólo tres semanas de enfrentamientos. La mayor parte del país fue liberado por las fuerzas aliadas entre septiembre y octubre de 1944, y los libros de historia elogian la fortaleza de su gente frente a las tropas alemanas que se habían adueñado de su país y dicen que fueron muchos los belgas que se involucraron en la resistencia de forma armada o pasiva contra las fuerzas nazis. Pero toda foto brillante tiene un negativo oscuro, y algunos también decidieron colaborar con los invasores. De hecho el apoyo de parte de la población belga le permitió al ejército alemán reclutar hasta dos divisiones de las Waffen-SS en Bélgica y también contribuyó a facilitar la persecución de los judíos belgas, y hasta 25.000 fueron asesinados. En 2007, en un informe del Centro de Investigación Histórica y Documentación sobre la Guerra y la Sociedad Contemporánea, un grupo de historiadores concluyó que Bélgica ofreció una “máxima colaboración administrativa” a las fuerzas alemanas.
Bravo construyó la historia de “La esperanza pese a todo” en cuatro álbumes (“Un mal principio”, “Un poco más cerca del horror”, “El principio del fin” y “Un final y un nuevo principio”), a partir del libro “L’évolution du sentiment public en Belgique sous l’occupation allemande” que el abogado y periodista Paul Struye, miembro de la resistencia belga, escribió con las notas que iba tomando durante la guerra. Como decía el genial autor en una entrevista reciente en “El Periódico“, “En este cómic hay muertos, hay personajes que mueren. No viven una aventura, como dice Fantasio, sino que, como le rectifica Spirou, es la guerra“. Bravo no evita hablar de nada, y afronta sin tapujos asuntos tan delicados y sensibles: como judíos perseguidos, juventudes hitlerianas, refugiados, bombardeos, huérfanos, miseria y hambre, colaboracionismo,… Una mezcla equilibrada de acción, humor, historia, humanismo y crítica social que, sorprendentemente, funciona.

Tengo la impresión que las aventuras de Spirou se han adaptado muy bien al paso del tiempo, tanto por las historias que nos han ido contando a lo largo de los años como por los distintos autores que han recogido el testigo desde que, en 1938, Rob-Vel creó el personaje. Con él hemos viajado hasta los Siete Budas para rescatar a Longplaying, nos enfrentamos a John Helena y los Hombres Burbuja para recuperar el pecio del ‘Discreto’, ayudamos a Marcelin Switch a rescatar al rey Ladislas de Bretzelburg, nos adentramos con Seccotine en las selvas de Palombia para conocer los signulares hábitos de la familia del Marsupilami, luchamos por detener a la androide Cianuro,… pero además Dib·buks ha recuperado obras inéditas en castellano y nos ha permitido adentrarnos en el universo singular de “Una aventura de Spirou y Fantasio por…” que nos ofrece álbums tan indispensables como “La esperanza pese a todo” de Emile Bravo.

La esperanza pese a todo.
Autor: Émile Bravo
Color: Fanny Benoit
Traducción: Lorenzo F. Díaz
Colección: Una aventura de Spirou y Fantasio por…
ISBN: 978-84-17294-50-2
Formato: 24x32cm. Cartoné. Color.
Páginas: 80
Precio: 20,00 euros