A raíz de la reciente polémica que se ha desatado en Twitter por las reflexiones del escritor Mark Lawrence (@Mark__Lawrence) y su mala suerte con la edición en castellano de su obra (Did you know that only one of my books was translated into Spanish and it sold terribly? No? Read on!), recuperamos la reseña que hicimos, hace ya bastante tiempo, de su única obra publicada en nuestro país y en nuestro idioma.

La maldad, ¿nace o se hace?, ¿se desarrolla en el útero materno como un mensaje grabado en los genes o, por el contrario, una infancia desdichada o un acontecimiento traumático la hacen aparecer? El escritor norteamericano Mark Lawrence se alinea con esta segunda teoría en “Príncipe del Mal“, la primera entrega de la “Trilogía de la Sangre”.

Guardaos del Príncipe del Mal…
A los nueve años vio cómo mataban a su madre y a su hermano. A los trece ya era el líder de una banda de sanguinarios maleantes. A los quince será rey…
Ha llegado el momento de que el príncipe Honorio Jorg Ancrath regrese al castillo que abandonó para reclamar lo que por derecho le pertenece. Desde el día en que quedó atrapado en un zarzal y vio cómo los hombres del conde Renar asesinaban a su madre y a su hermano pequeño, Jorg sólo ha vivido para dar rienda suelta a su rabia. La vida y la muerte no son más que un juego para él… y ya no le queda nada que perder.

¿Qué es el Mal? Muchos intelectuales, pensadores y filósofos han intentado describir con mayor o menor precisión a lo largo de los tiempos uno de los conceptos más volubles y subjetivos que rodean al ser humano. La Maldad, ¿se define por las acciones o por las omisiones?, ¿nace o se hace?, ¿es pensamiento o es obra?,… Las preguntas que envuelven a esta condición negativa que indica la ausencia de moral, bondad, caridad o afecto natural por el entorno son tan numerosas como la falta de respuestas. ¿Es malvado quién mata? Quizás pero… ¿y si es en defensa propia? o, ¿es malvado quién miente y engaña? Quizás pero… ¿y si es por un bien mayor? Algunas definiciones indican a la Maldad como el término que determina la ausencia de la Bondad, como el opuesto a un término que sí que somos capaces de definir, de valorar y de medir, pero no seremos nosotros aquí quienes aportemos luz a una discusión que se ha mantenido viva durante miles de años sin conseguir concretarse en una respuesta definitiva y que genere consenso.

Tampoco “Príncipe del Mal”, la primera entrega de la serie “Trilogía de la Sangre” (“The broken empire” en su edición original) de Mark Lawrence, pretende analizar el Mal como concepto abstracto, ni definir la Maldad a partir del análisis de las acciones de un personaje de una novela. Es un libro ambientado en un mundo imaginario, no un ensayo acerca de la moral del ser humano.

Sí que podemos afirmar que el príncipe Honorio Jorg Ancrath, el protagonista de la primera novela del escritor Mark Lawrence titulada “Príncipe del Mal” (“Prince of Thorns” en su versión original en inglés), es malvado. Desde el primer capítulo el autor nos deja clara y cristalina esta característica principal del personaje sobre el que recae todo el peso de la trama de la novela, un antihéroe diferente a los protagonistas habituales de las novelas de fantasía, en apariencia sin moral ni bondad, que asesina, roba, miente y viola sin el menor resquicio de remordimientos, pero que consigue seducir al lector, sin generar ninguna empatía, con su carisma y su singular percepción del mundo que lo rodea.

Jorg no es el Mal como concepto puro y abstracto sino un adolescente malvado forjado por los acontecimientos terribles de su infancia, con pequeñas grietas de moralidad en su pensamiento consciente que intenta combatir con fuerza. Jorg es malvado por haber visto, a los nueve años, cómo los hombres del conde Renar mataban a su madre y a su hermano, y como su padre negociaba con el asesino por el precio de los cadáveres pero Jorg también es malvado por elección, como camino consciente hacia sus objetivos. Liberado de la carga de los remordimientos y libre de las ataduras de la bondad, puede luchar con más fuerza y energia por alcanzar el trono imperial que tanto desea.

“Príncipe del Mal” es una historia de sangre y traición, y relata el viaje, sorprendente y brutal, de un joven excepcional hacia la edad adulta y el trono.

