Recuerdo que mi padre me hablaba a menudo de los cómics y las novelas de “a duro” que leía durante su infancia, allá por los años cincuenta, productos de consumo rápido, a bajo precio, calidad de edición paupérrima, formato pequeño, portadas coloristas, repletos de aventuras fantásticas y personajes heroicos que, a su manera, fue lo más parecido que tuvimos en nuestro país del ‘pulp’ anglosajón.

image1Bienvenidos a la Era Xenozoica, un paisaje post-apocalíptico donde los dinosaurios vagan libremente … ¡y la humanidad es la especie en peligro de extinción!
Obligados a ocultarse por un cataclismo ecológico global, los humanos salen de sus madrigueras subterráneas medio milenio después de descubrir que la Tierra ha sido totalmente transformada. Toda la flora y fauna conocida ha desaparecido, remplazada por un orden natural alterado radicalmente y poblado por dinosaurios extrañas criaturas. Se necesita valor, determinación, ingenio y un montón de suerte sólo para sobrevivir, y mucho más para prosperar, en este extraño desierto, todas las cualidades que el mecánico Jack Tenrec, la encantadora científico Hannah Dundee y sus amigos poseen en abundancia.

Mi padre, sin duda, disfrutaría con la edición que ha publicado Aleta Ediciones del clásico de Mark Schultz “Xenozoic Tales”. Ese aroma a clásico, a cómics de ‘a duro’ o a las ‘dime novels’ americanas de la primera mitad del siglo pasado, al ‘pulp’ anglosajón de encuadernación sencilla, precios asequibles y de consumo inmediato, repletas de ciencia-ficción, horror, suspense, acción, romance, fantasía y aventuras, es evidente en las páginas de Schultz. Le haría rememorar aquellos tiempos felices en los que llevaba pantalones cortos, los curas le obligaban a cantar himnos solemnes en la escuela, la radio aún ocupaba el lugar de honor en los hogares y las hazañas del Capitán Trueno junto a Crispín y Goliath eran lo más de lo más en un mundo huérfano de héroes. 
Pero, a la vez, muchos no apreciarán este cómic, igual que no lo harían con el “Flash Gordon” de Alex Raymond o el “Tarzan” o “El Príncipe Valiente” de Harold Foster. Arcaico, lo llamarán mientras aseguran que Jim Lee es el mejor dibujante de superhéroes. Viejuno, se atreverán a decir luciendo orgullosos su recien adquirido “GTA V” para la XBox. Reliquias de abuelos, anunciarán solemnes con sus cómics de Marvel bajo el brazo. Y estarán cometiendo un gran error. 
Por un lado, por despreciar el legado de los Raymond, Foster, Sy Barry, Burne Hogarth o Chester Gould, el creador de “Dick Tracy”, que marcaron el esencial paso del género del cómic como tira de periódico a historieta de aventuras a mediados de los años veinte del siglo pasado. Y por otro lado, por ignorar que el “Xenozoic” de Mark Schultz es una recuperación contemporánea de aquel mismo estilo, de aquel tipo de cómic, un regreso a los orígenes para reinterpretar el género desde sus raíces.

Mark Schultz (Philadelphia, 1955) comenzó con la serie “Xenozoic Tales” en el año 1986 con la historieta breve titulada “Xenozoic!”, repleta de dinosaurios, mundos apocalípticos y Cadillacs descapotables para el fanzine underground “Death Rattle” del mes de diciembre. El mundo aún no había sufrido en sus carnes la moda de los dinosaurios, puesto que la novela de Michael Crichton “Jurassic Park” y la adaptación cinematográfica de Steven Spielberg aún tenían que esperar cuatro y siete años respectivamente, pero el éxito de la historia de Schultz propició que poco después se publicara la serie genérica “Xenozoic Tales”, protagonizada por Jack Terenc, cuyo primero número apareció en febrero de 1987 y que alcanzó, editada por Kitchen Sink Press, los catorce números (hasta octubre de 1996, fecha de publicación del último número, sumando un total de poco más de 300 páginas) de aventuras en un planeta Tierra post-apocalíptico cubierto por las aguas, repleto de regiones salvajes y selváticas, con los dinosaurios y otras criaturas monstruosas recorriendo libremente lo que un día fueron los Estados Unidos, y sobretodo luciendo una colección de coches clásicos norteamericanos de brillante carrocería, con los elegantes e imponentes Cadillac a la cabeza y sobretodo el Coupe de Ville de 1950. Siempre ilustrados en un elegante blanco y negro que nos remite, inevitablemente, a Al Williamson o Frank Frazetta, e incluso a los clásicos ilustradores americanos, como Winslow Homer, Howard Pyle y N.C. Wyeth. 
Rebautizada como “Cadillacs and Dinosaurs”, la serie fue reeditada por Kitchen Sink y Marvel Comics a través de su sello Epic a partir de 1989, en ocasiones en ediciones coloreadas, y el éxito propició que las aventuras de Jack Terenc y compañía saltaran a la pequeña pantalla (una serie de televisión de la cadena CBS entre los años 1993 y 1994), a los juegos de rol, numeroso merchandising e incluso a los videojuegos.

