Las editoriales llevan muchos años experimentando con el formato de sus lanzamientos, en busca de ese modelo ideal, único y excepcional que reúna todas las cualidades que un producto literario debe ofrecer, en su contenido y en su contenedor. Timun Mas ha llevado su propio laboratorio de pruebas con las ediciones integrales de series, como este “Lobo Espacial” de William King en formato Omnibús.

image1¡La furia animal de los Lobos Espaciales está a punto de desatarse!
En el devastado mundo de Fenris, la escasa población se enfrenta a diario en su lucha por la supervivencia contra peligrosos monstruos y tribus rivales. Pero Fenris es también el hogar del poderoso Capítulo de los Lobos Espaciales, los soldados de elite del Emperador en un universo lleno de alienígenas, herejes y mutantes.
Las aventuras de Ragnar comienzan cuando resurge después de una salvaje muerte en el campo de batalla e ingresa entre las filas de los Lobos Espaciales. Pero ¿conseguirá el feroz Ragnar dominar a la bestia y completar su destino en los campos de batalla del siglo XLI?

El universo de “Warhammer 40k”, oscuro y caótico, tiene su origen en un juego de estrategia con miniaturas creado por Games Workshop en 1987, basado a su vez en otro juego de miniaturas de tipo fantástico llamado “Warhammer Fantasy Battle”. Para desarrollar el juego los creadores de GW decidieron armar toda una estructura firme a su alrededor, una ambientación completa y detallada sobre la que organizar las facciones que se enfrentaban sobre el tablero, y allí nació este mundo sombrío, un futuro apocalíptico y neo-gótico ubicado en el cuatragésimo primer milenio. La raza humana ya hace siglos que se ha extendido por el espacio exterior, dirigida con mano férrea por un líder religioso de diez mil años de vida llamado el Emperador, y vive en constante conflicto enfrentado a razas alienígenas, rebeldes secesionistas o humanos corrompidos por las fuerzas del Caos.
El universo de “Warhammer 40k” fue innovador, una ciencia-ficción alejada del género más pulp y suave de los años 60, añeja e ingenua, y menos épica que la ciencia-ficción de Star Wars de finales de los 70. Bebía de “Alien”, de la serie de televisión de “Dr. Who”, de Robert A. Heinlein, del “Dune” de Lynch,… Rompió esquemas preestablecidos y demostró que aún era posible inventar. Inventar nuevos géneros. Y “Warhammer 40k”, a su vez, ha servido de inspiración para otras muchas ambientaciones, desde los marines de los “Aliens” de James Cameron a los videojuegos de “Starcraft” o “Gears of War” que, a su vez, han generado franquicias y su correspondiente adaptación literaria.
El tiempo ha permitido crecer este entorno al margen del juego original, desarrollando su propia vida independiente mediante libros, cómics, videojuegos o juegos de rol, adquiriendo identidad propia y una legión de aficionados que siguen con pasión las aventuras de sus héroes, sean Marines Espaciales, la Guardia Imperial, la Armada Imperial o las Fuerzas de la Inquisición.

Sobre los primeros de ellos, la élite de los guerreros de la raza humana, trata la saga de novelas “Lobos Espaciales”, de la que Timun Mas ha editado un integral de las tres entregas de William King en formato omnibus. Los Marines Espaciales son los guerreros de elite de la raza humana. Equipados con las armas más poderosas, entrenados con los métodos más efectivos y adoctrinados para pelear hasta el final, estos guerreros han sido modificados genéticamente para ser superhombres, preparados para dar su talento y sus vidas por el Trono Dorado y el Imperio. Y de entre los nueve capítulos de la primera fundación que permanecieron leales al Imperio encontramos a los fieros Lobos Espaciales, nativos del planeta Fenris, de trasfondo muy influenciado por la cultura de los vikingos, de donde se inspira en ritos y costumbres, y que otorga al capítulo de los Lobos las cualidades de una banda de bárbaros héroes en busca de la gloria a través del combate.
El planeta Fenris, como las regiones nórdicas de donde toma la inspiración el autor, es un mundo de hielo y fuego, dominado por condiciones climáticas extremas y con una órbita errática que lo convierten en uno de los mundos más hostiles de cuantos ha habitado el hombre. La mayor parte de su superficie está cubierta por océanos, y las pequeñas masas de tierra existentes no son más que pequeñas islas aisladas, dispersas en las grandes extensiones del océano. De entre ellas Asaheim, una isla abrupta e inexpugnable de gigantescos acantilados, hogar de los más salvajes de los Marines Espaciales del Dios-Emperador: los Lobos Espaciales.

