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Todo el mundo ya lo sabe: el domingo pasado, durante la gala de los Oscars, se dio un sobre equivocado a los presentadores del premio a Mejor película. Warren Beatty, acompañado de Faye Dunaway, dieron el premio a la Mejor Película a “La La Land” en lugar de a “Moonlight” porqué en sus manos tenían el sobre equivocado, un sobre que correspondía al anterior galardón, entregado a Emma Stone como mejor actriz por “La La Land”. ¿Qué pasó? ¿Quién metió la pata?

Pues hay dos culpables. Uno, la empresa Price Waterhouse Coopers (PWC), que lleva 83 años gestionando el sistema de votación en nombre de la Academia de Hollywood. El otro, el socio de la empresa Brian Cullinan, que estaba tuiteando en el Dolby Theater, haciendo fotografías a Emma Stone y otros de los premiados, momentos antes de dar el sobre equivocado (en color rojo con letras impresas en dorado a diferencia de otros años) a Warren Beatty y a quién la empresa también reprochó que no hubiera seguido los protocolos para corregir el error con rapidez puesto que tuvo que ser uno de los productores de “La La Land” quien reveló la verdad a todos los espectadores del teatro y al mundo entero.

En los EE.UU. del presidente Donald Trump, el señalado Brian Cullinan se irá a levantar el muro de México.

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