“Xenozoic” es un regreso a los clásicos del pulp de los años cincuenta, un deja vú que no tiene la menor intención de ocultar sus referentes. Aires anticuados, pero con todo el sabor de los clásicos. Los cómics de “Tarzan”, pero también las películas del rey de la selva de la MGM y los libros de Edgar Rice Burroughs, la película “King Kong”, el Flash Gordon de Raymond, el “Viaje al centro de la Tierra” de Jules Verne, el “Mad Max” de George Miller o incluso el horror cósmico de H.P. Lovecraft son elementos, guiños, homenajes y referencias que se pueden apreciar en las páginas de Schultz. En ellas descubrimos que la humanidad sobrevive en un mundo post-apocalíptico, agrupados en grupos pequeños y aislados, organizados de forma tribal entre las ruinas de lo que un día fue un mundo avanzado. No tienen tecnología, salvo la propia de la primera mitad del siglo XX que incluye armas de fuego y coches con motores de gasolina, y fuera de los límites de sus aldeas deben competir en inferioridad de condiciones contra dinosaurios de la era jurásica, además de otros monstruos y criaturas que se creían extintas. El hombre se ha convertido de dominador en dominado, de cazador en presa, y su supervivencia en este mundo hostil semi-paleontológico está amenazada.
El protagonista de “Xenozoic” es Jack Terenc, un héroe al más puro estilo Humphrey Bogart: voluntariamente asocial, masculino, valiente, con ideales de acero, barba de dos días permanente, ni una sonrisa asomando en su rostro tallado sobre una piedra, estilo cínico y moralmente dudoso. Terenc es una excepción en la nueva sociedad diezmada del en el siglo XXVI, que no está dispuesto a jugar según las nuevas reglas, y que exige el cumplimiento de las leyes establecidas, incluyendo la convivencia con la nueva naturaleza con aires de fanático ecologista. Si es necesario, recurrirá a la violencia para defender su forma de pensar. Pero la irrupción de Hannah Dundee, la embajadora de Wasoon, de mente abierta pero intenciones ocultas, dispuesta a aprender todo lo posible de los antiguos para mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos, dará un vuelco a su vida y sus aventuras se multiplicarán. Lamentablemente, tras catorce entregas y veinte aventuras a lo largo de casi diez años, Mark Schultz dejó la historia incompleta, con un final abierto… ¡que ya dura casi veinte años!

Es cierto que la devoción que ha despertado entre algunos lectores este “Xenozoic” de Mark Schultz, en su mayor parte veteranos y aficionados a los clásicos, es pareja a la indiferencia que ha provocado entre los lectores más jóvenes, educados bajo un estilo de cómic diametralmente opuesto. Genera, como es previsible, división de opiniones entre quienes ensalzan su capacidad de enraizar con los clásicos del género y recuperar un estilo olvidado y los que critican su incapacidad para reinterpretar el estilo de los Foster o Raymond según los cánones del siglo XXI. Pero, superada la discusión entre los eruditos, las opiniones encontradas de los teóricos, más allá de la verborrea de los blogueros feriantes que defienden su opinión como la verdad absoluta, la lectura de esta edición integral de “Xenozoic” que nos ofrece Aleta Ediciones garantiza entretenimiento puro y duro, sin aditivos, durante un largo rato… siempre y cuando uno se sumerja en su lectura sin prejuicios, sin tomar partido a priori y con la mente bien abierta. O se os comerán los dinosaurios.

Xenozoic.
Autor: Mark Schultz
ISBN: 978-84-15225-93-5
Formato: Rústica. Blanco y negro.
Páginas: 352
Precio: 39,95 euros