“Príncipe del Mal” es una novela distinta, circunscrita al género de la fantasía oscura con influencias notables de George R.R. Martin o Patrick Rothfuss, que parte de una premisa original, con una ambientación correcta y que cuenta con un carismático personaje protagonista, pero que pierde fuelle a medida que van pasando las páginas. El principio es poderoso, como un puñetazo en el estómago que te deja sin aliento, pero el autor no consigue mantener al lector enganchado a la historia y se pierde con aventuras intrascendentes.

La historia empieza con un adolescente de trece años, despiadado y cruel, al frente de un grupo de rufianes y delincuentes asaltando una humilde aldea agrícola de forma brutal, asesinando a todos los hombres y violando a las mujeres, sin piedad por ancianos ni niños. Desconocemos quién es Jorg, que motivos le mueven, cual es su relación con la hermandad de asesinos y como un adolescente está al frente de una banda de matones, o de donde nace la maldad que anida en su corazón.

A partir de este punto el autor empieza a resolver los interrogantes mediante el tradicional uso de los flashbacks y desarrollando la historia de venganza y odio que alimenta al protagonista, el feroz propósito del hijo del rey de Ancrath, narrado siempre en primera persona. Lamentablemente, Lawrence elige algunos caminos desconcertantes para seguir adelante con la historia, y se pierde en recovecos y aventuras secundarias (¡incluso con incomprensibles apariciones de civilizaciones tecnológicamente avanzadas, olvidadas por el tiempo en las entrañas de una montaña!), desanimando con su ritmo tedioso al lector que hubiese seguido con interés la desbocada carrera sin freno de Jorg hacia su destino.

La ambientación de “Príncipe del Mal” es uno de los aspectos positivos de la novela, pues Lawrence ubica las aventuras de Jorg en una Edad Media alternativa con puntuales referencias a nuestra realidad (a Platón, a Nietzsche,…), con una presencia puntual de la magia, a la que presenta como un poder reservado a unos pocos, siniestro y maligno. Y si seguimos repasando los aspectos de la obra que compensan sus defectos no podemos dejar de señalar los numerosos personajes secundarios que envuelven al malvado protagonista, empezando por el silencioso nubano de piel negra, pasando por su fiel Makin, antiguo miembro de la Guardia Real de Ancrath, o los salvajes componentes de su hermandad como Rike, Burlow, Mentiroso, Gains o Elban, y terminando en el frío rey de Ancrath, padre de Jorg. Todos ellos forman los eslabones de la cadena que ata al protagonista a la pesada losa de piedra que arrastra en su camino, y todos ellos son responsables, a su manera, de que un adolescente de trece años que debería heredar la corona de un pequeño reino menor se convierta en un animal complejo y profundo, sediento de venganza.

Entre las deficiencias de la novela debut de Mark Lawrence, además de algunos de los temas mencionados con anterioridad (falta de ritmo, hilo argumental errático,…) podemos señalar que el autor se excede en algunos momentos con sus escenas, algunas innecesariamente sangrientas y salvajes, o ese final precipitado que, además, deja la historia abierta y obliga a leer el siguiente volumen de la serie (“King of thorns”) para poder descubrir como termina la historia del príncipe Honorio Jorg Ancrath. ¡¿Porqué todas las novelas de fantasía tienen que formar parte de una serie de tres o más libros, y ninguno de ellos funciona con una lectura independiente y autoconclusiva?!

En conclusión, “Príncipe del Mal” es un buen debut pero también una obra irregular, con un inicio ambicioso pero un desarrollo pobre. El autor consigue dar forma a un protagonista muy potente, e incluso es capaz de explicar y justificar las acciones y motivaciones de un personaje eminentemente malvado, pero no aprovecha su potencial ni el de su ejército de desalmados para centrar su historia en un sendero coherente que mezclara de forma equilibrada la magia, la política y el análisis del Mal como concepto abstracto aplicado sin matices ni grises en el personaje central de una novela.

Príncipe del Mal.
Autor: Mark Lawrence
Título original: Prince of Thorns (
www.princeofthorns.com)
Serie: Trilogía de la Sangre vol. 1
Editorial: Ediciones Minotauro (
www.scyla.com)
Colección: Fantasía
Fecha de Publicación: Marzo de 2012
ISBN: 978-84-450-7857-0
Formato: Rústica con solapas
Páginas: 302
Precio: 18,00 euros