Lejos de grandilocuentes tramas sobre salvar el mundo, Secret Weapons, de Eric Heisserer, Raúl Allen y Patricia Martin, nos ofrece una historia de pequeña escala, pero tremendamente disfrutable.

Secret Weapons
Edición original: Secret Weapons 1-4 USA
Guion: Eric Heisserer
Dibujo: Raúl Allen y Patricia Martin
Tinta: Raúl Allen y Patricia Martin
Color: A color
Formato: Tomo, tapa blanda, 128 páginas. A color
13,50€

El gobierno le ha dado a Amanda McKee —la tecnópata conocida como Livewire— una misión: investigar las ruinas de unas instalaciones secretas antiguamente dirigidas por Toyo Harada, el telépata más famoso de la Tierra, que también fue su mentor.

En su lucha por crear un mundo mejor a cualquier precio, Harada buscó y activó a muchísimos psiots potenciales. Aquellos que sobrevivieron, pero cuyos poderes parecían no ser de ayuda para su causa, fueron ocultados en instalaciones secretas.

Pero, para Livewire, son armas secretas… que necesitan al líder adecuado. Ahora, mientras un asesino mecanizado llamado Rex-0 pretende borrarlos del mapa, Livewire y su nuevo equipo se verán forzados a poner sus poderes en acción… de maneras que nunca habrían imaginado

De vez en cuando, incluso dentro del género superheróico, apetece leer una historia alejada de los personajes icónicos y que en su lugar cuente con personajes de nuevo cuño protagonizándola. Lejos de grandilocuentes tramas sobre salvar el mundo, Secret Weapons nos ofrece una historia de pequeña escala, pero tremendamente disfrutable.

De sobra son conocidos los todopoderosos psiots del Universo Valiant como Toyo Harada o Peter Stancheck, pero no todos los individuos con capacidad para convertirse en metahumanos adquieren tan extraordinarios poderes. Algunos se han de conformar con habilidades como hablar con los pájaros, convertirse en estatua, o ser capaz de hacer que los objetos brillen. Un grupo de personas con estas aparentemente insignificantes habilidades han sido dejados de lado por Harada en su cruzada y están a merced de un perseguidor implacable que los va acechando uno por uno. Su única esperanza reside en la heroína Livewire, decidida a ayudar y entrenar a estos psiots para solucionar los errores que Harada dejó atrás.

La miniserie presenta a unos protagonistas muy carismáticos y los modos en los que la trama les exige poner a prueba sus habilidades, inicialmente poco útiles para el combate, para sobrevivir es realmente imaginativa. El villano es un antagonista funcional, pero cumple su función de presentar una dura amenaza a batir.  Livewire ejerce el papel de mentora y denexo con el resto del Universo Valiant, pero por suerte no llega a eclipsar al resto de personajes de la historia.

Otro detalle del guion que me ha gustado es que no se aleja de ciertas problemáticas sociales, combinando el tradicional rechazo a los psiots con la islamofobia al contar con un psiot paquistaní entre sus protagonistas. La escalada de violencia a la que deben hacer frente los protagonistas debido al odio que genera es quizá el momento más entretenido de toda la miniserie.

Respecto al dibujo, el arte de Raúl Allen y Patricia Martin tiene un estilo costumbrista muy atractivo que va como anillo al dedo al guion. La paleta de colores es muy viva y eso ayuda a mantener el interés en la narración. Pero sin duda lo que destaca en el apartado gráfico es un uso bastante imaginativo de los paneles, que experimenta con distintas distribuciones por página dando unos resultados muy destacables. Todos los demás cómics de Valiant que he leído hasta la fecha tenían una narrativa muy convencional en este aspecto, así que este detalle me ha sorprendido gratamente.

Secret Weapons ha sido una muy agradable sorpresa, una historia de un grupo de gente que se creen perdedores, pero aprenden que pueden llegar a ser algo más. Las escenas de acción son muy originales debido a los poderes poco habituales de los protagonistas, y el dibujo es muy competente. No me importaría nada saber más de los protagonistas en un futuro, ya sea en el evento Harbinger Wars II (a la venta en grapa), en el cual Livewire juega un papel destacado, o en otro lugar. La edición de Medusa Comics cuenta con la habitual galería de portadas alternativas y páginas sin colorear.