Ligeramente mejor que la primera entrega y aunque resulta algo larga, “Los juegos del hambre 2. En llamas” tiene sus peros también es entretenida y eficaz y eso de que se enganche a mucha gente a la ciencia-ficción con trasfondo y no sólo con acción es algo que a mí particularmente me provoca simpatías.


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Título original: The Hunger Games: Catching fire.
País: EEUU.
Duración: 145 min.
Género: Drama, ciencia-ficción.
Reparto: Jennifer Lawrence (Katniss Everdeen), Josh Hutcherson (Peeta Mellark), Elizabeth Banks (Effie), Woody Harrelson (Haymitch Abernathy), Liam Hemsworth (Gale), Lenny Kravitz (Cinna), Stanley Tucci (Caesar), Toby Jones (Claudius), Philip Seymour Hoffman (Plutarch), Jena Malone (Johanna Mason), Amanda Plummer (Wiress), Sam Claflin (Finnick Odair), Jeffrey Wright (Beetee), Donald Sutherland (presidente Snow).
Guión: Simon Beaufoy y Michael Arndt; basado en la novela de Suzanne Collins. Producción: Nina Jacobson y Jon Kilik.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Jo Willems.
Montaje: Alan Edward Bell.
Diseño de producción: Philip Messina.
Vestuario: Trish Summerville.
Distribuidora: eOne Films Spain.
Estreno en España: 21 Noviembre 2013.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Debo reconocer que a mí “Los juegos del hambre” no me apasionó. Me pareció entretenida e interesante sí, pero sin más. Lo sí que entendí y entiendo es su éxito social porque siempre he pensado que las “cacerías humanas” dan mucho juego en lo cinematográfico (los de mi generación crecimos además con “Orzowei” y sabemos de eso).
A parte el colocar como protagonista hoy en día a Jennifer Lawrence es asegurarse el interés de mucho público porque es la actriz de moda y porque que no sólo actúa bien sino que además en pantalla se apodera de tu atención y consigue que sintonices con ella muy rápido. Eso por no hablar que al ser tan joven se gana a un sector de público muy importante para las taquillas.

Si encima el argumento tiene su interés, con un futuro distópico en el que se está gestando una revolución por culpa de una sociedad despiadada que no sólo remarca las diferencias sociales sino que las aprovecha a través de un reality para que unos se entretengan a costa de las desdichas de los otros (por cierto, véase “Perseguido” de Schwarzenneger, a la que mejora notablemente). Está claro que el cocktail es suficientemente potente para atraer la atención de un amplio público.
El director de la primera entrega, Gary Ross, pienso que hizo un trabajo correcto. En esta ocasión Francis Lawrence (responsable de “Soy leyenda”) pienso que mejora ligeramente a su antecesor con una filmación más redonda y eso a pesar de que la película dura para mi gusto demasiado y alarga en exceso una primera hora que sí, es interesante porque aporta el necesario fondo dramático de lo que se ve al final, pero se recrea en escenas que a mi juicio podían haberse recortado un poco (la del ascensor reconozco que te pilla por sorpresa y me gusta porque le da un contrapunto cómico a una historia que a veces peca de muy seria pero es una frivolité de guión y las de los entrenamientos una manera de justificar pasta con los efectos especiales). Tampoco entiendo muy bien por qué tanta presentación de los tributos cuando luego muchos de ellos se despachan con un visto y no visto.

La cuestión es que uno llega al tramo final de película con ansias de ver ese desenlace en el mundo virtual que han preparado para los tributos y es entonces cuando la acción se dispara y con ella las emociones. No es tan habitual que en una película de este tipo uno sufra con lo que les ocurre a los protagonistas y lo cierto es que lo consiguen de nuevo, así que el trabajo previo hay que valorarlo positivamente.
Yo diría que si mantienen el nivel les va a quedar una más que aceptable adaptación de la trilogía, si no fuera porque como ya va siendo habitual, van a convertir la última entrega en dos películas. Evidentemente es una maniobra esencialmente comercial, pero tampoco me importará demasiado si resuelven bien la historia…Ya veremos.