“Paperman“, “For the birds”, “Maggie Simpson in The Longest Daycare“,… pero, ¿acaso solamente los americanos saben hacer cortometrajes de animación que se merecen nuestra atención, nuestra dmiración y nuestro aplauso? ¡Ni mucho menos! Solamente tenemos que echar un vistazo al último cortometraje ganador del Goya en su categorÃa, “El vendedor de humo” de Jaime Maestro, para demostrar que aquà hay talento como donde más.
Ganarse la vida haciendo feliz a la gente deberÃa ser una tarea fácil, sin embargo, hay veces que las cosas no son lo que parecen y entonces todo se complica…
Entre los ganadores de la XXVII edición los premios Goya, de los que ya os hablamos hace un par de dÃas, pasó de puntillas el galardón en la categorÃa al mejor cortometraje de animación. Entre los polémicos errores en la entrega al Goya para la mejor banda sonora o las dudas sobre el premio para Candela Peña que agradecÃa a la vez que sostenÃa una tarjeta con el nombre de Chus Lampreave, los belicosos discursos de Maribel Verdú o J.A. Bayona y los afilados dardos de Eva Hache, parece que un premio menor no tiene mayor trascendencia, pero a veces es necesario reivindicar el buen trabajo que se hace en estas tierras mientras las medallas y los elogios se marchan más allá del océano.
“El vendedor de humo” es un cortometraje realizado como trabajo de final de curso por los alumnos de la escuela de animación valenciana PrimerFrame donde Jaime Maestro, acreditado como director del corto, ejerce como profesor, y se impuso a “Alfred y Ana” de Juan Manuel Suárez GarcÃa, “La mano de Nefertiti” de Guillermo GarcÃa Carsà y “¿Por qué desaparecieron los dinosaurios?” de Esaú Dharma VÃlchez Corredor y MarÃa del Mar Delgado GarcÃa.
El corto cuenta la historia de un vendedor ambulante que llega a un pueblo ofreciendo una extraordinaria mercancÃa: hacer realidad los sueños de sus habitantes, a cambio una módica cantidad. Sin embargo, los habitantes del lugar no tienen tiempo para fantasÃas, ocupados como están con sus quehaceres diarios.
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Un año más que no me acosté por ver la Gala de los Óscars, aunque con el error de que…