Con el séptimo tomo recopilatorio de las aventuras de Spirou y Fantasio de André Franquin, que incluye tres historias publicadas entre 1959 y 1960, llegamos a uno de los momentos más destacados de la historia del cómic francobelga: la primera aparición del villano Zorglub.

La Guerra Fría que el contexto histórico en el que surgió Zorglub. Catalizador de todos los temores de su tiempo, aplasta a todos los otros “malos” introducidos en el universo de Spirou. Zorglub es malo, megalómano, muy paranoico, y tan torpe en la venganza como en lo creativo. Su Zorglangue, sus dispositivos futuristas y sus inventos demoníacos conducirán a algunas de las páginas más divertidas y míticas de las aventuras de Spirou.

Aunque Spirou fue creado originalmente en el año 1938 por Robert Velter ‘Rob-Vel’ para la revista “Le Journal de Spirou“, el personaje ha quedado vinculado para la posteridad con el dibujante belga André Franquin (1924-1997), el maestro del bande dessinée francobelga, uno de los autores de cómic más importantes de todos los tiempos, iniciador y miembro de la llamada ‘Escuela de Marcinelle‘. Franquin fue un autor prolífico, detallista y muy trabajador, y sirvió de maestro a muchos de sus colaboradores, a quienes les enseñó todo lo que sabía y les acreditó en todas sus aportaciones. Greg, Jidéhem, Yvan Delporte, Jean Roba, Dino Attanasio, Peyo o Tillieux, entre muchos otros, aprendieron a su lado aunque, tal y como se explica en los artículos que acompañan el tomo, nunca existió algo parecido a un ‘Estudio Franquin’. Tenía muchos colaboradores, pero era incapaz de controlar algo de tal magnitud.
Reconocido sobretodo por su trabajo con personajes como Spirou y Fantasio, el Marsupilami o Tomás el Gafe, sin olvidar sus “Ideas Negras” o “Modeste et Pompon“, incluso el mismísimo Hergé, padre de Tintín, mostró su admiración por Franquin, y dijo de él: “a su lado no soy más que un pobre dibujante“.

El séptimo tomo recopilatorio de las aventuras de Spirou y Fantasio de André Franquin incluye tres aventuras completas (“Miedo al final del cable“, “Z como Zorglub” y “La sombra de la Z“), así como numeroso material extra formado por varios articulos para poner en contexto al lector del momento y el lugar de estos tres títulos, así como abundante material gráfico como ilustraciones, bocetos, anuncios y portadas originales, entre otros, que aderezan esta edición de lujo de la editorial Dib·buks. Y ¡ojo!, que nos acercamos al final: éste el penúltimo de los ocho integrales de esta increíble colección de André Franquin.

En “Miedo al final del cable” (“La peur au bout du fil“), una historia breve de Franquin y Greg con color de Jidéhem publicada entre los números 1086 y 1092 de la revista “Spirou” y que acompañó al álbum de “El viajero del mesozoico“, nos contaba como el Conde de Champignac finalmente ha conseguido extraer los residuos tóxicos de su famoso elixir X4, aquel que multiplica las facultades mentales de quien lo toma. Entusiasmado por su éxito, Pacôme llama a su amigo Spirou para comunicarle la noticia pero, durante su conversación y en uno de los despistes habituales del genio, el conde se bebe el residuo convencido que se está tomando una taza de café. Los efectos no se hacen esperar, y el adorable, pacífico y peculiar científico se transforma en un verdadero problema: porqué si el X4 le convierte en un hombre extraordinariamente inteligente, el residuo le convierte en un verdadero demente.
En “Z como Zorglub” (“Z comme Zorglub“), una historia de Franquin, Greg y Jidéhem publicada entre los números 1096 y 1136 de la revista “Spirou“, un viejo conocido del Conde de Champignac llega de visita a la mansión. Es Zorglub, que ofrece al conde la oportunidad de unirse a su causa y alcanzar el dominio del mundo, pero es rechazado. En respuesta, un vengativo Zorglub demuestra el peligro que puede suponer para Spirou y sus amigos al hipnotizar a los habitantes de Champignac-en-Cambrousse para atacar la mansión del conde. Mientras el conde y Spirou se enfrentan a la horda hipnotizada, Zorglub secuestra a Fantasio y se lo lleva a su base secreta para transformarlo en uno más de su ejército de Zorghombres esclavizados que hablan al revés.
Y en “La sombra de la Z” (“L’ombre du Z“), una historia de Franquin, Greg y Jidéhem publicada entre los números 1140 y 1183 de la revista “Spirou“, nos situaremos justo después de los hechos narrados en el álbum precedente, tras el regreso a casa de Spirou, Fantasio, el Conde de Champignac, el Marsupilami i la ardilla Spip. Para su sorpresa, los problemas con Zorglub y sus Zorghombres no han terminado… Y es que mientras en Champignac-en-Cambrousse aún queda un Zorghombre sin curar, el gendarme Jérôme, paralizando a los habitantes del pueblo con la Zorglonda, sin ningun remordimiento Zorglub se ha mudado a Palombia para seguir adelante con sus malvados planes de dominación mundial, donde recibirá la ayuda de un tal Zantafio, el primo malvado de Fantasio.

André Franquin estuvo casi veinte años al frente de las aventuras de Spirou y Fantasio y, durante este tiempo, transformó la serie al ofrecerle al lector historias largas con argumentos muy elaborados, y por crear un gran número de carismáticos personajes secundarios como el Conde de Champignac, el aspirante a dictador Zantafio, el adorable Marsupilami, y la periodista Seccotine, entre otros. Y, por supuesto, Zorlgub.
Con “Z como Zorglub” y “La sombra de la ZAndré Franquin abrió las puertas al sociópata y megalómano Zorglub, y desde su primera aparición como antagonista de Spirou y Fantasio se convirtió en el villano más carismático de la saga. Este personaje es un genio malvado, un científico con ínfulas que pretendía dominar el mundo y controlar la voluntad de hombres y mujeres mediante la Zorglonda, un rayo para manipular la mente y crear un ejército de Zorghombres. En entregas posteriores Zorglub ha ido oscilando entre el bien y el mal, se ha reformado y ha vuelto a delinquir, ha cambiado de bando como quién cambia de camisa, sin dejar de ser traicionero e insidioso, pero justamente esta ambigüedad y sus planes retorcidos son los que le han convertido en uno de los favoritos de los lectores. E incluso se ha ganado un spin-off desternillante, creado por José Luis Munuera, y publicado en castellano también por Dib·buks.

Estas tres historias de André Franquin son una nueva demostración del talento inmenso de un artista de prestigio, consagrado y respetado por el público, los colegas y sus editores, per tan obsesionado por el trabajo que llegaría a ser devastador para su salud. Hay que recordar que, poco tiempo después de estas obras y desde principios de los años sesenta, André Franquin vivió aquejado por una severa depresión, que le había dejado incapaz de dibujar y que le acompañó hasta principios de los años ochenta cuando abandonó por completo los tableros de dibujo. Así pues, estamos al final del camino y ya solamente nos queda por delante un octavo tomo recopilatorio que incluirá “Spirou et les hommes-bulles“, “QRN sur Bretzelburg” y “Panade à Champignac“. Sin duda, una conclusión por todo lo alto.

Spirou y Fantasio. Integral #7 (1959-1960)
Autores: André Franquin y otros
ISBN: 978-84-17294-85-4
Formato: 22x30cm. Cartoné. Color
Páginas: 176
Precio: 29,50 euros