El autor de “Lobos Espaciales” es el escocés William King (1959), un reconocido escritor especializado en el universo Warhammer y encumbrado por su saga dedicada al enano Gotrek Gurnisson y el humano Félix Jaeger. Nacido en un pequeño pueblo del norte de Escocia, y residente en Praga desde hace varios años, William King es licenciado en Literatura Inglesa por la Universidad de Edimburgo, ha trabajado en y para Games Workshop y Black Library, ha escrito cómics y sus historias se han publicado desde “Best SF of the year” a “White Dwarf”. Entre sus novelas destacan los siete volúmenes de Gotrek y Felix aparecidos hasta ahora (Matatrolls, Mataskaven, Matademonios, Matadragones, Matabestias, Matavampiros y Matagigantes) y la trilogía Terrarca.

La trilogía de los “Lobos Espaciales” de William King trata sobre Ragnar Blackmane, un joven muchacho de Fenris que es transformado en un supersoldado optimizado mediante ingeniería genética y este “Omnibus Lobo Espacial” incluye las tres primeras novelas de los “Lobos Espaciales” escritas por William King (“Lobo espacial”, “La garra de Ragnar” y “Cazador gris”). Hay una cuarta, “Los hijos de Fenris”, escrita por Lee Lightner, que no se incluye en este volumen así como tampoco “Cuchillo del Lobo”, que es una historia independiente publicada en el 2005 acerca de la guardia de honor de guerreros de élite de la antigua Casa Navegante Belisarius, aliada de los poderosos Lobos Espaciales desde hace siglos.
En “Lobo Espacial”, William King nos presenta a Ragnar, del planeta Fenris, elegido para formar parte del noble pero salvaje capítulo de los Lobos del Espacio. Sus instintos primarios quedan liberados en el momento en que se le implanta el sagrado Canis Helix y Ragnar debe aprender a controlar la bestia que lleva dentro para luchar por el bien superior de la manada de lobos.
En “La Garra de Ragnar” el autor explora los sangrientos comienzos de la primera misión de Ragnar cuando era un joven guerrero Garra Sangrienta. Desde el infierno de la jungla de Galt hasta las contaminadas ciudades del Mundo Colmena de Venam, la misión de Ragnar lo lleva en una gesta épica por la galaxia para enfrentarse al mismísimo corazón del Mal.
Y en “Cazador gris” el Lobo Espacial Ragnar y sus camaradas deben entablar una batalla desesperada para recuperar uno de los artefactos más sagrados de su capítulo del que se han apoderado las fuerzas del Caos, antes de que un enemigo terrible y antiguo recupere su libertad.
Con las tres historias King, a lo largo de casi novecientas páginas, teje un hilo de continuidad entre la salvaje existencia de Ragnar en Fenris, pasando por su encuentro con los sacerdotes rúnicos Buscadores de Valientes y la implantación del gen primordial Canis Helix tras beber de la copa de Wulfen, hasta convertirse en Cuchillo del Lobo de la Casa Belisarius y en el Señor Lobo más joven de las trece compañías de los Lobos. Para satisfacción de los aficionados a este universo violento y rasgado por la guerra, King desvela en la trilogía detalles nunca antes revelados sobre los Marines Espaciales, como la creación de los supersoldados armados o sus especificidades, pues los Lobos Espaciales tienen una estructura interna y táctica totalmente diferente a la establecida por el Codex Astartes, producto de su planeta natal Fenris y de su primarca desaparecido Leman Russ.

Los no habituales a “Warhammer 40k” deberán hacer un esfuerzo para entrar en este joven variante del género de literatura de ciencia-ficción, pero éste merece la pena. Es difícil seguir la nomenclatura propia de esta ambientación, así como los elementos esenciales de la misma y como han llegado al punto de salida de la historia (el Emperador, el Imperium de la Humanidad, las fuerzas del Caos, los Marines Espaciales, la Herejía de Horus del trigésimo primer milenio, la Gran Cruzada,..). Junto a la trilogía del inquisidor Eisenhorn, “Lobos Espaciales” es una buena elección para adentrarse en este complejo universo de “Warhammer 40.000”. Son libros que se pueden leer sin problema pese a no conocer el género ni el juego de miniaturas aunque, como ya hemos comentado, quizás lo más difícil es el léxico específico y la compleja estructura organizativa de los Marines Espaciales o los Lobos de Fenris (las trece grandes compañías de los Lobos, los Señores Lobo, los Colmillos Largos, el Guardián del Lobo, los Cazadores Grises, los Garras Sangrientas,…). No es fácil, pero el esfuerzo merece la pena.

Omnibus Lobo Espacial.
Autor: William King
Colección: Warhammer 40.000
ISBN: 978-84-480-4441-1
Formato: Rústica con solapas
Páginas: 890
Precio: 24,00 euros