Tercer episodio de Juego de Tronos, que lleva por título La Justicia de la Reina, en el que, una vez más, vemos cómo se hacen las trampas argumentales necesarias para que los “malos” acaben pasando, otra vez más, por encima de los pardillos “buenos”.Avisados estáis de que esto es un resumen de La Justicia de la Reina, y está lleno de spoilers.
Por fin ha llegado el momento, Jon Snow y Daenerys Targaryen se encuentran y comienza la típica pelea de “yo soy la reina de los 7 Reinos”, “yo el Rey en el Norte”, etc. Eso sí, antes asistimos al reencuentro de Jon con Tyrion Lannister que de paso sirve para que Jon alucine al ver a los dragones por primera vez… Y ya veremos si alguno de los dragones le echa el ojico para que sea su jinete…
Entre medias Melisandre evita encontrarse con ser Davos y Jon, a la par que anuncia que regresará a Volantis aunque está destinada a morir en tierra extranjera… al igual que Varys (y se lo suelta así, de sopetón).
De la conversación inicial entre Daenerys y Jon poco se puede sacar, ya que ésta no para de exigir a Jon que le jure lealtad y éste no está por la labor de hincar la rodilla, por muy Targaryen que sea. Vamos, que de momento todo queda en tablas y Jon, y sus hombres, desarmados y “hospedados” en RocaDragón. Y suerte que estaba el Caballero de las Cebollas por medio para poner mesura, y sacarle la cara a Jon, que si llega a ser por estos dos… mal acaba la reunión.
Por “suerte” Varys tiene que anunciar el destino de la flota de los Greyjoy mientras vemos cómo Theon es rescatado por uno de los barcos de su flota… uno de los “dos o tres” que han sobrevivido.
Así que vemos cómo Euron Greyjoy entra en Desembarco del Rey (ojito al recorrido que hacen los “malos” en Juego de Tronos, dos misiones de Daenerys que salen a la vez, a Dorne y a Roca Casterly y…) con sus prisioneras Arena y con su sobrina Yara.
Ante estos regalos Cersei Lannister se emociona y le promete a Euron lo que éste quiere (desposarla y contertirse en Rey de Poniente, que ya podemos imaginar que no se precisamente como Rey-consorte), pero al final de la guerra. Así que, emocionado Euron le pide a Jamie consejitos sexuales sobre cómo manejarse con Cersei… sí, sí, imaginaos la cara de Jamie.
Y llega el momento de la venganza de Cersei, algo que los fans de Juego de Tronos hemos venido esperando y el momento que da el título a este capítulo, La Justicia de la Reina, cuando Ellaria Arena es encerrada con su hija superviviente, ¿Elia? ¿Obella? (la que tonteaba con Bronn, son tan prescindibles que ni el nombre dicen en este capítulo), pero Cersei la envenena con el mismo veneno con el que se asesinó a Myrcella Baratheon, y decide que Ellaria verá morir a su hija… y también cómo el cadáver de ésta se va descomponiendo con el paso del tiempo. Un cruel castigo… pero merecido y la verdad es que se ve a Cersei como madre y no como reina-sádica con lo que es inevitable empatizar con ella, al menos en este momento (y cuando voló el Septón Supremo por los aires).
Ah, Cersei y Jamie vuelven a encamarse, pero esta vez Cersei no se digna en ocultarle a nadie que se acuesta con su hermano… al final mi teoría de que éstos al final se casan igual se convierte en realidad…
Los Lannister siempre pagan sus deudas, quizás por eso el Banco de Hierro se presenta ante Cersei a reclamar todo lo que su padre, y anteriormente su exmarido, dejaron a deber, y la nueva reina les promete pagar en 15 días (baja un momentito al cajero automático que está en Alto Jardín) y les recuerda que Daenerys les ha dejado sin el negocio de los esclavos.
Nuevamente Jon y Tyrion hablan, en esta ocasión la Mano de Daenerys le promete su ayuda, Jon responde pidiendo vidriagón. Algo que Tyrion ya consigue en la siguiente escena: “dadle algo no dándole nada” (es un genio).
Toca ver una conversación entre Jon y Daenerys, y aunque no parece que ésta crea a Jon, y después de escuchar a Tyrion, aceptará permitir que Jon y sus hombres extraigan el vidriagón.
