Tengo la impresión que las aventuras de Spirou se han adaptado muy bien al paso del tiempo, tanto por las historias que nos han ido contando a lo largo de los años como por los distintos autores que han recogido el testigo desde que, en 1938, Rob-Vel creó el personaje. Con él hemos viajado hasta los Siete Budas para rescatar a Longplaying, nos enfrentamos a John Helena y los Hombres Burbuja para recuperar el pecio del ‘Discreto’, ayudamos a Marcelin Switch a rescatar al rey Ladislas de Bretzelburg, nos adentramos con Seccotine en las selvas de Palombia para conocer los signulares hábitos de la familia del Marsupilami, luchamos por detener a la androide Cianuro,… y ahora el guionista Fabien Vehlmann y el dibujante Yoann nos cuentan una aventura donde no se esconde la crítica a los medios de comunicación y las grandes empresas. Un asunto de rabiosa actualidad.

La revista Spirou se ve envuelta en un juicio sensacionalista tras la denuncia de algunos padres que consideran que es peligrosa para sus hijos. Esto les lleva a la bancarrota. Fantasio no quiere que la revista tenga que cerrar y el famoso detective y explorador Gil Coeur-Vaillant llegará al rescate. Pero todo esto tiene un precio. Spirou es secuestrado y llevado a la fuerza a una isla paradisíaca que posee un millonario sin escrúpulos. ¿Podrá salir de la isla? ¿Conseguirá salvarle Fantasio? ¿Qué otros misterios ocultos se descubrirán en la isla?

Las aventuras de Spirou y Fantasio fueron creadas originalmente por Robert Velter ‘Rob-Vel’ para la revista de Jean Dupuis “Le Journal de Spirou” en 1938, y es uno de los clásicos eternos e imprescindibles del cómic europeo. Mucho tiene que ver en ello el relevo generacional ininterrumpido de autores de gran nivel que han trabajado en sus aventuras, así como en los hors-série, como Jijé (creador de Fantasio), Franquin (creador de Zorglub), Janry y Tome (creadores de la versión infantil del personaje, el pequeño Spirou), Fournier, Lewis Trondheim, Émile Bravo, Olivier Schwartz, Yves Chaland, el murciano José Luis Munuera y Morvan, Yoann o Fabien Velhman, entre otros. Un total de más de sesenta álbumes publicados realizados por casi treinta autores distintos, entre dibujantes y guionistas que, en su mayoría y afortunadamente, han ido llegando a nuestro país y en nuestro idioma. Hoy en día, de la mano de Dib·buks.

Sí, como ya sabéis, la editorial madrileña Dib·buks celebró su décimo aniversario con el anuncio de que Spirou, a Fantasio, al Marsupilami, a la ardilla Spip, a la periodista Seccotine, al chiflado conde de Champignac, y a sus antagonistas Zorglub, Zantafio o Cianuro se incorporaban a su selecto catálogo. Fue una gran noticia, y en ViaNews nos hicimos eco de ello con entusiasmo. Y lo seguimos haciendo con cada nuevo álbum que publican.

La trampa viperina” (“Dans les griffes de la Vipère“) del dibujante Yoann (“La ladrona del cementerio”, “Bob Marone”,…) y el guionista Fabien Velhman (“Green Manor”, “Solos”, “IAN”,…), con los colores de Hubert, es la 53a aventura de Spirou y Fantasio, que permanecía aún inédito en nuestro país. Es el tercer álbum de Spirou y Fantasio escrito por Vehlmann y dibujado por Yoann, tras “La amenaza de los Zorketes” y “La cara oculta de Z“, un dúo creativo que tomó el relevo del guionista Jean-David Morvan y el dibujante murciano José Luis Munuera, que cerraron su etapa con cuatro álbumes publicados entre 2004 y 2008 (que concluyó con el álbum “Los orígenes de Z”). Publicado originalmente en el año 2013 por la editorial Dupuis, en “La trampa viperina” acompañaremos a Spirou y su inseparable amigo Fantasio durante la crisis de la venerable revista “Spirou”, que acaba en manos de una oscura corporación empresarial de inquinas intenciones, controlada por un multimillonario sin escrúpulos que domina con mano de hierro el mundo de las finanzas y los medios de comunicación. Un Florentino Pérez a la francesa, vamos. Como parte del trato para mantener a flote la revista, un inocente e inconsciente Spirou firma un contrato draconiano que le convierte en una posesión más de la empresa, en un simple objeto de coleccionista. El botones es secuestrado y trasladado a la fuerza a una isla paradisíaca, donde deberá permanecer encerrado para siempre. ¿Para siempre? No concen al botones del Moustic Hotel…

