Cuando Panini Comics comenzó a publicar el “Thor de Joseph Michael Straczynski y Olivier Coipel me emocioné. Tenía muchas ganas de ver lo que nos ofrecían y la verdad es que me encontré con una serie llena de promesas, con un gran aspecto visual y un buen formato, grapa, que me perdió por el camino. Ahora me he puesto al día y… no me había perdido nada.

 

THOR vol.4 (nums. 1 a 33).
Guión: Joseph Michael Straczynski y Kieron Gillen
Dibujo: Olivier Coipel, Marko Djurdjevic, Billy Tan
Entintado: Batt 
Color: Christina Strain, Matt Hollingsworth 
Cómic 17×26, grapa, 24 páginas – color

JMS y Coipel nos comenzaron ofreciendo una serie que prometía, con Thor, y Asgard, ubicado ahora en mitad de Estados Unidos te hacías a la idea de que iba a pasar algo realmente emocionante, las páginas de Coipel eran espectaculares y llamaban muchísimo la atención, los guiones de JMS eran lo suficiente interesantes como para pensar que lo que iba a venir iba a ser una maravilla. Pero la serie se perdió, tanto en la edición USA, como en la española (repleta de fill-ins) fuimos viendo como los guiones no despegaban, lo que parecía que iba a ser el nudo central (encontrar a los asgardianos perdidos) es algo que se despacha enseguida y después… nos perdemos en las conspiraciones de un Loki con forma de fémina que parece hastiado de que, pase lo que pase, y haga lo que haga, siempre haya asgardianos dispuestos a dejarse engañar por él. Vamos, que no parece nada original que Loki vuelva a ser el enemigo, que aún así confíen en él y que, como es normal, Loki les vuelva a traicionar… en fin, que se podían haber sacado algo más original de la manga… y no, la historia de amor del chico de pueblo con una asgardiana… en fin, que tampoco es que sea original, interesante ni nada por el estilo, y no me extraña que el chico acabe como acaba, me parece que nadie sabía qué hacer con él.

Por lo demás, la trama más interesante es la de la historia de amor de Don Blake y Janet… pero apenas se profundiza en ella, quizás por lo perdido que anda JMS, quizás porque sus sucesores tampoco saben qué hacer con ellos, quién sabe, el caso es que vamos viendo como, una tras otra, se van perdiendo todas las oportunidades de ofrecer algo interesante. La serie va dando bandazos de un lado a otro (¡si hasta se van a Latveria! por dios!!) y ni siquiera el relevo de JMS, Kieron Gillen, parece tener las cosas muy claras. Eso sí, una vez que se le ha confirmado como guionista regular, Gillen podrá demostrar que su trabajo en Warhammer, Save Point o en la miniserie de Ares, no es flor de un día y quizás él sepa cómo sacar a Thor, y al resto de asgardianos, del caos en el que JMS, y Asedio, han dejado a la serie. Por cierto, en Marvel deben estar encantados con él, ya que le han ofrecido un nuevo título mutante: Generación Esperanza  (Generation Hope).

A lo largo de estos números hemos tenido a diversos dibujantes en la serie regular, comenzando con un excelente Oliver Coipel, que dejaba un excelente sabor de boca, pero al que le traicionaba su lentitud y el que enseguida lo pongan en otros proyectos, una pena, aunque el nivel no bajaba demasiado, y es que cuando  Marko Djurdjevic le relevó dejó un buen sabor de boca. No tanto como el que me deja Billy Tan, aunque estas pueden ser sus mejores páginas.

Sobre la edición de Panini habría que decir que es muy confusa. Cuesta seguir la serie regular USA porque ante los retrasos del otro lado del charco optaron por recurrir a fill-ins con los que rellenar los huecos que se producían mientras esperaban a que la edición USA tuviese más números. No me he leído estos fill-ins, por lo que no puedo opinar sobre su calidad, lo cierto es que la culpa aquí no es de Panini, sino directamente de Marvel.

En resumen, una serie que comenzó bien, que tenía todos los factores para convertirse en un acierto pero que acabó por convertirse en un auténtico caos, puede que entretenga, pero que desespera porque no pasa nunca de ser una promesa.