Sansa, mientras tanto, está en Invernalia mirando de abastecer bien el castillo mientras Meñique le mete miedo con Cersei y le da una lección de vida: “en tu mente todos los enemigos pueden ser amigos, y viceversa, analiza y visualiza todo en tu mente y así nada te sorprenderá”. Sansa no puede contestar a Meñique apropiadamente porque Bran reaparece en Invernalia y la alegría de recuperar a uno de sus hermanos vida tapa todo lo demás.
Así que toca escena de felicidad, ¿verdad? Y es que todos sabemos que Sansa adora a Jon Nieve (¡ja!) así que casi lo primero que le dice a Bran es que él es el heredero legítimo de los Stark y que él debería ser el Rey en el Norte, pero Bran le dice que él pasa, que bastante tiene con ser el Cuervo de Tres Ojos (algo que le demuestra a Sansa al hablarle del día de su boda en Invernalia, aunque puede que tenga que ver con que Bran pueda ver pasado, presente y futuro, y sepa que Sansa va a liarla parada en breve).
En la Ciudadela vemos cómo Jorah Mormont ya está libre de la soriagris, gracias a Sam, y recibe el “alta”… mientras Sam recibe una felicitación… y el castigo de tener que copiar un buen montón de rollos y pergaminos que están cerca de pudrirse (“charlita y multita” que diría Esperanza Aguirre). Jorah y Sam se despiden como amigos.
Y llega el momento bélico del capítulo de La Justicia de la Reina y, la verdad, o bien se quedaron sin tiempo, o bien no se quería gastar aún más dinero y es que en apenas cinco minutos vemos cómo los Inmaculados conquistan Roca Casterly para que, al minuto, Euron destruya tu flota (sí, sí, el que estaba luchando contra la flota Greyjoy al final del episodio anterior, después en Desembarco del Rey y después en Roca Casterly… es Omnipresente, y es que recordemos que los Inmaculados partían de RocaDragón a la vez que los Greyjoy se iban a Dorne) y los deje atrapados en tierra.
Mientras tanto vemos cómo Jamie, otro qué también se mueve superrápido, encabeza el ejército Lannister, rinde Alto Jardín y captura a Lady Olenna Tyrell a la que ofrece un veneno para evitar la Justicia de la Reina… Lady Olenna lo acepta y una vez ingerido confiesa a Jamie que ella asesinó a Joffrey… exculpando así a Tyrion… al que, francamente, le da igual. Por cierto, queda claro que el papá de Sam se ha unido a la causa Lannister lo que quizás explique la conquista-exprés de Alto Jardín.
Estamos ante un episodio en el que se busca que sucedan demasiadas cosas… tanto que la trama temporal no hay por dónde cogerla (sigo cabreado por la velocidad a la que viaja Euron) y la estupidez e ingenuidad de los “buenos” es algo ya… para matarlos. Veremos cómo avanza la trama en The Spoils of War, pero de momento no podemos quejarnos de cómo ha estado La Justicia de la Reina, al menos no demasiado.
Y a todo esto…
¿Alguien sabe qué ha sido de Arya Stark? Porque nos despedimos de ella mientras iba camino de Invernalia y en este capítulo, que sepamos, no la ha visto nadie… Y otro detallito, Bram Stark ve el pasado, todo el pasado, y acaba de llegar a Invernalia también… ¿no os parece que Meñique tiene los días contados? Hasta ahora nadie sabía de su traición a los Stark, doble o triple traición, pero ahora la Ponientepedia de 3 ojos está junto a él mientras Una Chica se acerca… Futuro negro el que espera a Meñique… A no ser que los guionistas hayan decidido que los Stark sigan siendo tan estúpidamente honrados incluso con el hombre responsable de la muerte de su padre, de su tía, de la violación de Sansa, de…
Buena crónica Vic. Los “buenos” (yo soy de Jamie) han de ser tontos, si no ganarían rápidamente
Gracias Rubén, a ver, que entiendo que han de ser tontos para que les cueste un poco ganar, pero… ¿tanto? Es decir, vamos, los Tyrell deberían haber estado, como mínimo, algo preparados, se supone que sus ejércitos iban a atacar Desembarco del Rey y parece que estuviesen de barbacoa. Y los Inmaculados… bueno, esos no tienen demasiada culpa de que Euron y sus naves hayan sido teletransportados a miles de millas de distancia mediante ¿magia argumental?
De la experiencia se aprende, imagino…
En cuanto a Jamie… él dejaría arder los 7 Reinos por estar con Cersei… o al menos antes, ahora ya no estoy tan seguro.
Es el más íntegro de todos… seguirá en la brecha
Bueno, íntegro… más bien dedicado y fiel a su hermana… y poco, o nada, más.