La última entrega de “Crepúsculo parece que ha satisfecho a las fans dándoles incluso alguna sorpresa inesperada. Para los que no somos fans sólo dejarnos llevar hasta la conclusión con esa inercia de desinterés creciente que hemos ido sufriendo al comprobar con cada entrega que éramos invitados con pocas posibilidades de disfrutar de un género y una historia que poco o nada tiene que ver con nosotros. Mi enhorabuena y envidia sana para quien la disfrute, reconozco que me encantaría sentir eso que dicen que sienten las más afortunadas.

**
Título original: The Twilight saga: Breaking dawn – Part 2.
País: EEUU.
Duración: 115 min.
Género: Drama, fantástico, romance.
Reparto: Kristen Stewart (Bella Cullen), Robert Pattinson (Edward Cullen), Taylor Lautner (Jacob Black), Peter Facinelli (Dr. Carlisle Cullen), Elizabeth Reaser (Esme Cullen), Ashley Greene (Alice), Dakota Fanning (Jane), Mackenzie Foy (Renesmee), Michael Sheen (Aro), Jamie Campbell Bower (Caius), Nikki Reed (Rosalie), Jackson Rathbone (Jasper Hale), Maggie Grace (Irina), Billy Burke (Charlie Swan), Kellan Lutz (Emmett), Casey LaBow (Kate), MyAnna Buring (Tanya), Christian Camargo (Eleazar), Mía Maestro (Carmen), Cameron Bright (Alec), Omar Metwally (Amun), Rami Malek (Benjamin), Lee Pace (Garrett), Andrea Gabriel (Kebi), Patrick Brennan (Liam), Marlene Barnes (Maggie), Tracey Heggins (Senna), Lisa Howard (Siobhan), Angela Sarafyan (Tia), Judith Shekoni (Zafrina).
Guión: Melissa Rosenberg; basado en la novela de Stephenie Meyer.
Producción: Wyck Godfrey, Stephenie Meyer y Karen Rosenfelt.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Guillermo Navarro.
Montaje: Virginia Katz e Ian Slater.
Diseño de producción: Richard Sherman.
Vestuario: Michael Wilkinson.
Distribuidora: Aurum.
Estreno en USA: 16 Noviembre 2012.
Estreno en España: 16 Noviembre 2012.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.
Acabó la saga Crepúsculo para desgracia de las pipiolas y no tan pipiolas que gritaban en el cine al ver como Jason Lautner se quitaba la camiseta para enseñar tabletas (por cierto, en esta película con la escusa se quiere aprovechar para explicar algo más pero tal y como está resuelto no puede quedar más chapucero y postizo) o se emocionaban al ver como Edward y Bella se quedaban embobados el uno con el otro (para mi gusto demasiadas veces y consumiendo demasiados primeros planos en pantalla).
En las primeras reacciones de fans se detecta satisfacción pero esta saga creo que podría haber dado mucho más de sí (no importa a cuantas chavalas haya mantenido en vilo y haya congregado en cada presentación y estreno), el caso es que podría haber atrapado a mucha más gente siendo un fenómeno social más allá de edades y sexos, a poco que no se hubiera ceñido sólo a su público potencial, el femenino. Porque no nos engañemos, con cada película que han ido estrenando, a los chicos nos han ido dejando cada vez más de lado pensando en que las que llenaban las salas y las premieres eran ellas. Guiones, escenas, personajes, todo ha sido milimetradamente calculado para que fuerais vosotras las que disfrutarais. Ok, no hay problema, cada público merece sus películas icónicas y éstas queda para vosotras, pero me resulta inevitable pensar que todo podría haber sido de otra forma y que todo podría haber sido mejor para cualquier público.

Hablo, lo reconozco, desde la decepción porque yo empecé a ver esta saga con interés y la he ido perdiendo conforme avanzaba acabando completamente inapetente ante ella. En concreto de esta última película me sobra casi todo menos quizás el final (tampoco es que sea la cosa como para tirar cohetes, pero al menos me entretuvo). ¿En serio necesitaban dividir en dos películas “Amanecer” para esto? supongo que para llenarse las arcas les ha venido de perlas, eso sí.

