Han pasado muchos años desde la primera vez que leí Siempre Vengadores en la grapa de Forum, tantos que los años habían “tapado” la grandísima calidad que atesora el trabajo de Roger Stern, Kurt Busiek, Carlos Pacheco y Jesús Merino, es uno de los mejores, sino el mejor, momentos de los años 90.

Siempre Vengadores (Marvel Integral)
Edición original: Avengers Forever 1-12 USA
Guión: Roger Stern, Kurt Busiek
Dibujo: Carlos Pacheco
Tinta: Jesús Merino
Color: Steve Oliff
Formato: Libro cartoné, 376 págs. a color.
35€

La obra maestra en la que se desvela la verdadera esencia de Los Vengadores: del pasado, presente y futuro. Envenenado por radiación gamma, Rick Jones agoniza. Su única esperanza está en sus viejos amigos. Empieza La Guerra del Destino.

Hay días en los que toca hablar de auténticas obras de arte, obras maestras perdón, del mundo del cómic que, especialmente en Marvel, no han recibido todo el aplauso y premios que se merecen. Estoy convencido de que Siempre Vengadores es una de esas obras que, por calidad, se merecen haber despertado un aplauso enérgico y generalizado igual que el que tienen otras obras más negativas y pesimistas de la Distinguida Competencia y un vistazo a la Wikipedia, sección de premios, lo confirma: ¡no recibió nada, en pleno final de los años 90! ¡Ni siquiera por el espectacular dibujo de Carlos Pacheco! ¡Ni por el color de Steve Oliff! Ni, en fin, estas cosas, a los títulos de DC, no les pasan.

Pero volvamos a hablar del tebeo en sí, Siempre Vengadores nació de un capricho de Carlos Pachecho que quería trabajar con los Vengadores y con Kurt Busiek, fue complejo, hizo falta crear una nueva colección, rehacer los planes sobre la marcha, dejarse dedos, muñecas, pestañas y ojos pero la maxiserie de 12 números se publicó en un tiempo récord: 14 meses que, si se tienen en cuenta las circunstancias iniciales de publicación, es meritorio.

En Siempre Vengadores veremos cómo Rick Jones accede de nuevo a la Fuerza Destino que ya utilizara en la I Guerra Kree-Skrull y en un futuro muy lejano los Amos del Tiempo decretan su muerte, y la de los Vengadores, a su sirviente: Inmortus, aunque, claro, Kang, Inmortus en el pasado, decide que no, que él no les va a dejar llevar a cabos sus planes y se enfrenta a Inmortus justo cuando éste se preparaba para asesinar a Jones. Gracias a la asistencia de la Inteligencia Suprema y de Libra, ex villano reformado, Jones reúne un grupo muy dispar de 7 Vengadores de todas las épocas e inicia una misión a lo largo de los siglos para derrotar a los Amos del Tiempo, y de paso conocer muuucho mejor a un personaje como Kang, que se apodera de Siempre Vengadores y prácticamente se convierte en coprotagonista.

Para empezar hay que aplaudir a un Kurt Busiek al que le robaron la historia semanas antes de comenzar a trabajar en ella, en el tomo podéis encontrar más información sobre esto, y supo rehacer una historia que estaba preparando para la serie regular de Los Vengadores para dar forma al argumento de Siempre Vengadores en el que, además, trajo al equipo a Roger Stern para que le echase una mano con los guiones y se dejó aconsejar/sugerir por Carlos Pacheco y sus locos homenajes al grupo. La Guerra del Destino es una de las mejores obras escritas por el creador de Astro City y la complejidad de la trama con varios momentos temporales en acción, referencias al pasado, ciertas o no, de varias series Marvel, etc. La trama de Siempre Vengadores es realmente compleja y está perfectamente hilada para que, poco a poco, vayamos deshilvanándola, y eso, señores, no es nada sencillo.

Pero, claro, Busiek tiene “enfrente” a un equipo artístico de ensueño compuesto por un colosal Carlos Pacheco, que pocas veces se habrá superado como aquí, un entintador como Jesús Merino y el color de Steve Oliff, ahí es nada, señores, como para que podamos hacer un equilibrio sencillo en la pregunta ¿qué es mejor, guión o dibujo? Lo malo es que en cuanto comienzas a ver lo maravillosamente bien que dibuja Pacheco, el trabajo de enanos que han tenido Merino y Oliff para que todo cuadre, las composiciones, las perspectivas, una cantidad de personajes por página digna de George Perez… ¿en serio que no les dieron ningún premio? ¿Es que ni siquiera al ver cómo se homenajeaban los estilos de distintos dibujantes y épocas fueron capaces de darse cuenta de la maravilla que es Siempre Vengadores? Hay cosas que nunca entenderé, pero sé con certeza que el trabajo artístico de aquí es el de una obra maestra.

Por cierto, hablando de saber cómo tratar a una obra maestra, la edición de Panini hace que ésta sea una compra obligada, no sólo han conseguido una introducción de Kurt Busiek, no sólo se rescata una antigua entrevista de Rafa Marín a Pacheco y Merino, no sólo Iñigo de Prada se vuelve a entrevistar a editor, dibujante y guionista, no sólo se incluye un listado (ampliado por Eduardo de Salazar) de referencias, sino que además contamos con una galería de material extra alucinante, un papel de buen gramaje, cartoné y un tamaño “ultimate”… una delicia, señores.

En definitiva, no busquéis excusas, Siempre Vengadores es una obra maestra, de Marvel, en una edición de lujo supercompleta.