Ryosuke Yoshii trabaja en una pequeña fábrica de Tokio, mientras se gana la vida revendiendo productos por Internet. Comprar barato, vender caro: así de sencillo. Cuando consigue un beneficio considerable, abandona la fábrica y se traslada al campo para empezar una nueva vida con su novia. Emplea a un joven del pueblo y se dedica de lleno a la reventa. Entonces, justo cuando parece estar en la cresta de la ola, empiezan a producirse incidentes sospechosos a su alrededor.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…