Quiero pensar que si han gustado a tanta gente las novelas estarán mejor que las películas y que todo estará mejor explicado y será más intenso por lo que a muchas lectoras con la información de los textos las imágenes les habrán bastado. Los que no hemos leído nada tengo la sensación que nos hemos perdido lo esencial, que seguramente está mejor explicado con palabras.
En ésta última entrega había tres focos argumentales que prometían dar juego: la nueva condición de Bella (despachada con una sucesión de escenas visualmente exageradas y no muy bien resultas como aquella en la que Bella ataca a un escalador para chuparle la sangre pero deja de hacerlo de repente sorprendiendo al propio Edward porque es mentalmente muy fuerte ¡¡¡Ahhhh, vale!!!), el crecimiento y tutelaje de Renesme (a la que retocan la cara con efectos visuales un tanto chapuceros y parece que va ser crucial en la trama cuando al final no lo es tanto) y por otro la amenaza de los Vulturi (el plato fuerte de la serie, que se queda en casi nada salvo por unos cuantos aspavientos de Michael Sheen que provocan más risas que temor o inquietud). Existía en la saga además el peliagudo asunto del triángulo, que la autora resolvió ya en la entrega anterior con la imprimación de Jacob que queda a partir de ese momento en un segundo plano que resulta casi insultante para el personaje. Pues vale.

Todo el material argumental me parece poco aprovechado, a mi modo de ver prefieren centrarse sin éxito en subtramas bastante intrascendentes como el cuidado de Renesme mientras crece (aburrido hasta decir basta) o el reclutamiento de los amiguetes vampiros (que no solo es algo bastante insulso sino que sobra por completo porque además los secundarios son bastante flojos y parece una copia mala de “X men”), en lugar de prestar atención a lo que de verdad importa: el cambio que se opera en Bella, como cambia su relación con Jacob y cómo se movilizan los Vulturi. La película queda envuelta de un romanticismo juvenil, pero pierde todas sus posibilidades dramáticas que son las que, a la postre, le hubieran dado intensidad a la conclusión.

Evidentemente ni el director es tan torpe como para no conseguir escenas que serán del gusto de las fans ni los productores tan malos como para no darles lo que quieren ver, con lo que muchas quedarán ampliamente satisfechas; pero, por favor, ruego se me crea cuando digo que todo esto que vemos se puede hacer mucho mejor, que se puede lograr expresar un romanticismo mucho más intenso y emocionante y que bastaba con centrarse en lo que resulta más interesante desde el punto de vista argumental para tener en vilo a toda la platea.
Sólo al final, cuando la acción se desata, encontramos motivo para disfrutar ante la pantalla y hay que decir que la batalla final no está mal resuelta e incluso proporciona algún instante de sorpresa para todos (incluyendo quienes leyeran las novelas); pero es un poco decepcionante constatar que algunas cosas no son lo que parecen y me callo (Quien quiera algún dato más que lea abajo en zona de spoilers).

Eso sí, para quien haya disfrutado mi enhorabuena, a fin de cuentas se hacen películas para todos y todos los públicos merecen películas a su gusto….mi única duda es si a mucha gente que ahora le ha gustado le seguirá gustando dentro de unos años. El tiempo nos lo dirá.
Algunas cosas positivas que sí le veo a Crepúsculo: es importante que los géneros cinematográficos y narrativos vayan gustando a todo el mundo y no queden circunscritos a edades o sexos. Obviamente es el componente romántico el que ha enganchado a muchas chicas a esta saga, pero que, hablando en general, también empiecen a encontrarle el gustillo al fantástico es una muy buena noticia. Y también es positivo que se hagan películas que enganchen a mucha gente joven al cine. Hoy verán “Crepúsculo” y quizás mañana le den una oportunidad a “Casablanca” o a “Breve encuentro”.