El tercer volumen que recopila el Flash de Mark Waid lleva el título de Impulso y además de suponer el debut de dicho personaje también supuso el debut de Carlos Pacheco y otros autores españoles que vendrían después.

Flash de Mark Waid 03: Impulso    
Edición original: Flash núms. 84-94 USA, Flash núm. 0 USA, Justice League Quarterly núms. 5-6 y 8-9 USA
Guión: Mark Waid
Dibujo: Mike Wieringo, Carlos Pacheco, Rob Haynes, Greg Larocque, Barry Kitson, Eduardo Barreto, Rod Whigham
Tinta: Andrew Pepoy, Mike DeCarlo, Wayne Faucher, Eduardo Barreto, Romeo Tanghal, varios artistas
Color: Gina Going, Gene D´Angelo
Formato: Libro cartoné, 448 págs. A color.
38,5 €

La vida de Wally West transcurre a velocidad de vértigo. En un tiempo récord, se enfrenta al villano Razer, al superhéroe Argus, a la impaciencia, al mal humor, a unas Navidades calurosas y a un juicio que podría terminar con su trayectoria como superhéroe en Keystone City. Sin embargo, un acontecimiento frena en seco su carrera: la llegada de Bart Allen, alias Impulso.

Este volumen contiene los episodios 0 y del 84 al 94 de Flash, y los números 5, 6, 8, 9 de Justice League Quarterly. En ellos, Mark Waid (Kingdom Come) se asocia con los dibujantes Mike Wieringo y Carlos Pacheco (JSA de Johns) para presentar a Impulso y sentar las bases de una nueva mitología asociada a la figura del Velocista Escarlata.

Mark Waid tomó las riendas de las aventuras del tercer Velocista Escarlata en 1992. Su etapa, cuya recuperación sigue adelante con el presente volumen, continuación de Flash de Mark Waid: Nacido para correr y Flash de Mark Waid: El regreso de Barry Allen, es hoy una de las más recordadas de la historia del personaje.

Durante muchos años Wally West había asumido que todos sus lazos con Barry Allen se habían cortado, el propio Barry había muerto, como un héroe, Iris estaba también dada por muerta y lo único que le unía a estos seres era el legado de Flash. Mark Waid comenzó a cambiar, poco a poco, estos absolutos y a permitirse aflojar las férreas cadenas que limitaban la presencia del propio Allen en la que fue su serie, era el momento de desestabilizar a Wally con el regreso de… Iris Allen. Barry seguía muerto pero su mujer no, regresaba del futuro para informar a Wally de que tuvo hijos con Barry en el futuro y que su nieto, Bart Allen, estaba en peligro en el siglo XX. Para complicar las cosas Bart tenía una conexión activa con la Fuerza de la Velocidad, la había tenido toda su vida, y había crecido conectado a un mundo de realidad virtual… en muy poco tiempo. Era pues un ser superpoderoso con la mentalidad de un niño que reaccionaba, de ahí su nombre, por Impulso.

Así que olvidaos de Razer, Argus, el buen tiempo en Navidad, el juicio, etc, lo que importa de este volumen tiene nombre y apellidos: Bart Allen, el nuevo “pupilo” de Flash, Wally West, que permitirá recuperar viejos velocistas y dotar de nueva vida a la “franquicia” de Flash sorprendiendo al lector y propulsando la popularidad de Impulso hasta gozar de una serie regular en la que trabajó el propio Humberto Ramos.

Antes de poder disfrutar del arco de Impulso hay que soportar el cross-over con Justice League Quaterly (Liga de la Justicia Internacional), algo un tanto prescindible. Después nos toca ver cómo Wally se resiste a Argus, un nuevo superhéroe que pretende ejercer en las Ciudades Gemelas, y algún que otro enemigo, Razer, de relleno. Y después llegamos a lo que Mark Waid lleva varios números publicando, uno de sus mejores momentos al frente de Flash: la llegada de Impulso, un futuro Kid Flash… aunque habrá que esperar años para eso.

Mark Waid, digan lo que digan, es el guionista que mejor ha sabido tratar a Flash, que supo hacerlo madurar y alcanzar las mismas cotas de respeto que sus predecesores, no en vano la figura del legado está tan presente que Wally se rige siempre por la máxima del “qué habría hecho Barry” y ahora se encuentra en la situación exacta que tuvo Barry cuando le tocó instruirle. Por muy rápido que seas la madurez te alcanza.

Gráficamente el Flash de Mark Waid no acababa de tener un dibujante regular más allá de la prolongada presencia de un Mike Wieringo que ya despuntaba maneras, pero que aún no deslumbraba lo que quizás provocó la llegada de nombres como Carlos Pacheco o Barry Kitson, llamados a despertar pasiones entre los fans desde muy pronto.

En cuanto a la edición de ECC Cómics, bueno, es un lujo tener el Flash de Mark Waid en un formato que realmente se merece.

En definitiva, si quieres leer el mejor Flash, esta es la etapa que debes seguir.