linea_separadora

El cine francés funciona muy bien, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Es uno de los diez países más importantes en cuanto a producción, es el número uno en Europa en cuanto a pantallas, y siempre suele situar varios títulos con participación francesa entre los films europeos más vistos en Europa y en los EE.UU. Es cierto que en Francia disponen de una herramienta de promoción muy potente llamada Unifrance, un organismo encargado de promocionar el cine francés más allá de las fronteras del país vecino, pero también es cierto que el cine francés es de gran calidad. Las cifras no engañan: 40 películas francesas son emitidas cada día en televisiones extranjeras y 65 millones de espectadores de cine francés cada año generan 350 millones de euros de taquilla en los cines extranjeros pese a lidiar con la presencia de las grandes películas americanas.

En el año 2014 el gran éxito del cine francés fue una divertidísima comedia que se reía de la multiculturalidad de la sociedad francesa y de sus prejuicios: “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” (“Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu?“). Dirigida por Philippe De Chauveron y protagonizada por Christian Clavier, Chantal Lauby, Frédérique Bel, Pascal Nzonzi, Elodie Fontan, Emilie Caen, Julia Piaton, Noom Diawara, Frédéric Chau y Medi Sadoun, entre otros, nos contaba la divertidísima historia de Claude y Marie Verneuil, un matrimonio muy tradicional, burgueses, católicos y padres de cuatro hijas, a las que han tratado de inculcar sus valores y costumbres. Pero no siempre ha sido una tarea fácil… La pareja pasó el primer mal trago con la noticia del matrimonio de su hija mayor con un musulmán, a éste fue seguido el de su segunda hija con un judío y al de la tercera con un chino. Aunque el matrimonio trata de mantener una mente abierta, en el fondo, siguen depositando todos sus esperanzas en su hija menor, y esperan que al menos ella se case por la iglesia. Pero va a ser que no.

Aunque sea una historia previsible, “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” es una película muy divertida gracias a las dotes humorísticas de Christian Clavier y su papel como un francés provinciano, chovinista y de derechas y sus cuatro hijas con yernos de distinta raza y religión, y el vodevil multicultural con judíos, asiáticos, musulmanes y africanos, con todos los tópicos y clichés imaginables. Algunos señalan cierta similitud a la española “Ocho apellidos vascos“, pero el parecido es casual y muy cogido por los pelos.

La película, como no podía ser de otra manera, generó dos secuelas que, seamos sinceros, repiten e imitan la fórmula de su predecesora pero son bastante dignas: “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho… ahora?” (2019) y “Dios mío, ¿pero qué nos has hecho?” (2022) con nuevas desventuras de la familia Verneuil, añadiendo nietos y consuegros a la función.

linea_separadora