****

Ambientada en los años 50, 60 y 70 arranca como un relato costumbrista del interior de Estados Unidos (Kentucky) más centrado en el personaje de Tommy Lee Jones, un espíritu libre que vuelve a su pueblo, localidad de mineros, y se enamora del personaje de Sissy Spacek; pero poco a poco cambia el foco hacia ella, que en realidad es Loretta Lynn, una de las cantantes de country más destacadas del siglo XX y adquiere forma de biopic explicando su ascenso y las dificultades que ha de atravesar a causa de la fama y las condiciones del mundillo de espectáculo. Particularmente aprecio más la primera mitad de la película, en la que se describe muy bien el degradado mundo en el que se mueven los personajes sin acentuar lo sórdido y sí en cambio la parte positiva de los personajes y un entorno sobredimensionado por una bella fotografía. Lo que es el biopic en sí para mi gusto es menos interesante, pero la película consigue que no desenganches hasta el final adoptando un tono más meláncolico y con suaves pinceladas dramáticas, centrándose casi siempre en la música y el ámbito del mundo del espectáculo en el que se movieron Lynn y su marido. Sissy Spacek consiguió el Óscar como mejor actriz principal y además la película obtuvo otras seis nominaciones (película, guión adaptado, montaje, fotografía, diseño de producción y sonido).