Apenas han pasado un par de días desde que los participantes del micromecenazgo de la Liga de la Justicia Internacional recibimos nuestros cómics y ya podemos hablaros de las impresiones que nos ha generado este primer volumen.
LIGA DE LA JUSTICIA INTERNACIONAL vol. 1
Guión: Keith Giffen, J.M. DeMatteis
Dibujo: Kevin Maguire, Keith Giffen, Bill Willingham, Luke McDonnell, James Webb, Steve Leialoha, Ty Templeton
Formato 168 x 257 mm, 688 páginas, cartoné.
Incluye: Justice League 1-6, Justice League International 7-23, Justice League Annual 1-2, JLA 80-Page Giant 1, Bonus Book 7, Suicide Squad 13.
Después de una larga espera (al menos a mí me lo ha parecido, aunque ECC y Spaceman Project han cumplido los plazos religiosamente) ya ha llegado a nuestras manos la edición de la Liga de la Justicia Internacional de Keith Giffen, J.M. DeMatteis y Kevin Maguire. Una preciosidad de edición que os mostré en el vídeo de Youtube que podéis ver más abajo y en la que ECC se ha volcado para ofrecernos un buen trabajo aún cuando hay un par de páginas que a mi me han salido algo borrosas (concretamente un total de 4 sobre 688 páginas que tiene este volumen) pero que han compensado sobradamente al recuperar el “Bwahaha” y por el cariño que le tengo a esta etapa que, por fin, tengo completa.
La Liga de la Justicia Internacional vino a sustituir a una Liga diferente y que, bueno, no era tan icónica como la que Grant Morrison desarrolló años después y que tenía su fundamento en el humor. Así es, aún hoy en día Keith Giffen y J.M. DeMatteis aseguran que no era su intención, que no esperaban hacer una serie divertida y menos en unos años en los que lo que gustaba eran los cómics oscuros, dramáticos y atormentados… Pero Andrew Helfer, editor de la serie, jugó a seleccionador de fútbol y si bien primero juntó a Keith Giffen y a un desconocido Kevin Maguire luego consiguió convencer a un J.M. DeMatteis para nada famoso por su sentido del humor, más bien por esos cómics psicológicos y dramáticos como esa Última cacería de Kraven que tanto éxito cosechó junto, a un talentoso Keith Giffen que ya venía demostrando ser un buen guionista y capaz dibujante. Si a estas dos bestias creativas se une el arte de un Kevin Maguire debutante pero que ya, desde su primer número, estaba muy por encima del talento medio de la editorial, entonces queda claro que Helfer sabía muy bien lo que hacía al juntarlos y es que la fórmula fue un éxito y los primeros números de la Liga de la Justicia Internacional se vendieron como churros a pesar de las dudas de los propios autores, que creían que la serie sería cancelada, conscientes de que hay aficionados que tienen la piel muy fina y a los que no les molestan versiones más oscuras de sus héroes, pero sí las más ligeras o, Dios no lo quiera, versiones humorísticas.
La principal característica de esta nueva encarnación de la Liga de la Justicia Internacional estaba en los diálogos de J.M. DeMatteis junto a la expresividad facial y física de los dibujos de Kevin Maguire, hay diálogos brillantes y otros magníficos, pero siempre desafiando a los personajes con autoridad, Batman como líder de esta encarnación es magnífico, y estableciendo a personajes como Guy Gardner en favoritos, aunque su mayor hallazgo, que aquí ya se comienza a explorar, estuvo sin duda en el dúo compuesto por Blue Beetle y Booster Gold (curiosamente, para mal, este dúo fue uno de los objetivos más claros de Dan Didio que no cesó de destruir el legado de esta etapa en los diferentes eventos de la editorial en el siglo XXI) sin olvidarnos de ese Detective Marciano (otra de las víctimas de Didio años después) y su pasión por las galletas Oreo o del enfrentamiento entre Batman y Guy que tan hilarantes consecuencias tuvo.
Pero no sólo los personajes protagonistas son delirantes, los villanos también tienen su cuota, como ese dictador de cierto país que podría, o no, ubicarse cerca de la URSS y que tanta afición tenía por meter palos en las ruedas de lo que Max Lord pretendía conseguir con la Liga de la Justicia Internacional. Descanse en paz porque lo cierto es que se le echará de menos. Pero yo me tengo que detener en un Lord Manga Khan que emprendía su camino hacia el histrionismo de villano pulp al cruzarse con la Tierra y la Liga de la Justicia Internacional y donde, imaginativamente, nos colocaron una feroz crítica al capitalismo.
Lo que podemos disfrutar en este primer volumen son los primeros pasos de la Liga de la Justicia Internacional, bajo liderazgo de Batman pero con un Max Lord que conspiraba desde el primer minuto para convertir al grupo en algo más, una fuerza mundial, algo que conseguirá gracias a la colaboración reticente del Detective Marciano y ante un Batman que, superado por las constantes insubordinaciones, dimite como líder aunque aún aparezca de cuando en cuando en la serie para deleite de los lectores. A partir de ese momento la Liga crecerá como nunca, aunque sin contar con los pesos pesados de la editorial, ¡ni faltan que hacían!.
Pero dejemos de un lado la historia, a fin de cuentas es más que conocida, y hablemos de la edición de este primer en el que nos encontramos con un cartoné muy sólido y un papel fino, tanto que abulta un pocas que un Marvel Gold y que se convierte en una lectura kilométrica. Estaba deseando hacerme una maratón de la Liga de la Justicia Internacional y ayer dediqué todo el día… a leerme un único volumen. Las historias de entonces estrujaban el espacio para ofrecernos lo máximo posible y eso se nota en estas recopilaciones clásicas con centenares de páginas. Está es una lectura densa, pero muy divertida y hay que detenerse a admirar el trabajo de Kevin Maguire donde podemos encontrar refuerzos de los diálogos y aumentar la diversión (el resto de dibujantes, Keith Giffen, Bill Willingham, Luke McDonnell, James Webb, Steve Leialoha y Ty Templeton, recogieron el guante y se esforzaron en mejorar la expresividad facial). Con lo que cada volumen se toma unas cuantas horas en su lectura, aunque se disfruten desde la primera página.
En líneas generales diría que este volumen está muy bien editado, yo me he encontrado con 4 páginas donde la imprenta parecía haber hecho de las suyas y los diálogos se veían un poco borrosos, desplazados, pero el resto del material está bien editado y ha sido un absoluto deleite reencontrarme con la Liga de la Justicia Internacional tantos años después. ¡A por el segundo volumen!
¡¡QUIERO MÁS!!