Ver marchar al, que considero, mejor guionista que ha tenido Hulk fue duro pero más lo fue que lo sustituyera un John Byrne que estaba en sus horas bajas, aunque el dibujo de Ron Garney casi nos lo hacía olvidar todo.
Hulk de John Byrne y Ron Garney: Holocausto en la tierra de Dios
Marvel Omnibus
Edición original: Hulk 1-11 y Annual 1
Fecha de edición: enero de 2021
Guión: John Byrne, Erik Larsen, Jerry Ordway, Fred Hembeck
Dibujo: Ron Garney, John Byrne, Dan Jurgens, Sal Buscema, Mark Texeira, Mike Miller, Ron Frenz, Lee Weeks, Fred Hembeck
Formato: Cartoné, 336 páginas. Color
35€
El legendario John Byrne se une a Ron Garney, junto a otros talentos de primer nivel, para ofrecer una saga de Hulk como ninguna otra. Únete al Goliat Verde en su viaje al corazón de Estados Unidos, y a su propio pasado problemático, mientras se encuentra con amigos y enemigos por igual. Con Los Vengadores, Lobezno y La Cosa, en un puñado de encuentros memorables. Puede que Hulk quiera que lo dejen solo, pero eso no es algo que vaya a suceder.
Una de las mayores injusticias que recuerdo como lector es cuando asistimos al despido de Peter David, después de cosechar una de las mejores etapas que un cómic de Marvel había vivido en Hulk a lo largo de más de una decena de años, para dar paso a un autor que lo había sido TODO unas décadas atrás: John Byrne, pero que había patinado, y de qué manera, cuando intentó rebootear el origen de Spiderman y en su lugar nos entregó un chiste. Al mismo tiempo que esto sucedía en Marvel le ofrecieron hacerse cargo de Hulk, con nueva numeración y, en caso de no querer dibujarla, un dibujante como la copa de un pino: Ron Garney, que estaba en su mejor momento en aquel entonces.
En la Casa de las Ideas estaban deseosos de retomar al Hulk estúpido y salvaje (nunca he entendido qué necesidad tenían, pero es como lo de querer a Spiderman soltero y ligando, aceptas que algunos editores son así y sigues adelante) y vaya si Byrne se lo dio a los editores, tanto que en los primeros números da la impresión de que realmente Hulk se ha vuelto salvaje y despreocupado por la vida, asesinando con sus propias manos a más de 300 personas, niños incluidos.
Así que la trama empieza con un Hulk que, después de sembrar el caos en una de esas pequeñas poblaciones de Estados Unidos a la que llega Bruce Banner para, durante la noche, que se desate el caos absoluto y que Bruce, al despertar, se encuentre con todo destruido menos su habitación. Ha habido muertos y ha habido muy pocos testigos pero Bruce sabe quién está detrás de todo, o cree saberlo. Porque sí, Banner es muy dado a culpar a Hulk de todo, aunque incluso el buen doctor se sorprende de las víctimas mortales (lo que nos lleva a preguntarnos entonces si realmente el Hulk salvaje es tan malo como lo venden en todas partes, porque si después de tantos años aún no había matado a nadie…) y se aterroriza, aunque pronto se descubrirá que sí que hay alguien controlando a Hulk, el verdadero responsable de los ataques.
Lo cierto es que lo que John Byrne proponía no era una trama tan mala como me pareció años atrás (yo era un fanático de Peter David y me pareció un sacrilegio que echasen a PAD de “su” serie) pero después de tener a un Hulk muy parlanchín e inteligente costaba regresar al bruto sin mente (y en este caso LITERALMENTE). Da igual porque Byrne apenas duró 7 números antes de volver a enfadarse con Marvel y que otros autores se viesen obligados a continuar la trama donde él la dejó, con mayor o menos éxito porque lo cierto es que la aventura final es una locura total.
Donde sí que no hay dudas de la calidad es en el dibujo de un Ron Garney que venía de deslumbrarnos en su etapa del Capitán América junto a Mark Waid y que aquí dejó volar la espectacularidad de sus lápices, con páginas impactantes de hasta solo 3 viñetas, donde el coloso de jade se veía, realmente, como una auténtica fiera asesina. Sólo por su dibujo ya merece la pena, sobradamente, esta breve etapa.
Preciosa edición de Panini, como siempre, es el ideal que tengo en la cabeza de cómo debería ser una edición (aunque incluiría las guías de lectura de los Marvel Must Have).
En definitiva, el Hulk de John Byrne y Ron Garney es principalmente recomendable por el dibujo de éste último, aunque Byrne nos dedicó una grapa dibujada por él mismo, y poco más, porque aunque la trama del autor canadiense no estaba mal tampoco es que fuese la leche, sino que era una propuesta normalilla tirando a clasicota-floja.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…