Después de un duro día de trabajo, luchando contra los malvados Sith, negociando con los tercos Gungan de Naboo y controlando los turbios negocios de la Federación de Comercio, un Jedi regresa a casa para encontrarse con la cena preparada, un plato caliente en la mesa y un par de velas para amenizar la velada.

Música de John Williams de fondo. Incienso para aromatizar el ambiente. Las luces de Coruscant al anochecer. Una cena a base de pescado del planeta acuático Kamino. La luz de dos velas.
Siguiendo con la singular propuesta de comercializar cualquier producto imaginable ambientado en la saga galáctica creada por George Lucas ya podemos encontrar el Star Wars Lightsaber Candlestick, con licencia oficial de Star Wars, un candelabro que imita el sable de luz de Darth Vader y que podemos encontrar a la venta en ThinkGeek por unos treinta dólares.
Y si hay comida japonesa, no estaría de más utilizar unos palillos a juego.

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