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La relación entre franceses e ingleses ha sido, para ser suave, tensa a lo largo de muchos siglos. Tensa, tirando a violenta. Los dos países vecinos han mantenido una relación de amor y odio desde la conquista de los normandos liderados por Guillermo el Conquistador en 1066. Durante prácticamente toda la Edad Media ingleses y franceses estuvieron en guerra. Y así durante cientos de años, en la que unos y otros se han azuzado, provocado, pinchado e intentado invadir mutuamente. Y cuando no se han peleado entre ellos, no han dejado de odiarse. En su punto más cercano, las costas de Francia e Inglaterra están apenas a treinta y tres kilómetros de distancia, pero a veces parece que les separe un océano inmenso.

Los ingleses han disfrutado siempre riéndose de los franceses. No es algo del siglo XX sino que durante la época de Napoleón Bonaparte los británicos echaron mano del humor para ridiculizarle en un montón de caricaturas. La caricatura al servicio de la sátira política siempre ha sido una herramienta muy útil para entretener pero también para transmitir al público un estado de opinión. Y en el siglo XX no ha habido mayor sátira de los franceses hecha por ingleses que “Allo, Allo“, una serie de televisión creada por Jeremy Lloyd y David Croft para la cadena BBC1 que se emitió entre 1982 y 1992, durante 9 temporadas y 85 capítulos.

Protagonizada por Gorden Kaye, Vicki Michelle, Richard Marner, Carmen Silvera, Kim Hartman, Guy Siner, Richard Gibson, Kirsten Cooke, Rose Hill y Sam Kelly, entre otros muchos, la sitcomAllo, Allo” nos contaba las aventuras y desventuras de René Artois, propietario de un café en un pequeño pueblo francés que trata de sacar su negocio adelante durante la ocupación alemana de su país en la Segunda Guerra Mundial. Cobarde y sumiso con los invasores germanos con los que confraterniza más de lo debido y tratando a su vez de ayudar a la Resistencia, René tendrá que arreglárselas para mantener a sus dos clientelas, los franceses y los nazis, y agradar a todo el mundo.

Brillantemente protagonizada por el actor Gorden Kaye, fallecido en 2017 a los 75 años, “Allo, Allo” es una comedia divertida. Muy divertida. La Segunda Guerra Mundial y la ocupación de Francia son retratadas por los ingleses con un humor basado en malentendidos constantes y en la ridiculización de militares alemanes y los ciudadanos franceses. No hay compasión con ninguno de los bandos que participaron en la contienda: a los alemanes los retratan como codiciosos, a los italianos como inútiles, a los franceses como serviles y a los británicos como estúpidos. Al final resulta que René es el único personaje sensato en una serie repleto de personajes estrafalarios, incluyendo a su mujer Edith, las camareras enamoradas Yvette y Mimi, la madre sorda de Edith, la líder de la Resistencia Michelle, los despistados pilotos británicos Fairfax y Carstairs, Monsieur Alfonse, el coronel alemán Kurt Von Strohm, su ayudante Hans, la secretaria del coronel Helga o el oficial de la Gestapo Otto Flick. A cuál más raro.

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