No hay mejor negocio que comerciar con los sentimientos. Y no hay forma más adecuada de tocar la fibra sensible que despertar ese niño que todos llevamos dentro, pero que permanece dormido entre facturas, declaraciones de la renta, viajes de negocios, y las responsabilidades familiares. La nostalgia es una arma muy poderosa, que las editoriales de nuestro país estan usando de forma muy inteligente, y eficiente, con la generación de la EGB.

image1Pulgarcito es el menor de seis hermanos (los otros son quintillizos) que, acompañado de su gato Medianoche, vive sus aventuras entre la realidad y la ficción de la literatura infantil: Nunca Jamás, el País de las Maravillas, cuentos tradicionales…
Un personaje emblemático de la serie es el científico Señor Ogro, que parece temible pero en el fondo tiene buen corazón, y siempre es aplacado por su hija Trini, amiga de Pulgarcito.
El señor Ogro creará una máquina del tiempo con la que Pulgarcito recorrerá diferentes épocas, de la prehistoria a la Edad Media, además de presenciar importantes acontecimientos, como el descubrimiento de América.

Uno de los últimos éxitos literarios de nuestro país ha sido “Yo fuí a EGB” de Javier Ikaz y Jorge Díaz que, a su vez, es un compendio de la página web homónima, seguida por más de medio millón de personas (casi 700.000 seguidores en Facebook), y ganadora de numerosos premios. Este libro recopila los recuerdos de la generación que vivió los años ochenta, desde los helados y chucherías de la época como el Frigodedo o los Peta-Zetas hasta los juguetes como el tragabolas, el cubo de Rubik o los clicks, pasando por los dibujos animados y los programas de televisión como “Willy Fog” o “La Bola de Cristal”, el fantástico catálogo de películas de esa época dorada del cine de aventuras, el material escolar como los rotuladores Carioca o los estuches Pelikan, la música pop (siempre en casettes), los viajes en el Seat 124 o el Panda, las revistas como “Super Pop” o “Teleindiscreta”,… y los cómics. Todo ello, acompañado con textos simpáticos y numerosas fotografías e imágenes para el recuerdo.

Y es que los nacidos en la primera mitad de los años setenta, los que nos educamos con la EGB, ya hemos alcanzado esa edad ciertamente molesta, muy cerca de la cuarentena, en la que empiezan a hacer remakes de las películas de nuestra infancia con regularidad, en la que la música de nuestra adolescencia suena en las emisoras de radio de los clásicos, en la que las series de televisión que veíamos solamente aparecen en los programas de recortes y de recuerdos nostálgicos, y en la que las editoriales desempolvan del fondo de armarios olvidados los libros y los cómics de mi infancia para la alegría de nosotros, los padres, y la grata sorpresa de nuestros hijos.
Siguiendo esta premisa, recientemente han llegado a las librerías los dos primeros volúmenes de la edición restaurada del “Pulgarcito” de Jan, recuperada por Jordi Coll y publicada por B, que nos permite disfrutar de nuevo con una de las mejores obras del creador de “Superlópez” y una lectura ideal para pequeños y mayores.

“Pulgarcito” es una serie repleta de imaginación y fantasía que se publicó por primera vez en el año 1981, en la revista homónima de la inolvidable difunta Editorial Bruguera. La empresa buscaba renovar su histórica cabecera, nacida sesenta años antes, y la editorial apostó por Ibañez, Raf o Jan. La propuesta elegida fue la de Jan, que presentó una versión actualizada del cuento clásico de Perrault, compuesta por historias cortas protagonizadas por un menudo y avispado niño llamado Pulgarcito, sus cinco hermanos quintillizos, su gato negro Medianoche, el Profesor Ogro (y su máquina del tiempo), y la hija de éste, Trini. El señor Ogro creará una máquina del tiempo con la que Pulgarcito recorrerá diferentes épocas, desde la prehistoria a la Edad Media, además de presenciar importantes acontecimientos, como el descubrimiento de América. De hecho las aventuras de Pulgarcito y sus amigos imaginadas por Jan siempre tenían referencias a los cuentos clásicos, desde el homónimo de Perrault hasta la ‘rondalla’ del Patufet, la “Alicia en el país de las maravillas” y “A través del espejo” de Lewis Carroll o “El sastrecillo valiente”.