El estilo fresco y dinámico de Yoann Chivard y el ritmo trepidante que imprime Fabien Velhman a la historia, con las habituales dosis de aventura, acción y humor que son sello de identidad de esta saga imprescindible y ya venerable, consigue que este álbum de la colección regular de Spirou y Fantasio no desentone, esté a la altura de sus predecesores y mantenga inalterado el espíritu original. De hecho, la historia que nos presentan sus autores es moderna, adaptada a los tiempos, y aunque el entorno (la arquitectura, el mobiliario, los vehículos,…) es evidentemente de los años cincuenta, el argumento es vigente y está de plena actualidad.

Sí, cuando leo un álbum de Spirou siempre espero que me ofrezca algo nuevo, original y sorprendente… pero sin modificar la fórmula.

La historia de Velhman es una crítica abierta y sin tapujos a las grandes empresas que dominan hoy en día la sociedad occidental, corporaciones anónimas con tentáculos pegajosos que dominan el mundo de la política, los medios de comunicación y la banca, y recuerda a aventuras como las de Will Smith en “Enemigo Público“, o Sandra Bullock en “La red“: el individuo no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir si se enfrenta a quien domina la información, a quien maneja los hilos, a quienes controla a los controladores.

El guionista de “La trampa viperina” es toda una institución de BD actual, un Fabien Vehlmann que se inició en el mundo del cómic en 1996, para entrar a trabajar en la revista francesa “Spirou” en 1998 donde conoció al dibujante Denis Bodart, con el que empezaría la magnífica serie “Green Manor” que ya reseñamos con efusividad en esta misma página hace tiempo.  Después vendría la serie humorístico-filosófica “Samedi et Dimanche” con el dibujo de Gwen, el siniestro “El marqués de Anaon” con el dibujante Mathieu Bonhomme, “Les cinq conteurs de Bagdad” con Frantz Duchazeau, “Siete Psicópatas” con el dibujante británico Sean Phillips o la ciencia-ficción de “IAN” con Ralph Meyer, entre muchos otros.

El tiempo le ha sentado muy bien al botones del Moustic Hotel y los autores que han trabajado en sus aventuras, así como los spin-off o hors-série (“El pequeño Spirou” de Tome y Janry o las aventuras del Marsupilami en solitario en la selva de Palombia), han dejado huella y son referentes ineludibles del BD francobelga. Adorable vejez, que con casi ochenta años de edad aún parece lejano el día en el que Spirou se retire para gozar de su merecida jubilación.

La etapa de Fabien Vehlmann y Yoann que está publicando ahora Dib·buks es una demostración de nuestra afirmación, y por ese motivo recomendamos efusivamente a quienes tengan la paciencia de leerse esta reseña que no esperen ni un instante para darle una oportunidad a “La trampa viperina“. De los mejores álbums de Spirou de la última década.

Spirou: La trampa viperina
Dibujante: Yoann
Guionista: Fabien Vehlmann
Colorista: Hubert
ISBN: 978-84-16507-51-1
Formato: 22x30cm. Cartoné. Color
Páginas: 48
Precio: 13,50 euros