Hay una pequeña editorial española que está haciendo las cosas de maravilla. Hablo de Sportula, la editorial de Rodolfo Martínez que nos sorprende con grandísimas propuestas y que nos acaba de regalar un ágape mientras esperamos al broche final de la brillante trilogía La Piedad del Primero, de Pablo Bueno, con esta delicatessen de novela corta: Tres ojos de bruja.
Tres ojos de bruja
Pablo Bueno
Editorial: Sportula
Ilustración de cubierta: Andrey Kiselev, Vit Kovalcik y Sportula
Diseño de cubierta: Sportula
Ediciones: digital y papel
ISBN: 978-84-16637-53-9
Encuadernacion: Bolsillo rústica
Tamaño: 17 x 12 cm.
129 páginas
5,00 € (papel)
1,99 € (digital)
Una serie de asesinatos se han producido en el Imperio. Pese a que los hechos parecen inconexos, su número creciente y la insinuación de un poder que no debiera existir, hacen que la Orden ponga al inquisidor Adler al frente de la investigación. Pero sus pesquisas se convierten pronto en una carrera vertiginosa contra fuerzas que nadie parece comprender del todo y que podrían acabar con los fundamentos que sustentan al Imperio.
Pablo Bueno regresa al mundo de La piedad del primero y La hora de los desterrados con esta trepidante novela corta en la que se narran acontecimientos anteriores al arranque de la saga. Un complemento perfecto a la segunda novela de la serie y el mejor aperitivo posible mientras esperamos la publicación de la tercera y última, La astucia del vencido.
Pablo Bueno nos sorprendió a todos, un par de años atrás, con la publicación de La Piedad del Primero, primera piedra en la construcción de una trilogía fantástica que, si bien podía recordarnos a cierto libro de fantasía, conseguía no sólo superar lo visto en La mano izquierda de Dios, de Paul Hoffman (por cierto, podría recordarmélo… aunque lo cierto es que tan sólo leí uno de los libros de Hoffman, mientras que de Bueno me leo hasta las novelas cortas como Tres ojos de bruja), sino que además nos obligaba a estar pendientes de que Bueno no cejase en sus empeños: sí, le he estado prohibiendo, por redes sociales, compartir más de un tweet o dos al día hasta que entregue La astucia del vencido, cierre y broche final de la trilogía iniciada con La piedad del primero y La hora de los desterrados. ¡No sabéis las ganas que tengo de leer La astucia del vencido! (aunque ya va quedando menos para su publicación, como ya os informé en esta noticia). El caso es que, según se ve, Pablo Bueno debe tener tiempo libre (creedme, yo no he autorizado esa libertad del autor por poder, incluso, descansar en verano) y así es como nació Tres ojos de bruja: una novela corta ambientada en el mundo de La Piedad del Primero y que, en mi caso, sólo ha servido para incrementar mis deseos de exigir más material a nuestro querido escritor.
En Tres ojos de bruja se nos habla de acontecimientos anteriores al inicio de la trilogía de La Piedad del Primero que nos llevan a conocer la situación de dos inquisidores y un árbitro y su lucha para descubrir quien está detrás de una serie de asaltos militares contra posiciones del Imperio cada vez más importantes lo que llevará a los inquisidores Adler y Cedric, y el árbitro Abelard, a investigar quién está detrás de estos ataques. La dinámica que se forma entre los tres amigos es realmente interesante y cuando ya te quieres dar cuenta el libro se ha acabado y te quedas lamentando que Tres ojos de bruja no tuviese un par de cientos más de páginas de extensión, aunque como aperitivo de lo que vendrá, el cierre de la trilogía, ya os aseguro que me ha sabido a muuuy poco.
Por cierto, Tres ojos de bruja ha sido publicado en dos formatos: digital al ridículo precio de 2 euros (algo menos en Amazon) y en papel, formato mini-libro, por 5 euros. No tengo en mis manos la edición en papel, pero me haré con ella porque esa portada de Andrey Kiselev y Vit Kovalcik está exigiendo a gritos un sitio en mi estantería.
En definitiva, Tres ojos de bruja es una puerta de entrada cómoda y económica, dentro os espera la experiencia de La Piedad del Primero y os recomiendo entrar cuanto antes.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…