Justin Lin abandona la franquicia de Fast & Furious para ofrecernos su versión de Star Trek y aunque le pone ganas no logra compensar un guión desastroso que hace aguas por todos lados.
Star Trek Beyond
Año 2016
Duración 120 min.
País: Estados Unidos
Director: Justin Lin
Guión: Simon Pegg, Doug Jung, Roberto Orci, John D. Payne, Patrick McKay
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Stephen F. Windon
Reparto: Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana, Karl Urban, Simon Pegg, Anton Yelchin, John Cho, Idris Elba, Sofia Boutella, Joseph Gatt, Deep Roy, Lydia Wilson, Joe Taslim, Adam DiMarco, Ashley Edner, Christian Sloan, Jodi Haynes
Productora: Paramount Pictures / Bad Robot / Skydance Productions
Sinopsis
El USS Enterprise, la nave insignia de la Flota Estelar liderada por el capitán James T. Kirk (Chris Pine), vuelve a surcar el universo para asegurarse de la protección de la Tierra y del resto de planetas aliados. Pero la tranquilidad durará poco y el peligro acecha. La primera etapa de su misión les llevará a un territorio desconocido, y su travesía de vigilancia pronto se convertirá en una carrera por la supervivencia espacial cuando se enfrenten a un nuevo y fiero enemigo, Krall (Idris Elba), una especie alienígena avanzada. Para frenar sus siniestros planes, Kirk deberá reunir a su equipo y usar todo sus recursos para resolver los desafíos a los que se enfrentarán. A la vez que intentan encontrar el modo de volver a la Tierra, su misión será proteger el futuro de la raza humana y preservar la armonía entre especies… Tercera entrega de la nueva saga de Star Trek.
Había ganas de ver la tercera película de la nueva Star Trek para comprobar si se seguía la senda trazada por Star Trek y Star Trek: En la oscuridad o si bien no se mantenían las expectativas que Abrams había generado en las dos primeras entregas y la verdad es que la película se queda a medio gas y no sabe aprovechar los excelentes mimbres dejados por las dos anteriores entregas y por las posibilidades del guión firmado por Simon Pegg, Doug Jung, Roberto Orci, John D. Payne y Patrick McKay. Cinco personas para escribir un guión que está repleto de agujeros y deux ex machina y es aquí donde se encuentra el problema de Star Trek Beyond, y es que hay unos agujeros de guión que obligan a hacer una reseña con SPOILERs, así que cuidadito a partir de aquí.
Me encanta esta nueva franquicia de Star Trek, los actores son lo que más peso y consistencia dan a las películas y por eso es un acierto que la mayoría se mantengan aunque yo eche de menos al, ejem, personaje de Alice Eve. Pero me preocupa el tratamiento de los mismos, y es que por un lado tenemos a un Kirk que se lamenta porque lleva DOS miserables años de misión del espacio desconocido y ya se dispone a tirar la toalla y renunciar a su puesto al mando de la Enterprise. Tenemos a Spock que se acaba de enterar de la muerte de su doble futuro y ha decidido que debe ayudar a repoblar las filas de vulcanianos, lo que justifica el nuevo cabreo de Uhura (de verdad, dar personalidad a un personaje femenino no implica hacer que se enfade cada dos por tres, hay otras opciones… pero no, en cada película Uhura se enfada con Spock) y nos lleva a preguntarnos si en el futuro la donación de esperma no existe. Tenemos también a Uhura que… ah, no, su cupo se cumple al estar enfadada con Spock y al darle un par de escenas de combate. Scotty es, posiblemente, lo mejor de la película, tanto por su relación con el resto de personajes como por ser el desahogo humorístico. El doctor McCoy es, como siempre, de lo mejorcito por, como Scotty, darle el contrapunto humorístico. Sulu y Chekov cumplen y poco más en cuanto a personajes y su desarrollo. Sí, bueno, Sulu es gay y tiene una hija con su pareja. Encantador.
Pero lo que más me repatea, aparte de los falsos traumas que tienen los personajes, es que la historia no hay por dónde cogerla. Básicamente la Enterprise lleva un par de años vagando por el espacio desconocido y… ¡para a repostar en una base nuevecita! Esteeee… o no habéis estado viajando mucho por el espacio profundo o esa base… ¿qué coño pinta ahí? En fin, olvidadlo que ha llegado una nave con una alien gritona, y a la que nadie conoce, pidiendo ayuda así que toda la tripulación coge la Enterprise, atraviesan una nube de escombros impresionante y llegan… a una trampa. Obvio.
Y aquí es donde se comete el gran pecado de Star Trek Beyond, a alguien se le ocurrió que era buena idea DESTRUIR la Enterprise. A partir de ese momento la historia debería tener cierto sentido, pero no, qué va. Aparte de que los protagonistas consiguen sobrevivir a una chorrada como caer desde el espacio a un planeta y encontrarse de nuevo después de andar un poco (con ayuda de los restos de la Enterprise, que debe ser de construcción alemana o algo). Aquí es dónde se da el mayor despropósito de todos, y es el ver cómo la tripulación encuentra una nave de la Federación desaparecida 100 años atrás y que, con unos mínimos ajustes, funciona. En fin, lo más interesante de aquí es el personaje de Kalara ¿o se llamaba Tyvanna? En fin, el caso es que mola su maquillaje blanco y negro, así como la historia del personaje al que, a partir de esta película, seguramente se ignorará por completo. Uno de los “debes” de la franquicia: crear y olvidar personajes interesantes.
Pero hablemos del malo: Krall, un tio que no se sabe de dónde ha salido o cómo ha reunido su ejército y naves (no, en serio, ¿¡cómo!? Si toda su tripulación había muerto y no hay dónde construir las naves) pero que ha decidido que lo mejor para la Federación es masacrarlos porque eso los hará más fuertes y allá que va, engañando a Kirk y compañía, utilizando una ínfima fracción de sus tropas y fracasando miserablemente.
Star Trek Beyond se queda, como le pasa a muchas películas de acción últimamente, muy atrás de lo prometido. Sigue siendo entretenida, sigue teniendo muchos buenos momentos, pero tiene más agujeros de guión que un queso de gruyere.
¡¡QUIERO MÁS!!