La DragonLance es una de las sagas de fantasía épica más conocidas en el mundo entero, fue especialmente popular desde los años 80 hasta finales de siglo y después sufrió varios traspiés editoriales y problemas a nivel de derechos que la dejaron en barbecho hasta hace relativamente poco, cuando se anunció el regreso de los creadores de la saga, reviviendo las esperanzas e ilusiones de cientos de miles de lectores a lo largo y ancho del mundo.
La historia de la DragonLance está estrechamente ligada con el juego de rol Advanced Dungeons & Dragons (al que no sé explicaros cuántas horas y días pasé jugando en mi adolescencia), expresamente se trabajó para que se convirtiese en un mundo en el que jugar las partidas de AD&D y que se conocería como el Mundo de Krynn, que en sus novelas está principalmente centrado en el continente de Ansalon. Aunque primero fueron los módulos jugables y después llegarían las novelas.
La DragonLance es un mundo en el que los dioses, situados en los clásicos espectros del Bien, y del Mal, habían intervenido muchísimo a lo largo de las eras pero desde hacía tres siglos, cuando aconteció el Cataclismo, no habían dado señales de vida hasta que los dioses del Mal comenzaron a tantear su regreso a Krynn, lo que obligó a los dioses del bien a confrontarlos a través de un grupo de héroes a los que seguimos en la trilogía original: Crónicas de la Dragonlance, que venían a plasmar la trama esbozada a lo largo de una serie de módulos jugables. La trilogía estaba compuesta por El retorno de los dragones, La tumba de Huma y La Reina de la Oscuridad.
Las Crónicas de la DragonLance se publicaron desde 1984 y se centraban en un grupo de amigos, compañeros de taberna (El último hogar) como quien dice, que se convertirán en los héroes que, separados durante 5 años, buscarán pruebas del regreso de los dioses (aún sin saberlo) hasta que dos bárbaros aparecerán en su taberna pidiendo ayuda y trayendo nuevas de los dioses, lo que meterá al grupo de lleno en lucha contra los servidores de la diosa Takhisis y, también contra los dragones, que también habían estado desaparecidos durante 3 siglos. Los personajes de Alhana Starbreeze, Raistlin Majere, Goldmoon, Sturm Brightblade, Laurana, Tasslehoff, Flint Firegorge, Riverwind, Caramon Majere, Tanis, Bupu… se convertirían en míticos para varias generaciones, fueron Los Héroes de la Lanza en su lucha contra los esbirros de Takhisis y mientras buscaban a los dragones del bien.
Las Crónicas de la DragonLance fueron un éxito absoluto múltiples veces reeditados, vendiendo más de 30 millones de libros en todo el mundo siendo traducidos a más de 10 idiomas, y contando pronto con una trilogía-secuela notablemente superior: Leyendas de la DragonLance que Minotauro también tiene anunciada, al menos su primer libro: El Templo de Istar y que es mucho más oscura y menos apegada a los módulos del AD&D pero que cambia la estructura de la trilogía anterior, que eran “fases a pasar de un videojuego”, a uno en el que el desarrollo de los personajes es fundamental para descubrir la historia pasada de Krynn mediante un viaje al pasado, así como ascender a los altares a Raistlin como el puto mejor personaje de toda la franquicia mientras, en el presente, las fuerzas del Mal resurgen y el resto de personajes de las Crónicas deben afrontar esa nueva amenaza.
A partir de Crónicas y Leyendas de la DragonLance la franquicia creció de una forma exponencial, llegando a saturar las estanterías de librerías y seguidores hasta la extenuación, quemando por aquel entonces la franquicia, o eso pareció, hasta que apostaron por “quemarlo” todo y tirar adelante con un nuevo cambio de status quo en la Quinta Era, que es cuando yo ya me bajé definitivamente del barco. Aún con todo os aseguro que las trilogías de las Crónicas y las Leyendas son una auténtica maravilla, a fin de cuentas estaban narradas por Margaret Weis y Tracy Hickman, quienes fuera de la franquicia nos ofrecieron sagas tan interesantes como El ciclo de la puerta de la muerte o La espada de Joram.
Posteriormente, y aunque hubo decenas y decenas de otros libros ambientados en Krynn, la trama principal continuó a través de La Segunda Generación (libro único), El Ocaso de los Dragones bilogía compuesta por Los Caballeros de Takhisis y La Guerra de los Dioses, Quinta Era, trilogía compuesta por El Amanecer de una Nueva Era, El Dragón Azul y Conjuro de Dragones y una última trilogía, La Guerra de los Espíritus, con Los Caballeros de Neraka, El Río de los Muertos y El Nombre del Único. Hasta hace poco, cuando Margaret Weis y Tracy Hickman anunciaron que estaban trabajando en una nueva trilogía que sin duda veremos publicada por Minotauro.
Aún con todo la DragonLance compitió, de tú a tú, con El Señor de los Anillos durante aquellos años 80/90 en el corazón de los aficionados ofreciéndonos un buen puñado de personajes, y de libros, memorables y que Minotauro va a comenzar a editar a partir del mes de junio y que, sin duda, volverán a estar en el candelero, especialmente para aquellos que crecimos leyendo a Tanis y Raistlin.
Artículo inspirado por el podcast dedicado a la DragonLance de Red Key Podcast.
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…