Llega a las librerías el penúltimo tomo de las historias de Wonder Woman contadas por George Pérez dentro de la colección de libros de tapa dura “Grandes Autores de Wonder Woman” publicada por ECC Ediciones, titulada “Juegos mentales“. Las cosas se complican para la amazona y el resto de sus compañeras, en la línea argumental trazada por Pérez y a la que le queda pocos números para concluir.

 Este volumen se abre con un suicidio y se cierra con un asesinato. Entre uno y otro, Wonder Woman ejerce su doble papel de protectora de la Tierra y de Isla Paraiso, aliándose con Troya para investigar el origen de un puñado de híbridos, mitad animales, mitad humanos. Además, se las ve con el siniestro Doctor Psycho y con Hermes desencadenado. Y aún tiene tiempo para intervenir en un programa televisivo que repasa los mejores momentos de su trayectoria.

Con motivo del renacimiento del Universo DC a partir de las “Crisis en Tierras Infinitas“, Wonder Woman renació en su segundo volumen en febrero de 1987 con guion y lápices del autor consagrado George Pérez, que ya se había encargado de la espectacular maxiserie guionizada por Marv Wolfman dos años antes, y de los lápices de la también importante New Teen Titans. Pérez ofreció a la editorial realizar seis números de la serie de Wonder Woman, prometiendo darle un aire épico influenciado por el Thor de Walter Simonson. También quiso y logró una serie que no se enmarcaba dentro de los parámetros del cómic de superhéroes al uso, orientado al lector masculino. Para ello dotó a la serie de un punto de vista feminista (muy poco visto en la época) y rodeó al personaje principal de secundarios de toda índole, realistas y con un gran peso específico en la narración de la serie. Por ejemplo, Steve Trevor ahora no era la pareja romántica de la amazona, si no que su papel iba por otros derroteros. Creó a Julia Kapatelis, mentora y madre adoptiva de Diana en el mundo patriarcal y su hija Vanessa Kapatelis, que considera a Diana su hermana mayor, tras unos primeros momentos de celos hacia ella. Etta Candy (Oficial de las Fuerzas Aéreas) y Ed Indelicato (inspector de la policía de Boston) son otros nombres propios cuya personalidad se irá desarrollando a lo largo de la serie.
El presente tomo comienza con una historia de corte intimista y muy original, mostrando el suicidio de una adolescente y la reacción de sus allegados. Wonder Woman solo puede ser testigo de estos terribles hechos. La portada muestra un dibujo a tiza que fue lo que inspiró a su autor para la historia y que pudo llevar a cabo por la aprobación de la editora Karen Berger.
En la siguiente historia, se ata un cabo suelto y es el encuentro de Diana con Troia, la Wonder Girl de los Jóvenes Titanes, que nunca había sucedido antes, y en un exótico escenario griego. Esta aventura de dos números nos conducirá al especial número 50 USA, con la visita de las amazonas de Themyscira, madre de Diana incluida, como embajadoras de buena voluntad a los EEUU. La cosa se torcerá en posteriores números, creando un hilo argumental que concluirá en el siguiente tomo de “Grandes Autores” y que pondrá punto final a la participación de George Pérez en esta serie. También es especial la historia del número 59, un resumen de todo lo acontecido hasta el momento contado por un programa televisivo desde su punto de vista terrenal.
Tras la estancia en tomos anteriores de Chris Marrinan a los lápices, el nivel de dibujo sube enteros en el presente tomo. Comenzando con Jill Thompson, una gran dibujante estadounidense, cuya labor más conocida es su colaboración con Neil Gaiman en “Sandman”. Pérez confesó tener algún problema de entendimiento con esta artista, puesto que sus historias están planificadas para muchas viñetas por página, cosa que a Jill no le acabó de cuadrar. Su estilo es perfecto para la primera historia, no tanto para cuando llega la acción de posteriores números.
Colleen Doran, que también provenía del sello Vertigo y Sandman, realiza un estilo más afín al del guionista, con un número doble muy meritorio. En número 52 son acreditados Cynthia Martin y Kevin Nowlan. El estilo de este último en el acabado es inconfundible, y a mi entender, es la historia mejor dibujada del tomo. Jill Thompson volverá otros cuatro números (con uno de Joe Phillips, el 56, el más flojo del tomo).
La lectura de estas historias se me antoja un tanto espesa. Pérez incluye muchos bocadillos de texto por viñeta, y muchas viñetas por página. Se centra en una gran variedad de personajes y situaciones, que es algo elogioso, pero a veces da sensación de agotamiento de ideas y economizando textos, la narración iría más fluida. También es cierto, en aquella época, un cómic mensual llenaba más y no estaba proyectado para leer en tomo. Por eso lo mejor es leer a pequeños sorbos, para no atragantarse con esta epopeya terrenal de la Wonder Woman.
Al final del libro, que incluye los números americanos 46 al 57 (1990-1991), se añaden las fichas de personajes sacadas del “Who is who in the DC Universe” (algunas con guion de Waid) y una galería de dibujos del número 50. Y sobre todo las portadas de George Pérez, maravillosas. Un libro indicado para fans del personaje y de su autor.

Grandes autores de Wonder Woman: George Pérez. Juegos mentales.
Guión: George Pérez, Len Wein y Mindy Newell
Dibujo: Colleen Doran, Cynthia Martin, Jill Thompson, y Joe Phillips
Edición original: “Wonder Woman” núms. 46 a 57
ISBN: 978-84-17549-86-2
Fecha de publicación: Octubre de 2018
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 320
Precio: 30,50 euros