Jan… ¿De verdad, a estas alturas, alguien no conoce a Juan López ‘Jan’? Nacido en una pequeña localidad leonesa de la comarca de El Bierzo, siendo aún muy niño se traladó con su familia a Cataluña, a la ciudad de Barcelona A mediados de los años cincuenta inició su relación con el dibujo, al empezar a trabajar en los Estudios Macián de dibujos animados y algunas incursiones en la historieta para la revista “Yumbo” de Gerpla. Tras diez años en Cuba, Jan regresa a España en 1970 con una maleta medio vacia, dos niños y mujer, y empieza a trabajar en Bruguera, la gran e inolvidable editorial del cómic nacional. En 1973 crea a su personaje más célebre, Superlópez, y desde 1979 con el guionista Francisco Pérez Navarro ‘Efepé’, produce las mejores aventuras del castizo superhéroe que le han otorgado popularidad.
Como hemos comentado con anterioridad, el “Pulgarcito” de Jan fue un encargó que el autor catalán de ascendencia leonesa obtuvo tras imponer su proyecto a los mismísimos Raf e Ibañez, aunque el autor no quedó nada satisfecho con ello puesto que le obligó a guardar en un cajón, durante una temporada, a su querido y aún incipiente Superlópez (“Pulgarcito suponía una rémora y en el fondo no creía mucho en ello pues al dirigirse a edades de siete a diez años no le veía futuro” contaba Jan). El 16 de febrero de 1981, se publicó “El jardín del Ogro”,  la primera historia “Pulgarcito”, en el número 60 de la revista “Zipi y Zape Especial”, a la que le siguió “Un día, una vaca…”, en el número 449 de la revista “Zipi y Zape”. Finalmente el segundo día de marzo del año 1981, comenzaría a publicarse en su propia revista.

La edición de B de “Pulgarcito”, publicada como novedad en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona del 2014, ha restaurado los originales en su totalidad, y el color ha cobrado gran importancia porque se ha realizado digitalmente con la aprobación y la supervisión directa de Jan y reemplaza al color de imprenta que nunca dejó satisfecho al autor (“La única cosa que me entristecía era la horrorosa calidad con que salían impresos, el color me hacía sufrir. No lo aplicaban coloristas sino el propio grabador y por eso era tan malo” declaraba recientemente Jan, en una entrevista en “El Periódico”). El minucioso trabajo de restauración es mérito del editor de la revista de cómic y humor “Amaníaco”, Jordi Coll, quien ya había recuperado con anterioridad el “Don Talarico” de Jan. Minucioso porqué la recuperación de “Pulgarcito” no se ha realizado a partir de los originales, de los que Jan solamente conservaba algunos (las historias de “Las carabelas de Colón”, “¡Tierra! ¡Tierra!” basadas en el descubrimiento de América, “Un cuento chino”, “Continúa el cuento”, “El cuento se complica” y “…y se acabo el cuento” sobre el clásico de Aladino y la lampara maravillosa), sino de la colección publicada en los años ochenta que tenía un formato más pequeño, mal impresa y acompañada de un color pésimo. Por eso mismo el mérito de Coll es doble.
La colección completa, que recogerá los setenta números y más de novecientas páginas publicados durante los años 1981 y 1982 (al ritmo de una historieta semanal), constará de dieciseis entregas de 48 páginas cada una, más dos números de sesenta y cuatro páginas hasta sumar un total de dieciocho álbumes. El precio será de 10 euros cada ejemplar, y merece la pena destacar que Jan ha realizado nuevos dibujos para las portadas de toda la colección de B y que cada volumen de este remozado “Pulgarcito” incluye numeroso material extra, curiosidades, bocetos, originales, anécdotas y referencias.

El primer volumen incluye la presentación del personaje, de una única página, tres historias breves de una docena de páginas para presentar a los personajes (“Un día, una vaca”, “una clase chupada” y “El jardín del profesor Ogro”) y seis páginas de extras. El segundo volumen incluye también tres historias, aunque en esta ocasión Jan ya nos lleva de viaje hasta lugares mágicos y sorprendentes (“La tormenta”, “La máquina del tiempo” y “En el país de las maravillas), y dos páginas de material adicional. Y un detalle que nos ha sorprendido negativamente: los lomos de la colección de “Pulgarcito” no parece que se hayan diseñado pensando en la continuidad estética de la colección dispuesta en nuestra librería.

Para esos nostálgicos que nos acercamos a los cuarenta, como he explicado al principio, es un placer inenarrable revivir una obra de la Editorial Bruguera tan mágica como irrepetible que forma parte de nuestros recuerdos felices. Para el resto, es una ocasión única para descubrir un tebeo para los lectores más jóvenes que no debía quedar en el olvido, un clásico que se ha reditado con el cariño que se merecía. Que se merecía la obra, y que se merecían los lectores.

Pulgarcito. 
Autor: Jan (http://xjan.cachislamar.com/index.html)
ISBN: 978-84-666-5129-5
Formato: 19x25cm. Cartoné
Páginas: 48
Precio: 10.00 euros