Tras el arco argumental “Una muerte en la familia” Harley Quinn se veía libre de las cadenas que la unían al Joker y podía evolucionar como personaje, de la mano de Jimmy Palmiotti, Amanda Conner y Jeremy Roberts veremos cómo lo hace en un camino en el que la locura, el humor negro y grandes dosis de violencia van de la mano, en un contundente volumen que recopila 9 números de la serie estadounidense.
Harley Quinn n 1
Edición original: Harley Quinn núms. 0 a 8 USA
Guión: Jimmy Palmiotti, Amanda Conner
Dibujo: Darwyn Cooke, Sam Kieth, Walter Simonson, Jim Lee, Charlie Adlard, Amanda Conner, Bruce Timm, Adam Hughes, Becky Cloonan, Chad Hardin, Dave Johnson, Dan Panosian , Tony S. Daniel, Tradd Moore, Stephane Roux, Art Baltazar, Jeremy Roberts
Color: Paul Mounts, Alex Sinclair
Formato: Libro rústica, 200 págs. A color.
18,5€
Harleen Quinzel era una ambiciosa psiquiatra del Asilo Arkham que se atrevió a tratar al Joker… O, por lo menos, lo intentó. Terminó enamorándose del villano y, cuando lo ayudó a escapar, este la lanzó a la cuba de residuos tóxicos que le había dado su aspecto habitual. Transformada en Harley Quinn y loca de remate, la joven delinquió junto al Joker y terminó en la cárcel, donde la reclutaron a la fuerza para el Escuadrón Suicida. Pero tras sobrevivir recientemente a un reencuentro con su “pastelito”, ha llegado la hora de volar en solitario.
Nunca entenderé la hipocresía yankie, estamos ante un personaje, Harley Quinn, creado por Paul Dini y Bruce Timm en 1992, que, básicamente, ha sido maltratada por el Joker a todos los niveles posibles y que, sin embargo, sigue perdidamente enamorada de su maltratador. Pero luego en los USA se rasgan las vestiduras porque Milo Manara dibuja una Spider Woman demasiado sexy o Batgirl sale dibujada aterrada en una portada junto al Joker… ante todo buen rollito y poco sexo que, quién sabe, con un milagro tal vez, en alguna realidad alternativa, un niño comprará un cómic y se escandalizará, y eso no se puede consentir, otra cosa ya es que un niño coja un cómic de Batman y entienda que el Joker maltrata a Harley, los niños no son TAN listos… ¿verdad?.
El caso es que si un niño compra este primer volumen de Harley Quinn seguramente sí se escandalizará, pero básicamente lo hará por el despreocupado nivel de violencia que se exhibe en sus páginas, y es que en muchísimos momentos parece que estemos en las series de un Lobo o un Masacre desatados, ciertamente el matrimonio formado por Jimmy Palmiotti y Amanda Conner no se cortan un pelo y se recrean muchísimo en la violencia con un humor negro que le encaja al personaje, sobre todo si tenemos en cuenta su sórdido pasado.
Así veremos como Harley hereda, no se sabe de quién, un edificio en Coney Island que parece una parada de frikies y monstruos y en donde encaja perfectamente, por desgracia tendrá que buscar fuentes de ingresos alternativas para mantener en marcha un edificio que le encanta y al que, por fin, puede llamar hogar. Es una muy buena idea apartarla del Joker (antes de que alguien se diese cuenta de que se está repitiendo demasiado el chiste a costa de una mujer maltratada, como decía antes), de Batman, de Gotham y, bueno, de casi todos, y es que al trasladarse a Nueva York el panorama cambia, aunque tengamos las siempre agradables visitas de una fantástica ¿amiga? como Poison Ivy.
Por otra parte siempre he creído que todos los autores retrataban a Harley Quinn como un personaje… tonto, su enamoramiento del Joker y que, bueno, casi siempre ande metiendo la pata me hizo pensarlo. El hecho es que la locura inherente a Harley hace que pueda parecer un tanto “cortita”, por eso es de agradecer que Conner y Palmiotti desempolven el curriculum profesional de ésta y la pongan a trabajar… aunque ella se vea demasiado involucrada con sus clientes, lo que le llevará a un par de persecuciones sangrientas que os parecerán hilarantes, pero también es interesante que despierten su lado humano.
Naturalmente es la locura de Harley la que hará que todo pivote alrededor de ella, pero también la que nos regalará grandes momentos y un compañero de aventuras al nivel, Bernie, un castor disecado y chamuscado con el que “habla”. Hay otros “episodios” que nos dejarán aún más clara la locura de Quinn, pero dejaré que los descubráis vosotros mismos.
No quiero dejar de hablar del argumento sin reincidir en el hecho de que H.Q. está loca, loquísima, y a través de su locura podemos ver lo que los guionistas quieran, podemos asistir a cualquier exceso (y lo hacemos) así como delirar ante las abundantes dosis de violencia que salpican este primer volumen. Lobo y/o Masacre seguramente querrían conseguir una cita con la chiflada de Harley, sin duda.
Por cierto, un pequeño apartado que me ha encantado, mientras que Poison Ivy está volcada en el mundo vegetal Harley demuestra un grandísimo amor hacia los animales, algo que la humaniza (de nuevo, Lobo y sus delfines espaciales) y que la hace más amable para el lector (por no hablar de que comparto perfectamente lo que le hace al dueño de su primera nueva mascota).
En cuanto al dibujo, bueno, no os emocionéis al ver la lista de autores (Darwyn Cooke, Sam Kieth, Walter Simonson, Jim Lee, Charlie Adlard, Amanda Conner, Bruce Timm, Adam Hughes, Becky Cloonan, Chad Hardin, Dave Johnson, Dan Panosian , Tony S. Daniel, Tradd Moore y Stephane Roux, Art Baltazar) que preñan la portada, todos ellos colaboraron en el número 0, que es el que abre el volumen, pero será Jeremy Roberts el encargado de dibujar la serie y aunque al principio dudaba de su valía tengo que reconocer que se va haciendo con Harley, y aunque no es uno de esos dibujantes como, bueno, como Amanda Conner, es un narrador bastante eficaz que nos deparará unos cuantos buenos ratos.
En cuanto a la edición de ECC, hay que decir que por una vez no vemos artículos incluidos en el volumen, algo normal, porque con 200 páginas apenas hay espacio para nada más. Es una muy buena edición que, imagino, contará con más textos para su segunda entrega.
Cuando pedí una copia de prensa de este volumen lo hice porque, erróneamente, asumí que Amanda Conner iba a dibujarlo y Palmiotti a dibujarlo. El caso es que aunque fue una decepción comprobar que Conner no lo dibujaba el buen, caótico y alocado trabajo del matrimonio a los guiones me ha convencido. Sí, Harley Quinn está loca, pero ha dejado atrás sus problemas de dependencia hacia el Joker y, bueno, también lo están sus guionistas, si tú también sientes que la locura está dentro de ti seguramente disfrutarás con este volumen.
Pues de empatía con las pelis de zombies entre 0 y nada, así que hice bien en no verla. Y…