No voy a negar que, en ocasiones, la forma de narrar de Garth Ennis me resultaba algo cargante (tantos chistes sobre sexo, tantos tacos,tanto alcohol y tanta violencia gratuita), pero con el paso de los años cada vez disfruto más con sus trabajos y “Equipo Rojo“, la reciente miniserie publicada por Planeta Cómic me ha convencido por cómo nos ofrece una historia noir policial con una más que aceptable calidad gráfica gracias a Craig Cermak.

Equipo rojo
Guión: Garth Ennis
Dibujo: Craig Cermak
Serie abierta
184 páginas, color
Precio: 16.95 €

Eddie Mellinger, Trudy Giroux, Duke Wylie y George Winburn son el Equipo Rojo: la unidad de élite antinarcóticos del Departamento de Policía de Nueva York. Han derribado a un capo de la droga tras otro con una cuidadosa mezcla de vigilancia, violencia y, cuando era necesario, manipulación de las pruebas.

Pero ahora, completamente desconcentrados debido a las crueles maquinaciones del sanguinario gánster Clinton Days, el equipo ha de recurrir a medidas extremas…lo que les lanza por un sendero en el que no hay vuelta atrás. Como están a punto de descubrir, hacer lo que está mal puede ser muy, muy seductor.

Este volumen recopila los números 1 a 7 de esta aclamada serie.  También presenta las portadas de Howard Chaykin, Ryan Sook y Russ Braun, y bocetos iniciales de personajes por Craig Cermak.

No voy a negar que Garth Ennis es uno de esos autores que o lo odias o lo adoras. Durante un tiempo oscilé entre ambas posiciones, convencido de que su Hellblazer era mejor que su Predicador, que The Boys molaba, pero que se pasaba cosa mala con las escenas gore, que su Punisher me aburrió (al menos los pocos números que leí en su día)… pero la balanza se fue inclinando gracias a maravillas como The Pro, la excelente Battlefields, El As enemigo: Guerra en el cielo, o con macarradas como Las Crónicas de Wormwood… ya no podía seguir alargándolo, tenía que decidirme y, ateniéndome a los resultados, era obvio que me había convertido en un fan de Garth Ennis. Autor al que llevo un tiempo siguiendo y disfrutando del interés de editoriales como ECC, Aleta o Planeta por publicar sus trabajos, así hemos podido ver, recientemente publicado su Hellblazer (la más pura esencia de Ennis, al menos para mi gusto, ya que en Predicador desarrolló lo visto antes aquí), su Battlefields (de verdad, impresionante cómic bélico) y su Equipo Rojo en el que vemos cómo Ennis se adentra en un género, el negro, que no suele explotar en demasía. 

Antes de pasar a hablar del cómoc en sí convendría comentar que Planeta Cómic se está abriendo a las independientes para ofrecer un surtido más variado de cómics, lo cual, para mí, es una más que grata noticia y más al ver que se animan a publicar material de la línea Dynamite Crime, línea con la que la editorial Dynamite Entertainment pretende satisfacer al público amante del género. Red Team fue el primer título de la línea y, cómo veremos a continuación, no podían empezar mejor.

Equipo Rojo (o Red Team en el original) nos presenta a los cuatro componentes de uno de la élite de los grupos de polícia de Nueva York; Eddie Mellinger, Trudy Giroux, Duke Wylie y George Winburn, una veterana y curtida fuerza policial que se encargaba de lo peor de los tipos duros. Cuando una misión encubierta sale mal y Jug Toppins, “uno de ellos” (un tecnicismo en realidad, dado que Jug no formaba parte del Equipo Rojo aunque en ese momento sí estuviese trabajando junto a ellos) es asesinado por un sospechoso éstos decidirán, de común acuerdo, ajusticiar a su asesino. Cuando el asesinato salga bien decidirán continuar (aunque sembrando la duda sobre si Duke y George ya lo tenían todo pensado hace tiempo) adelante y matar a unos cuantos criminales más.

Ennis no es un autor que rehuya la violencia, pero en Equipo Rojo no abusa de ella (hay violencia, pero ni la violencia, ni el sexo son el motor de la historia, ni siquiera las historias etílicas de los miembros del equipo) se centra en el interrogatorio con el que Eddie y Trudi van contando qué sucedió y porqué el Equipo Rojo cruzó la línea. El propio guionista británico reconocía que era la manera de llevar a Punisher al mundo real y lo cierto es que es una historia muy realista y con visos de autenticidad, de hecho no me sorprendería mucho ver que alguna televisión se anima a llevarla a la pequeña pantalla junto a las series que la inspiraron: The Wire o The Shield

Del dibujo se encarga un dibujante, Craig Cermak, al que sólo hemos podido ver en la miniserie de 6 números Voltron: Año Uno, y eso los que la hayáis adquirido en Estados Unidos, porque es un título que nunca llegó aquí. En Equipo Rojo se nos descubre como un prometedor narrador que se esfuerza en que sus personajes resulten muy expresivos ya sea en los numerosísimos primeros planos que trufan este volumen como en planos más alejados. Puede que en ocasiones los personajes le queden algo rígidos, pero no se puede negar que realiza un gran trabajo en Equipo Rojo (e incluso se anima a dibujar varios fondos bien trabajados).

Por cierto, no hay que dejar de lado el hecho de que las portadas son una absoluta maravilla, de hecho yo hubiese escogido otra portada distinta a la que se ha escogido para el TPB, y es que contar con autores como Howard Chaykin, Ryan Sook y Russ Braun para que te adornen cada número de la miniserie es un auténtico lujo.

Sobre la edición de Planeta Cómic habría que decir que está muy cuidada y que se echa en falta algún artículo sobre de dónde ha salido este título, si habrá una “segunda temporada” (este primer volumen es la “season one”, aunque ya hace más de 2 años de su publicación en los USA), no hay ningún otro “pero” que ponerle a esta edición.

En definitiva, un nuevo trabajo de Garth Ennis que me convence (ya van muchos, demasiados, trabajos en los que Garth Ennis me conquista sin paliativos, me temo que tarde o temprano voy a tener que dejar la pose de “sólo sabe hacer tebeos de violencia, tacos y alcohol) por la historia que se nos pretende contar y para la que además cuenta con un dibujante, Craig Cermak, que promete y que no sólo es bueno con las escenas cotidianas, sino que además se nos revela como un buen narrador, justo la clase de dibujante con la que Ennis disfruta trabajando.