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David Fincher ha demostrado ser uno de los mejores directores de cine de su generación y un repaso a su prolífica filmografía sirve para confirmarlo: debutar sin temblarle el pulso con la tercera entrega de “Alien” siguiendo la senda de Ridley Scott y James Cameron, reinventando el thriller de suspense con “Seven“, explicando como nadie los cambios sociales y las nuevas tecnologías con “La red social“, una obra maestra del ‘true crime’ con “Zodiac“, la icónica adaptación de la no menos icónica novela de Chuck Palahniuk “El club de la lucha“, la adaptación cinematográfica del bestseller de Stieg Larsson “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres“, una de las mejores películas de suspense del siglo XXI con “Perdida“,… Aunque parezca sorprendente, al cineasta se le ha negado el Oscar a la mejor dirección, a pesar de haber rodado algunas de las películas más emblemáticas de las últimas décadas, si bien muchas de estas producciones fueron nominadas y hasta premiadas en diferentes categorías.

En concreto “Seven“, en 1995, es uno de los mejores thrillers de la historia del cine, con Brad Pitt y Morgan Freeman como dos agentes del departamento de homicidios que investigan una serie de asesinatos. Freeman y Pitt son el teniente William Somerset, metódico y paciente y a punto de jubilarse, y el detective David Mills, joven, recién casado, impulsivo y ambicioso, respectivamente. Juntos deberán atrapar a John Doe, un maquiavélico asesino en serie que está reproduciendo los siete pecados capitales en sendos asesinatos: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. Siete formas de morir. Junto a Brad Pitt y Morgan Freeman el reparto de “Seven” incluye a Gwyneth Paltrow y un monumental Kevin Spacey, en su mejor momento, como el psicópata John Doe.

Es evidente que “Seven” no es una simple buddy-movie. El guión del debutante Andrew Kevin Walker es algo mucho más complejo. Una película que creó escuela, y multitud de imitadores (“Fallen”, “Asesinato en 8 milímetros”, “Escalofrío”, “Cazadores de mentes”, “Resurrección”, “El coleccionista de huesos”, “El coleccionista de amantes”, “Copycat”,…), un subgénero de thrillers psicológicos, aunque nunca ha sido igualada. Con un final que deja al espectador sin aliento, uno de los más sorprendentes y recordados de la historia del cine. “¡¿Qué hay en la caja?!“. Tan impactante como espeluznante. A la altura de “El silencio de los corderos” de Jonathan Demme. Incluso más.

Hay quien considera que “Seven” es una película del siglo XXI, aunque se estrenó en 1995. Es posible, pues anticipa la oscuridad y la crisis humana y moral que llegó después del 11S. Traumatizó a un montón de espectadores, que salieron de las salas de cine sin el final feliz que algunos esperaban encontrar, con el estómago revuelto, y descubriendo que quizás viven en un mundo en el que el mal ha vencido al bien.

Además del título, el número siete está muy presente en toda película. De forma literal, y de forma simbólica. Por ejemplo, que al detective William Somerset interpretado por Morgan Freeman le quedan siete días para retirarse o que el paquete del final está fijado que se entregue a las siete de la tarde, cuando quedan siete minutos para el final de la película. Sin olvidar, por supuesto, los siete pecados capitales en los que se apoyan los retorcidos crímenes de John Doe.

Si todavía no sabes lo que hay dentro de la caja, ver “Seven” es una obligación.

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Where to watch Seven