Si hay una serie española que merece la pena verse en estos momentos en televisión y que está destinada a convertirse en un fenómeno social en España esa serie es “Pulseras rojas“. Demos tiempo al tiempo…
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Guión: Albert Espinosa
Reparto: Alex Monner (Lleó), Igor Szpakowski (Jordi), Joana Vilapuig (Cristina), Marc Balaguer (Toni), Mikel Iglesias (Ignasi), Nil Cardoner (Roc), Andreu Benito (Andreu), Andreu Rifé (Mir Josep), Marta Angelat (Dra Andrade), Llum Barrera (Madre de Roc), Xicu Masó (Mercero), Quimet Pla, Eva de Luis, Juanma Falcón, Monserrat Miralles, Jaume Borras, Marcel Borras, Laura Yuste, Bruna Cusi, Ignasi Guasch, Ian Güell Camps, Duna Jové, Ferran Rull, Anna Gonzalvo, Albert Pérez, Caterina Alorda
Producción: Albert Espinosa, Carlos Fernández, Julio Fernández, Sandra Fernández, Pau Freixas, Teresa Gefaell, Conxa Orea, Jordi Roure, Elisa Salinas
Música: Arnau Bataller
Fotografía: Julián Elizalde
Montaje: Liana Artigal y Regino Hernández
Aunque el público potencial de “Pulseras rojas” es el adolescente, ya que los protagonistas son un grupo de chicos entorno a los quince años que se encuentran en el hospital esperando que les traten y les den el alta, lo cierto es que esta serie, de una forma parecida a lo que en su día fue “Verano azul”, es ideal para toda la familia.
Su creador y guionista es Albert Espinosa a partir de su novela “El mundo amarillo” y es un proyecto en colaboración con el director Pau Freixas, con el que también filmó la película “Héroes” (2009). Espinosa pasó diez años en hospitales tras serle amputada una pierna, así que conocedor del ambiente que se respira en ellos, ha aprovechado sus experiencias para escribir guiones de películas, series y obras de teatro. Su consagración llegó en 1998 de la mano de Antonio Mercero (curiosamente el director de “Verano azul”) con la película “Planta cuarta”, de argumento muy similar al de “Pulseras rojas”, en el que Juan José Ballesta (la revelación de “El bola”) era protagonista. ¡Ojo! De momento hemos visto la primera temporada, de 13 episodios, pero hay ya aprobada una segunda de quince y el proyecto inicial contemplaba cuatro temporadas si es que las cosas marchaban bien, como parece que están yendo.

Mientras escribo esta reseña la serie se está emitiendo por Antena 3 con notables índices de audiencia. No es de extrañar, la serie funcionó francamente bien en 2011 en la televisión de Cataluña llamando la atención de muchos productores, entre ellos nada menos que Steven Spielberg, que compró los derechos para hacer una versión norteamericana. El éxito que está teniendo no es algo casual, posee ingredientes muy suculentos para cualquier público y resulta muy próxima y emotiva, habla de relaciones entre chavales que están madurando en un entorno tan duro como puede ser el de un hospital, en el que la gente muere a diario, pero no lo hace acentuando lo lacrimógeno, sino apostando por la sensibilidad y la emotividad, alternando lo dramático y lo cómico y tamizando todo lo que sucede por el barniz de inocencia de los protagonistas, lo cual confiere al conjunto un poderoso tono conmovedor.
Una recomendación, si podéis, prescindir de la emisión de Antena 3. Que me perdonen todos los profesionales que han intervenido en el doblaje y la propia cadena, pero en esta ocasión considero que el original en catalán o el primer doblaje al castellano (en la emisión del Canal TNT) que sospecho que hicieron los propios actores me parece tan absolutamente superior que gozaréis mucho más viéndola. Y yo soy de los que defienden a muerte las versiones originales, pero que a la hora de ver las series prefieren el doblaje por aquello de no esforzarse ni un ápice viéndolas.


El caso es que el catalán en este caso es imprescindible porque la banda sonora (Arnau Bataller y el grupo Terapia de Shock), que acompaña magníficamente al argumento, forma parte vital del conjunto acentuando los momentos más emotivos y haciendo que en más de un momento, junto con las imágenes, se nos pongan los congojos de corbata.
Si hay algo que caracteriza a “Pulseras rojas” es que habla de temas muy serios como la enfermedad y la muerte y que te obliga a pensar en ellos pero lo hace desde la inocencia de unos chicos que son demasiado jóvenes como para rendirse ante la adversidad, así que los argumentos de los episodios están salpicados de esperanza, de vitalidad, de emoción ante lo que está por llegar, de compañerismo, de ilusión en definitiva, lo cual pienso que nos viene bien a cualquiera. La ternura y la sensibilidad con la que está filmada la serie es también una gran baza a su favor y aunque no me parece perfecta porque en ocasiones, a mi juicio, se repiten situaciones o se insiste demasiado en esa fórmula casi de videoclip que consiste en yuxtaponer escenas con fondo musical y que a veces parece de relleno, sí que considero que es una serie altamente recomendable y de lo más interesante que se ha hecho últimamente en España donde, que nos quepa duda, en esto del compañerismo y el colegueo somos auténticos líderes mundiales y cuando alguien con buenas ideas escribe un  buen guión basado en ello se sale literalmente como le ocurre a Espinosa.
Reconozco que viendo la serie tuve momentos en que tuve que contener las lágrimas (esas escenas que relata Roc en off con la música de fondo son muy potentes emocionalmente hablando), aunque seguramente lo más saludable es dejarse llevar y llorar como una magdalena. Aquí ya es cuestión de gustos y sensibilidades, pero garantizo que tantos los personajes como las situaciones que pueden verse a lo largo de los trece episodios dan mucho juego en ese sentido.

Los actores escogidos no son Al Pacino ni De Niro, son chavales que tienen aún mucho por aprender de la profesión, pero me parecen un acierto de casting absoluto. Yo no andaba muy de acuerdo viendo la serie sobre quién era el líder, el segundo líder, el guapo o el listo, aunque sí está claro y estaba de acuerdo sobre quién es la chica del grupo; pero sin duda todos los personajes principales casan perfectamente con los actores que los interpretan. Atención por cierto a Àlex Monner, que si mejora la actuación en los momentos dramáticos me parece un actor con un futuro francamente prometedor y aunque todos están muy bien y no me gustaría destacar a ninguno en concreto ¿Es Marc Balaguer como interpreta a Tony en la serie? Lo digo porque sería el hijo o el amigo que a toda madre o a todo el mundo le gustaría tener ¿o no? En cualquier caso todos los actores adolescentes pueden tener futuro en esto, lo hacen francamente bien. Y por supuesto, en el apartado de actores adultos, la presencia de Andreu Benito es inconmensurable.
En fin, que resulta una serie magnífica que os aconsejo a todos que veáis y que no me cabe duda que no tardará en ser un fenómeno social en toda España y alcanzará las cuatro temporadas que están ideadas, aunque Antena 3 haría muy bien en volver al doblaje de los actores para evitar sorpresas y críticas, la verdad (No lo digo porque los dobladores hayan hecho mal su trabajo, lo digo porque la serie gana en espontaneidad y con una muy necesaria inocencia con las voces de los actores).
Por cierto, gracias a Jorge y a Raquel por la recomendación y el descubrimiento.