Este fin de semana he podido ver, al fin, “Gru 3. Mi villano favorito“, película que, por diversos motivos no fui a ver al cine en su día y, la verdad, visto lo visto no me arrepiento porque me sorprende comprobar incluso que dos personas firmaron el libreto de la tercera entrega de las aventuras y desventuras de Gru. Y digo sorprendente porque no es una película, es una sucesión de chistes, malos, que sólo harán gracia a los más pequeños mientras los adultos nos preguntamos a dónde fue esa comicidad que sí tenían las dos primeras entregas.
Por no estar no están ni los minion, que aquí son burdamente apartados de la trama, para no hacer absolutamente nada más que un par de payasadas y poco más. Ni siquiera está bien reflejado el que Gru conozca a Dru, su hermano gemelo, ni… en fin, se deja ver, no os lo niego, pero si desconectas toda neurona esencial para el funcionamiento de tu cerebro será lo mejor.
Lo mejor algún que otro homenaje cinéfilo y la música ochentera, porque el malo es patético, como la trama.
¡¡QUIERO MÁS!!